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Declaraciones Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos

Actualización para el Consejo de Derechos Humanos sobre Ucrania

30 marzo 2022

Ladan Evdokymivna, de 90 años, camina por los escombros de su casa tras un ataque aéreo ruso en el pueblo de Ulica Szkolna, en el Oblast de Kiev, 29 de marzo de 2022.  EPA-EFE/ATEF SAFADI

En

49 período de sesiones del Consejo de Derechos Humanos

Tema 10: Actualización oral sobre la situación de derechos humanos en Ucrania

Declaración de Michelle Bachelet, Alta Comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos

Distinguido Presidente,
Excelencias,
Colegas y Amigos,

El Consejo ha recibido el informe sobre Ucrania que abarca el período que va desde el 1 de agosto de 2021 hasta el 31 de enero de 2022 conforme a la resolución 47/22 del Consejo de Derechos Humanos.  Debido a que la situación ha cambiado de forma dramática desde entonces, mi intervención de hoy se centrará en la crisis de derechos humanos y humanitaria que se ha desencadenado desde que comenzara el ataque armado de Rusia el 24 de febrero.

Durante más de un mes ya, toda la población de Ucrania ha venido soportando una auténtica pesadilla.  Las vidas de millones de personas han sido trastornadas ya que han tenido que huir dejando atrás su hogares o esconderse en sótanos y refugios antiaéreos conforme sus ciudades eran socavadas y destruidas.

Me hago eco de las palabras del Secretario General sobre que "continuar con la guerra en Ucrania es moralmente inaceptable, políticamente indefendible y es un sinsentido desde el punto de vista militar."

Las hostilidades deben detenerse, de forma inmediata.  Hoy, hago un llamamiento a la Federación Rusa a que atienda a las firmes y claras peticiones de la Asamblea General y de este Consejo, y a que retire de forma inmediata sus tropas del territorio ucraniano.

Excelencias,

En las cinco semanas transcurridas desde que comenzó el conflicto, la Misión de Vigilancia de los Derechos Humanos en Ucrania ha registrado al menos 1.189 muertes de hombres, mujeres y niños civiles y al menos 1.901 heridos.

Sabemos que las cifras reales son probablemente mucho mayores.  En numerosos lugares donde se producen hostilidades intensas, como por ejemplo en Mariupol y Volnovakha, ha resultado muy complicado obtener un panorama completo.

El uso continuado de armas explosivas con efectos sobre zonas amplias en zonas pobladas suscita enorme preocupación.  Estas armas incluyen misiles, proyectiles y cohetes de artillería pesada, además de ataques aéreos, los cuales causan una destrucción masiva y daños a propiedades civiles.  Asimismo, mi Oficina ha recibido acusaciones creíbles de que las fuerzas armadas rusas han utilizado municiones de racimo en zonas pobladas en un mínimo de 24 ocasiones.  Estamos también investigando acusaciones de que las fuerzas armadas ucranianas han hecho uso de este tipo de municiones.

No han quedado a salvo tampoco hogares y edificios administrativos, hospitales y escuelas, estaciones de agua y estaciones eléctricas.  Hasta la fecha de hoy hemos comprobado 77 incidentes en los que resultaron dañados instalaciones médicas en diferentes grados, que incluyen 50 hospitales, 7 centros de atención psico-neurológica y otros 20 centros médicos.  En total, 55 centros médicos resultaron dañados, 10 destruidos y dos fueron saqueados.  Es probable que las cifras reales sean de nuevo considerablemente superiores, además otros informes de incidentes adicionales están siendo comprobados por la Misión de Vigilancia de Derechos Humanos.

Los ataques indiscriminados están prohibidos conforme al derecho humanitario internacional y pueden ser considerados como crímenes de guerra.  La destrucción masiva de propiedades civiles y el alto número de víctimas civiles indican de forma clara que no se han cumplido de forma suficiente los principios fundamentales de distinción, proporcionalidad y precaución.

Los civiles están siendo sometidos a un sufrimiento indescriptible, y la crisis humanitaria es crítica.  En muchas zonas del país, muchas personas necesitan de forma urgente material médico, alimentos, agua, refugios y artículos domésticos básicos.

Por encima de todo, la población necesita que se detengan los bombardeos, y que callen finalmente las armas. 
En varias ciudades sitiadas, mi Oficina ha notado un aumento significativo de los índices de mortalidad entre civiles que puede atribuirse a la interrupción de la atención médica sumado a las privaciones y el estrés relacionados con el conflicto.

Tal como una mujer de Kiev relató a mis colegas:  "No puedo imaginarme la situación que están pasando las personas con diabetes, o aquellas que reciben tratamiento contra el cáncer, para quienes es fundamental el tomar medicamentos de forma regular."

Las personas con discapacidades y las personas mayores se enfrentan a una situación humanitaria especialmente terrible.  Los centros de atención sanitaria a larzo plazo están sufriendo falta de alimentos, calefacción, electricidad, agua y medicamentos.  Muchos residentes que tienen afecciones médicas crónicas dependen de terceras personas para recibir cuidados y tienen dificultades para acceder a refugios antiaéreos o a zonas seguras.  Al menos una instalación para pacientes postrados y otras personas con discapacidades, sobre todo personas mayores, resultó incendiada mientras los pacientes se encontraban en el interior, causando aparentemente docenas de víctimas.  Mis colegas en Ucrania se encuentran trabajando para determinar la suerte y paradero de los supervivientes.  Además, las personas con discapacidades desplazadas, quienes permanecen actualmente en instalaciones temporales insuficientemente equipadas, a menudo no tienen acceso a atención médica y servicios de rehabilitación.

