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Declaraciones Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos

Declaración del Jefe de Derechos Humanos, Volker Türk, sobre la violencia palestino-israelí

04 julio 2023

Equipos médicos palestinos asisten a civiles que han abandonado sus hogares en el campamento de refugiados de Yenín, donde las fuerzas israelíes continúan sus ataques en Yenín (Cisjordania) el 4 de julio de 2023. Las incursiones y ataques lanzados por el ejército israelí contra el campamento de refugiados de Yenín continúan por segundo día consecutivo. Nedal Eshtayah / Anadolu Agency

La operación reciente en la Cisjordania ocupada y el atentado con coche bomba en Tel Aviv resaltan de forma preocupante un patrón de acontecimientos muy familiar: la violencia solo engendra más violencia. Se debe poner fin a las matanzas, las mutilaciones y la destrucción de propiedades.

Durante la noche, 3.000 palestinos y palestinas habrían huido del campamento de Yenín tras una oleada de bombardeos aéreos mortíferos dirigidos contra el campamento. Esta mañana, siete personas han resultado heridas en un atentado con coche bomba en Tel Aviv.

La magnitud de la operación actual por parte de las fuerzas de seguridad israelíes en Yenín, incluyendo el uso de ataques aéreos continuos, y la destrucción de propiedades, plantea una serie de cuestiones graves en torno a las normas y criterios internacionales de derechos humanos, como la protección y el respeto del derecho a la vida.

Algunos de los métodos y armas que las fuerzas de seguridad israelíes están utilizando en su operación militar en el campamento de refugiados de Yénin y alrededores tienen que ver más con hostilidades en conflictos armados que con acciones para el cumplimiento de la ley. El uso de ataques aéreos es incompatible con las normas aplicables a las operaciones de mantenimiento del orden. En un contexto de ocupación, las muertes que provocan pueden considerarse también homicidios intencionados. Las operaciones de las fuerzas israelíes en la Cisjordania ocupada deben respetar las normas internacionales de derechos humanos sobre el uso de la fuerza; estas normas no cambian solo por argumentar que se trata de una operación "antiterrorista".

La normativa internacional de derechos humanos establece claramente las obligaciones de Israel, como potencia ocupante, que tiene que asegurarse de que sus acciones están planificadas y controladas de modo que se reduzca al mínimo el uso de la fuerza y, en particular, la fuerza letal. Israel también debe garantizar el acceso oportuno a la atención médica a todas las personas heridas.

FIN

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