Declaraciones y discursos Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos
Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos Volker Türk concluye su visita oficial a Uzbekistán con una conferencia de prensa
15 marzo 2023
Pronunciado por
Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos Volker Türk
Lugar
Tashkent
Barchaga assalomu alaykum (Buenas tardes a todo el mundo). Gracias por venir y permítanme comenzar agradeciendo al gobierno de Uzbekistán su invitación a visitar el país.
He recibido una atención exquisita los últimos tres días, y he mantenido debates sinceros y constructivos con una amplia variedad de personas, desde altos funcionarios del Gobierno hasta defensores y defensoras de derechos humanos. Esta mañana, me reuní con el Presidente Mirziyoyev quién me ofreció detalles sobre el proceso de reformas que hay en marcha. Se han llevado a cabo un gran número de pasos para la transformación de Uzbekistán durante los últimos seis años y valoro profundamente el compromiso del Presidente para situar a los derechos humanos en el centro de estos avances. No debemos olvidar que cuando hablamos sobre derechos humanos, se trata del cuento de nunca acabar.
Es vital que los derechos humanos sean la base de las vidas diarias de todas las personas. Me gustaría ofrecerles un ejemplo: durante mi visita a Uzbekistán, me reuní con una mujer joven. Ella usó lengua de signos para compartir conmigo sus frustraciones y sus decepciones. Pero ella también expresó su confianza y explicó que, como licenciada en derechos humanos, ella consideraba que los derechos humanos la legitimaban como ser humano, que eran importantes para su autoestima. Usando signos, explicó: «Quiero que el sistema cambie para que los y las jóvenes como yo puedan disfrutar de más oportunidades.» Como Alto Comisionado, tengo la esperanza de que con las nuevas reformas, un nuevo Uzbekistán le pueda ofrecer a ella, así como a todos y todas los uzbekos y uzbekas, la oportunidad y capacidad para vivir una vida plena y digna. Me conmovió su determinación, y comparto su esperanza en el futuro.
Uzbekistán tiene una historia pintoresca y rica pero a la vez muy compleja. La última vez que había visitado el país fue poco después de su independencia, y hoy en día veo un país muy diferente. Sólo hace falta echar un vistazo a Tashkent. Veo un país lleno de oportunidades.
Uzbekistán heredó estructuras que no tenían mucha consideración por los derechos humanos. Durante los últimos seis años este hecho ha cambiado de raíz. Las reformas presidenciales han incluido reformas legales considerables en una amplia gama de campos; el fin de los trabajos forzados en los campos de algodón; la concesión de la nacionalidad a las más de 76.000 personas que eran anteriormente apátridas; el regreso y reintegración de más de 500 mujeres y niños y niñas de campamentos en Siria y otros lugares. He solicitado a otros Estados que sigan su ejemplo. Existe ahora una cooperación sólida con mecanismos internacionales de derechos humanos, con el Consejo de Derechos Humanos (como ustedes ya saben, Uzbekistán es miembro del Consejo de Derechos Humanos) y con mi Oficina en diversas cuestiones, que incluyen la ratificación de la Convención Internacional sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad. La educación en derechos humanos es muy importante y el Gobierno se comprometió a ponerla en práctica.
Durante mi visita de esta semana, los funcionarios hablaron sobre la magnitud de los desafíos que les quedan por delante. Me comentaron también las dificultades que han heredado, y no lo olvidemos, las viejas costumbres nunca mueren. Con el tiempo, los planteamientos y medidas de derechos humanos han ido arraigándose cada vez más en el tejido social del país y en la propia sociedad. El ritmo de las reformas se ha acelerado, y sé perfectamente que este proceso irá en incremento aunque aun quede una labor ardua por delante. De hecho, nadie debe quedarse atrás. Es una cuestión en última instancia de derechos humanos.
Mi Oficina valora la cooperación que ha sido reforzada por el Gobierno, incluyendo mi Oficina Regional para Asia central, así como su invitación a consolidar aun más esta colaboración, esto es un aspecto positivo que me llevo de mi visita. Durante mi visita he tenido la oportunidad de compartir mis observaciones y recomendaciones con el Gobierno.
Saqué a colación, por ejemplo, la necesidad de abordar una evidente brecha de género que existe en todos los ámbitos sociales, desde la esfera política hasta la pública. Celebro el compromiso firme por parte del Presidente y del Presidente del Senado para remediar este desequilibrio. Me animaron a conocer los planes diseñados para penalizar la violencia de género dentro del hogar. También he alentado a crear una legislación para despenalizar las relaciones entre personas del mismo sexo, en línea con las normas internacionales de derechos humanos. Mi Oficina está lista para ayudar al país a cambiar su legislación la cual penaliza la transmisión del VIH en cualquier circunstancia.