Excelencias,

Desde el comienzo de la invasión, las fuerzas armadas rusas han llevado a cabo ataques militares en y cerca de ciudades principales, que incluyen a Chernígov, Járkov, Jerson, Mykolaiv, Sievierodonetsk, Sumy, y Mariupol, así como en la capital Kiev.

En la ciudad sitiada de Mariupol, su población vive bajo el terror.  La situación empeora cada día, con constantes bombardeos, combates en las calles y con la población luchando por sobrevivir con las mínimas necesidades para subsistir incluyendo alimentos, agua y material médico.

Estamos analizando acusaciones de que algunos residentes de Mariupol han sido evacuados por la fuerza, bien hacia territorio controlado por grupos armados que apoyan a Rusia o hacia la Federación Rusa.

En toda Ucrania, los derechos a la vida, libertad y seguridad están siendo atacados.  Se ha extendido la detención de civiles que manifiestan su apoyo a los puntos de vista en favor de Ucrania y que se encuentran en territorios bajo el control de las fuerzas rusas. Mi Oficina ha recibido también acusaciones del asesinato de dos civiles que se consideraba que estaban afiliados a las fuerzas armadas rusas o que apoyaban los puntos de vista en favor de Rusia.  Existen informes de hasta 350 detenciones relacionadas con el conflicto por parte de agentes del orden ucranianos incluyendo cuatro casos donde los familiares de esas personas no recibieron ninguna información en relación a su detención formal, lugar de detención o su suerte.  Además, estoy sumamente preocupada por la abundancia de vídeos disponibles al acceso público y que muestran interrogatorios de prisioneros de guerra bajo custodia tanto de fuerzas ucranianas como rusas.

También hemos recibido algunas acusaciones de violencia sexual relacionada con el conflicto, incluyendo violación, por lo que estamos trabajando para corroborar dicha información.

Asimismo, la libertad de expresión está en peligro.  Todos los días, muchos periodistas valientes luchan una batalla crucial contra la desinformación y la propaganda, a menudo poniendo su propia vida en un gran riesgo.  Siete periodistas y trabajadores de medios de comunicación han sido asesinados desde que empezaran las hostilidades, y otros 15 han sido víctimas de ataques armados, nueve de los cuales resultaron heridos.  Hemos documentado asimismo la detención arbitraria y posible desaparición forzada de 22 periodistas y activistas de la sociedad civil quienes se opusieron abiertamente a la invasión en las regiones de Kiev, Kherson, Lugansk y Zaporiyia.

Quiero subrayar que la presentación independiente y objetiva de los hechos sobre el terreno es absolutamente vital para contrarrestar la difusión dañina de desinformación y propaganda.

Excelencias,

Las devastadoras consecuencias de esta guerra se están sintiendo lejos incluso de las fronteras de Ucrania.

Casi una cuarta parte de la población ucraniana se ha visto obligada a huir, más de 4 millones de personas han huido del país desde que comenzaron los ataques, y se calcula que hay 6,5 millones de personas desplazadas internamente.

Es alentador observar la profusión de apoyo ofrecido a los refugiados por los países vecinos de Ucrania y en otros países del mundo.  Reitero que es fundamental extender este recibimiento a todas las personas que han huido, sin discriminación alguna.  También insto a los países de destino a proporcionar protección especial a las mujeres y niños, muchos de los cuales se enfrentan a riesgos de trata de personas, e incluso de explotación sexual y laboral.

Además, en varios países se ha observado un aumento de la rusofobia.  Mi Oficina continúa vigilando estrechamente estos acontecimientos.

Conforme la guerra se acerca a su sexta semana de duración, reitero mi llamamiento a que los Estados respeten y defiendan el derecho internacional humanitario y las normas internacionales de derechos humanos. Reclamo que se entregue ayuda humanitaria de forma segura y eficaz.  Se deben proteger a todos los civiles y se debe ofrecer un tránsito seguro a aquellos que deseen abandonar el país en la dirección que deseen.  Los prisioneros de guerra deben ser tratados con dignidad y con pleno respeto de sus derechos.

La Misión de Vigilancia de los Derechos Humanos de las Naciones Unidas en Ucrania continuará con su papel vital de supervisión.  A pesar del difícil contexto en materia de seguridad, mis empleados en distintas partes del país continúan registrando las víctimas civiles, las repercusiones de las hostilidades así como las violaciones de derechos humanos.  Aprovecho esta oportunidad para dar las gracias a todos aquellos quienes trabajan para ayudar al pueblo de Ucrania.

Todos los días mis colegas escuchan historias desgarradoras de ucranianos y ucranianas cuyas vidas se han hecho añicos debido a estos brutales ataques.  Justo la semana pasada, hicieron una pregunta sencilla a un hombre desplazado de una ciudad del este de Ucrania: "¿De dónde eres?" Su respuesta fue:  "Soy de Izium, una ciudad que ya no existe."

El terror y la agonía del pueblo de Ucrania es palpable y se siente en todo el mundo. Quieren que se detenga la guerra, y volver a un estado de paz, seguridad y dignidad humana.

Ya ha llegado el momento de atender a su llamamiento. 

Gracias