Declaraciones y discursos Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos
Rusia "debe cesar de forma inmediata su uso de la fuerza contra Ucrania," declara Türk
19 diciembre 2023
Pronunciado por
Volker Türk, Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos
En
Diálogo interactivo del Consejo de Derechos Humanos acerca de las conclusiones del informe del ACNUDH sobre la situación de derechos humanos en Ucrania
Sr. Presidente
Excelencias,
Distinguidos delegados y delegadas,
Paz no es una palabra que yo pueda oír muy a menudo estos días.
La situación en Ucrania viene a sumarse a un sinfín de sufrimiento continuo, a la vez que la atención del mundo parece encontrarse hastiada por las incontables crisis en las que andamos sumidos. Comparto el dolor de la población ucraniana, quienes tienen derecho a la paz, y quienes merecen la paz, en línea con la Carta de las Naciones Unidas y el derecho internacional. En cambio, temo que este conflicto que se ha prolongado y arraigado afectará a las vidas y los derechos humanos de las próximas generaciones.
Ya han transcurrido 662 días desde que comenzara la invasión a gran escala de Ucrania por parte de Rusia. Mi Oficina continúa llevando a cabo un seguimiento y labor de documentación extensos por medio de nuestra Misión de Vigilancia de los Derechos Humanos en Ucrania, basados en una metodología rigurosa, probada y testada, la cual hemos ido desarrollando durante décadas. Una documentación que sigue señalando violaciones flagrantes del derecho internacional de derechos humanos y violaciones graves del derecho internacional humanitario, además de crímenes de guerra, cometidos en su mayor parte por las fuerzas de la Federación de Rusia.
Estas violaciones incluyen 142 casos de ejecución sumaria de civiles desde febrero de 2022, en territorio bajo el control de las fuerzas armadas rusas u ocupado por la Federación de Rusia. En el territorio ocupado, hemos documentado la tortura y malos tratos generalizados de detenidos, que incluyen violencia sexual, así como un gran número de desapariciones forzadas.
Además, la Federación de Rusia ha obviado de forma general la adopción de medidas adecuadas para proteger a los civiles y los objetos civiles protegidos de los efectos de sus ataques.
Sr. Presidente,
A fecha de 4 de diciembre, mi Oficina ha registrado y confirmado más de 10.000 muertes de civiles a resultas del conflicto que comenzara en febrero de 2022, entre los que se incluyen a más de 560 niños y niñas. Se ha confirmado que otros 18.500 civiles han sufrido heridas de distinta consideración, muchas de ellos siendo heridas de gravedad. La cifra real es con probabilidad considerablemente superior.
Tienen delante de ustedes el Informe A/HRC/55/CRP.2. Este informe abarca sucesos acontecidos entre el 1 de agosto y el 30 de noviembre de este año. Durante el período que hemos documentado, 2.440 civiles resultaron muertos y heridos, la mayor parte debido a armas explosivas con efectos sobre zonas amplias, como por ejemplo proyectiles de artillería y cohetes; municiones de racimo; además de misiles, así como los denominados drones merodeadores.
La mayor parte de estos civiles resultaron muertos en zonas de Donetsk, Kharkiv, Kherson y Zaporizhzhia, cerca de las primeras líneas de combate, y entre los cuales hubo un número desproporcionado de personas mayores, las cuales no habían querido o podido desplazarse a lugares más seguros.
También se registró un número significativo de víctimas debido a ataques con misil lanzados por la Federación de Rusia contra objetivos situados en zonas residenciales densamente pobladas, a menudo situadas lejos del frente de batalla. Los múltiples ataques con misil de la semana pasada en Kiev, los cuales dejaron más de 50 personas heridas y dañaron varios edificios de apartamentos, suponen otro ejemplo más. La población que vive en otros lugares del país tampoco se siente segura.
Además, minas y restos explosivos de guerra han causado más de 1.000 víctimas civiles desde febrero de 2022. Esta presencia extendida de minas y material explosivo, a lo largo de amplias zonas de Ucrania, pone en riesgo las vidas, derechos y sustentos de personas ucranianas tanto a corto como a largo plazo.