En relación a la cuestión de la tortura y malos tratos en situación de detención, es clave mantener un planteamiento de tolerancia cero en la legislación así como en la práctica. Mi Oficina ha recibido garantías de que Uzbekistán está trabajando para ratificar el mecanismo clave para vigilar y prevenir la tortura, el Protocolo Facultativo de la Convención contra la Tortura. Espero y confío que este paso se lleve a cabo con prontitud ya que, como ya sabemos, las palabras se demuestran siempre con hechos. En mayor medida, es necesario afianzar una perspectiva de derechos humanos en el proceso continuo de reformas, especialmente cuando se trata de la aplicación de la ley y la administración de justicia.
También debatí la importancia de que las instituciones del Estado creen un entorno que sea verdaderamente propicio para posibilitar la plena participación de actores de la sociedad civil en el proceso general de reformas.
Sabemos, en el campo de los derechos humanos, que una sociedad civil dinámica es un pilar básico para la estructura de los derechos humanos. Es vital que las organizaciones no gubernamentales puedan funcionar en un entorno libre de interferencias. De igual manera, un entorno plural es esencial para animar a que exista una representación variada de opiniones y para ampliar el espacio cívico.
La libertad para los medios de comunicación y un espacio digital abierto pueden facilitar un entorno propicio para que todos participen plenamente en el desarrollo y crecimiento del país. Esto incluye dar pasos adicionales en la protección de periodistas y los medios de comunicación, así como para asegurar la libertad de expresión.
Durante mi visita, también viajé a la República de Karakalpakstán y a su capital Nukus. Tuve el privilegio de entablar conversaciones con jóvenes en el Museo Savitsky además de con líderes comunitarios y personas mayores en una majallia, o comunidad local, en las afueras de la ciudad. En mis encuentros descubrí la creatividad y determinación de este pueblo, así como un deseo real de incorporar los derechos humanos en todos los aspectos de sus vidas.
Conocido como «el Louvre del desierto», el museo proporcionó un “refugio” para obras de arte que las antiguas autoridades soviéticas consideraban inaceptables. Muchos artistas fueron encarcelados en su momento, exiliados a campos de trabajo o internados en manicomios durante gran parte de sus vidas. Este museo junto con las obras de arte de vanguardia que alberga sirve como crudo recordatorio del dolor y sufrimiento que soportaron muchas personas en esta parte del mundo. También rinde homenaje a la importancia de los logros del ser humano, la resiliencia y la necesidad de conservar la cultura local. El respeto por los derechos culturales es imperativo para el desarrollo de sociedades plenamente realizadas e inclusivas. Los museos, como el que pude visitar, han proporcionado un espacio seguro crucial para posibilitar el pensamiento libre.
En el museo, conversé también con cerca de 600 estudiantes procedentes de todas las partes del país, pudiendo compartir distintos puntos de vista, tanto en persona como en línea, sobre una variedad de cuestiones, incluyendo los derechos de las personas con discapacidad, la brecha digital, las cuestiones de género, el medioambiente y el cambio climático. De manera especial, el pueblo de Karakalpakstán se enfrenta a la dura realidad del abandono y deterioro del medioambiente. La desecación del cercano Mar de Aral, que fue en su tiempo el cuarto lago más grande del mundo, es otro triste recordatorio de los riesgos que corre el mundo.
También mantuve debates sinceros con funcionarios del Gobierno y con la sociedad civil sobre los acontecimientos vividos en julio de 2022 en Nukus. Reiteré la petición por parte de mi Oficina de que exista una revisión «posterior a las medidas adoptadas» transparente e independiente, y que incluya exigir responsabilidades a los autores por la pérdida de vidas. También destaqué la importancia de las normas de un juicio justo en este contexto, así como el papel del diálogo inclusivo para generar confianza, donde se puedan extraer lecciones para el futuro.
A la vez que Uzbekistán traza reformas adicionales, mi Oficina está preparada para apoyar todos los esfuerzos destinados a consolidar el contrato social, basándose en la inclusión, la participación y la protección. Es una cuestión en última instancia de contar con un espacio cívico positivo. Estos compromisos, como he podido comprobar en muchas situaciones en distintos países en todo el mundo, ayudan a pavimentar el camino hacia el desarrollo sostenible, en especial para los y las jóvenes.
En mis reuniones, he animado a todo el mundo a contemplar la Declaración Universal de Derechos Humanos (DUDH), un documento que celebra su 75º aniversario este año, como inspiración para ayudar a diseñar la ruta donde los derechos humanos sean la base de su trabajo y de las vidas de todas las personas.
La DUDH es un logro de la humanidad para el establecimiento de normas para todas las personas y naciones, y es un proyecto global para las leyes y políticas internacionales, nacionales y locales y un fundamento de la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible.
Sabemos que los derechos humanos, cuando se aplican, actúan como salvaguardas y como un plan de acción concreto para el desarrollo, la paz y la seguridad.
Sabemos que los derechos humanos, cuando se aplican, actúan como salvaguardas y como un plan de acción concreto para el desarrollo, la paz y la seguridad.
Katta rahmat (Gracias)
FIN
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