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Declaraciones y discursos Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos

En la Cumbre del Futuro, Türk desafía a los legisladores a asegurarse de que las decisiones que tomen en el presente tengan en cuenta su impacto futuro para los derechos humanos

23 septiembre 2024

Pronunciado por

Volker Türk, Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos

En

Nueva York - Cumbre del Futuro

Distinguidos copresidentes y copresidentas, excelencias, colegas,

¿Seguirá nuestro mundo en caída libre hacia su colapso?

¿O escogerá en cambio la senda de la justicia, la sostenibilidad y la paz?

Las decisiones que se adopten en esta Cumbre, incluyendo la Declaración sobre las Generaciones Futuras, podrían suponer un punto de inflexión en la historia de este siglo.  

Me gustaría rendir un sincero homenaje a los embajadores de Jamaica y Países Bajos por haber propiciado de manera conjunta esta declaración tan importante.

Nuestra capacidad para hacer daño, e incluso para acabar con toda la humanidad ha adquirido dimensiones sin precedente alguno.

No obstante, podemos hacer uso de esa capacidad tecnológica para contribuir al bienestar de las generaciones futuras.

Nos enfrentamos a un precipicio de crisis agudas ocasionadas por la triple amenaza planetaria; tecnologías digitales en constante transformación; así como una nueva oleada de conflictos sobrecogedores.

Pero podemos alejarnos de ese precipicio

Podemos volver a construir espacios para facilitar conversaciones multilaterales auténticas que han quedado inutilizadas por la polarización.

Podemos instituir un multilateralismo que sea efectivo, cooperativo: el garante de nuestro bien común y con vistas a largo plazo.

Podemos lograr los Objetivos de Desarrollo Sostenible, cuya propia denominación representa una promesa para las generaciones del futuro.

Tenemos esa capacidad.

Tenemos esa responsabilidad.

Lo que necesitamos es tener la fuerza de voluntad para llevarlo a cabo.

En la base de esta Cumbre, y de los objetivos que trata de conseguir, se asienta un cambio fundamental en nuestra mentalidad, el cual ha de integrar los intereses, y derechos, a largo plazo, para las generaciones del futuro.

Hemos de atender a las amenazas para el planeta, de forma clara y decisiva, y permaneciendo juntos y juntas.

Hemos de poner fin a los conflictos que están destrozando vidas y esperanzas.

Hemos de regular de manera responsable las nuevas tecnologías.

Tenemos que volver a aprender a respetar el derecho internacional.

Tenemos que invertir en justicia.  En construir una armonía social.  En un desarrollo que todos podamos compartir.

Necesitamos de una visión estratégica y orientada al futuro que pueda hacer realidad las promesas expresadas en la Carta y en la Agenda 2030: utilizando como impulso la ciencia, los datos, las previsiones sobre el futuro, para elaborar una planificación adecuada a largo plazo que se adapte a las amenazas que surjan a la vez que nos mantenemos firmes en cuanto a los objetivos principales.

En resumen, necesitamos de los principios pragmáticos, eficaces y probados que sostienen los derechos humanos.

Las normas de derechos humanos se fijan en las lecciones que enseña el pasado, y las usan para influir en las decisiones de hoy, para de este modo proteger nuestro presente y nuestro futuro.

Para salvaguardar a la humanidad, hemos de promover culturas organizativas que se basen en los derechos humanos y a la vez se orienten hacia el futuro.

Es por eso que desafío a todos los encargados de diseñar políticas, desde alcaldes locales hasta Jefes de Estado y representantes nacionales presentes en foros mundiales, a que se aseguren que cada decisión que tomen tenga en consideración su repercusión para los derechos humanos, para nuestro planeta, y para las generaciones que están por venir.

Ese es el tipo de liderazgo que todos podemos llegar a mirar con admiración.

Y el tipo de liderazgo que puede marcar la diferencia.

Gracias

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