Los ataques con misiles rusos se han dirigido asimismo contra instalaciones de almacenamiento de grano y de transporte, las cuales son necesarias para la exportación de alimentos y constituyen objetos civiles protegidos conforme al derecho internacional humanitario. Estos ataques ponen en peligro un sector crítico de la economía de Ucrania, además de privar a personas de numerosos países de alimentos vitales para su supervivencia.
Además, más de 1.300 centros educativos o sanitarios han resultado dañados o destruidos desde febrero de 2022, más de 100 de los mismos durante el período que abarca este informe. Un escaso porcentaje de la mitad de los niños y niñas en Ucrania pueden asistir a clases presenciales todos los días.
Sr. Presidente,
En territorios ocupados por la Federación de Rusia, incluyendo a Crimea, hemos documentado patrones de detención arbitraria y desaparición forzada por parte de las fuerzas armadas rusas, de funcionarios locales, periodistas, activistas de la sociedad civil y de otros civiles. Entre estos se incluyen a numerosos activistas tártaros de Crimea.
La Federación de Rusia no nos ha permitido el acceso a ningún centro de detención de estos territorios, lo que nos impide realizar un recuento total de estos casos. No obstante, entre las víctimas de detención arbitraria, detención en régimen de incomunicación y desaparición forzada documentadas por mi Oficina desde el 24 de febrero de 2022, al menos 100 civiles murieron tras haber sido detenidos por las autoridades rusas. Al menos 39 de ellos mostraban signos de haber sido torturados antes de su muerte: las prácticas de tortura y otros tratos crueles han sido generalizados en centros de detención situados en territorios ocupados por los rusos. Muchos de los casos de tortura que hemos documentado han incluido además violencia sexual.
La Oficina no cuenta además con acceso a prisioneros de guerra ucranianos quienes han sido recluidos en territorios ocupados por la Federación de Rusia. Muchas familias no han recibido ninguna comunicación de estos prisioneros, lo que les ha provocado una gran preocupación al no saber que ha sido de ellos. Rusia también ha retenido a personal médico militar ucraniano, lo que es contrario al derecho internacional humanitario.
La Oficina está analizando seis nuevas denuncias de asesinatos de civiles por soldados rusos en territorio ocupado. Las autoridades rusas anunciaron la detención de dos soldados rusos en relación con el asesinato de una familia de nueve personas, entre las que se incluían dos niños, en Volnovakha, en el oblast de Donetsk. Existen también indicios que señalan que se ha abierto una investigación sobre un segundo caso que hemos verificado, en el cual una pareja fue asesinada en Maly Kopani, en el oblast de Kherson.
En virtud del derecho internacional, la potencia ocupante debe mantener el statu quo, en la medida en que sea posible. No obstante, mi Oficina ha continuado documentando acciones por parte de la Federación de Rusia destinadas a imponer sus propias leyes, además de estructuras legales, políticas y administrativas en zonas que ha ocupado y supuestamente anexionado, lo que contraviene el derecho internacional, y que ha incluido incluso el reclutamiento forzoso de hombres ucranianos para prestar servicio en las fuerzas militares rusas y luchar contra su propio pueblo.
En el período que abarca el informe, las autoridades ucranianas han seguido procesando y condenando a personas procedentes de zonas que están o han estado bajo ocupación rusa. A fecha de 30 de noviembre, se habían presentado cerca de 8.600 acusaciones penales en relación con actividades de colaboración o por cargos similares, en donde los tribunales dictaron, en la mayor parte de los casos, que los acusados permanecieran bajo custodia mientras se encontraban a la espera de juicio. Se han emitido veredictos en 941 casos. En opinión de mi Oficina, muchas de estas personas fueron condenadas por conductas que podría ser totalmente lícitas, incluyendo, por ejemplo, el trabajo destinado a asegurar el funcionamiento continuado de servicios sociales y de las escuelas en zonas ocupadas. Insto a las autoridades ucranianas a restringir la definición de «colaboración», con el fin de evitar que esta definición entre en conflicto con actividades que sean lícitas en base al derecho internacional humanitario.
Quiero destacar también mi preocupación en relación a la libertad de religión y creencia en Ucrania, dadas las continuas medidas puestas en práctica por las autoridades contra el Iglesia Ortodoxa Ucraniana. Se ha presentado un proyecto de ley para establecer un procedimiento para disolver cualquier organización religiosa vinculada a la Federación de Rusia. Estas restricciones propuestas al derecho de libertad de religión no parecen cumplir con la normativa internacional de derechos humanos.
Cuando visité Ucrania en diciembre del año pasado, me di cuenta de la necesidad de no perder de vista la visión del día después. Prepararse ahora para el tipo de Ucrania en el que a la población le gustaría vivir una vez acabada la guerra. Para esto se requiere de la consolidación de la inclusión social para todas las comunidades, así como la protección de los derechos de las minorías, incluyendo el derecho a usar cualquier lengua que se hable en Ucrania.
Respecto a la cuestión del traslado forzoso de niños y niñas ucranianos a la Federación de Rusia, hemos documentado la devolución de dos niños a Ucrania durante el período que abarca el informe. Reitero nuestro llamamiento para un retorno inmediato de todas las personas deportadas y trasladadas, incluyendo niños y niñas.
También sigo sumamente preocupado por las posibles amenazas para la seguridad de la Central de Energía Nuclear de Zaporizhzhia, una de las instalaciones nucleares de mayor tamaño de Europa, la cual continúa estando ocupada por fuerzas rusas. El uso continuo de armamento pesado en las cercanías de la instalación, y los temores sobre una gestión inadecuada de sus sistemas, caracterizados por su complejidad, podrían resultar en daños catastróficos para los derechos humanos.
Sr. Presidente,
Apelo a todos los Estados, en especial a aquellos con influencia en la zona, a solicitar medidas inmediatas y de calado por ambas partes, y, de manera especial, por la Federación de Rusia, con el fin de asegurar que su personal militar cumple plenamente con el derecho internacional humanitario y las normas de derechos humanos. Ambas partes deben adoptar todas las precauciones posibles para evitar y minimizar daños a los civiles, incluso a la hora de seleccionar medios y métodos de guerra. Deben cesar en el uso de armas explosivas con efectos de gran alcance en zonas pobladas, así como localizar en un mapa con minuciosidad la ubicación de minas. Los prisioneros de guerra deben ser tratados en plena conformidad con el derecho internacional humanitario.
Deben llevarse a cabo investigaciones oportunas en el tiempo y eficaces sobre todas las acusaciones de violaciones, acompañadas de un enjuiciamiento adecuado y la exigencia de rendición de cuentas para los supuestos autores, incluyendo aquellos con responsabilidad de mando. Las víctimas tienen derecho a recurso, reparación y apoyo.
Los ataques dirigidos contra infraestructura civil, incluyendo instalaciones relacionadas con la producción y exportación de grano; así como las prácticas de detención arbitraria y tortura, deben cesar de forma inmediata.
Insto a la Federación de Rusia a permitir el acceso por parte de supervisores independientes e imparciales a los centros de detención, y a respetar, plenamente, el derecho internacional humanitario aplicable en el territorio que mantiene bajo ocupación, y que incluya hacer efectivas las leyes ucranianas, y acabar con el reclutamiento forzoso de civiles protegidos.
Ucrania está obligada a ajustar la "Ley sobre Actividades de Colaboración" al derecho internacional, y abstenerse de enjuiciar a personas por colaboración en los casos en que su cooperación con las autoridades ocupantes se encuadre dentro del derecho internacional humanitario. Debe garantizar que la legislación protege la libertad de religión y que no discrimina a ninguna otra comunidad religiosa. También insto a una adopción urgente de una estrategia nacional para la protección de los civiles.
También apelo tanto a la Federación de Rusia como a Ucrania a hacer todo lo que esté en sus manos para garantizar la seguridad de las operaciones de funcionamiento de las centrales de energía nuclear de Ucrania.
En última instancia, solamente hay una solución posible para este conflicto trágico y de gran alcance: una paz justa. En conformidad con la Resolución de la Asamblea General ES-11/1 y la orden vinculante dictada por la Corte Internacional de Justicia, la Federación de Rusia debe poner fin de forma inmediata a su uso de la fuerza contra Ucrania.
Gracias.
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