Haití: Türk advierte del empeoramiento de la crisis de derechos humanos tras el mes más violento en dos años

GINEBRA (9 de febrero de 2024) - El Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos Volker Türk lanzó el viernes una advertencia urgente sobre el empeoramiento de la situación catastrófica de derechos humanos en Haití, después de que las cifras reflejaran que enero fue el mes más violento en más de dos años.

«La situación ya de por sí grave de derechos humanos se ha agravado aún más, en medio de una violencia de las bandas incesante y que se extiende cada vez más, lo que conlleva consecuencias desastrosas para la población de Haití» afirmó Türk.

Al menos 806 personas, que eran ajenas a los enfrentamientos violentos que se sucedieron, resultaron muertas, heridas, o secuestradas en enero de 2024.  Además, cerca de 300 miembros de bandas resultaron asesinados o heridos, lo que hizo que el número total de personas afectadas llegara a las 1.108, una cifra tres veces superior a la registrada en enero de 2023.

La violencia de las bandas está afectando a todas las comunas de la zona metropolitana de Puerto Príncipe, a la vez que miembros de bandas continúan luchando por el control del territorio y han intensificado sus actividades en zonas fuera de la capital.  La intensidad de los choques, los cuales, en ocasiones, se han sucedido durante varias horas, parece indicar que algunas de las bandas han recibido recientemente munición adicional.

Personas residentes en zonas controladas por las bandas han resultado atacadas. Las bandas continúan también usando la violencia sexual como arma contra las mujeres y niñas, a la vez que propagan el miedo compartiendo en las redes sociales locales fotos y vídeos truculentos donde se muestran personas asesinadas o mujeres siendo violadas.

Las consecuencias de esta espiral de violencia para los niños y niñas sigue revistiendo especial preocupación. En 2023, 167 niños y niñas resultaron muertos o heridos por disparos de bala. Algunos de ellos fueron ejecutados por bandas o por los denominados grupos de «auto-defensa» por su supuesto apoyo a rivales. El reclutamiento de niños por las bandas sigue siendo extremadamente preocupante.

En este contexto de violencia generalizada, se han desarrollado durante las últimas semanas protestas callejeras anti-gubernamentales además de malestar social, los cuales contaban con el apoyo de partidos políticos de la oposición, en al menos 24 ciudades de todo el país, incluyendo la capital. Escuelas, servicios públicos y negocios locales se han visto obligados a cerrar. 

Recientemente han aparecido elementos armados, incluyendo a algunos miembros de la denominada «Brigada de Seguridad de Áreas Protegidas» (en francés, Brigade de Sécurité des Aires Protégées ), o BSAP), una entidad informal que se creó hace algunos años por parte de un organismo encargado de cuestiones medioambientales. 

A la vez que algunas de estas protestas han acabado en violencia, durante las cuales se han saqueado edificios públicos y privados, existe también una preocupación constante por el uso innecesario y desproporcionado de la fuerza por parte de los órganos encargados del mantenimiento del orden.

Entre el 20 de enero y el 7 de febrero, al menos 16 personas resultaron muertas y 29 heridas principalmente en el contexto de enfrentamientos entre manifestantes y la policía.

Los agentes de policía deben respetar en todo momento los principios de legalidad, necesidad y proporcionalidad a la hora de gestionar las protestas, en conformidad con las normas de derechos humanos, y además los manifestantes deben expresar sus demandas de manera pacífica, advirtió el Jefe de Derechos Humanos de las Naciones Unidas.

«Cada día que pasa, se registran más víctimas. Ahora, más que nunca, las vidas de los haitianos y haitianas dependen del despliegue, sin más demora, de la Misión Multinacional de Apoyo a la Seguridad para Haití (MSS), con el fin de prestar apoyo a la Policía Nacional y garantizar la seguridad de la población de Haití, conforme a condiciones que cumplan con la normativa internacional de derechos humanos,» aseguró.

Como añadido a la necesidad de mejorar la situación de seguridad, es fundamental también llamar la atención sobre el impacto que tiene esta nueva oleada de violencia para la economía de Haití, y a la hora de extender la inseguridad alimentaria. La alta inflación debida a la extorsión y los bloqueos de carreteras han dejado a millones de haitianos y haitianas privados de los productos más básicos. Más de 313.000 personas se han visto obligadas a abandonar sus hogares. Muchas personas han buscado refugio en lugares atestados e insalubres, lo que perjudica su capacidad para acceder a servicios de salud y educación.

«Como ya he repetido varias veces, a la vez que la mejora de la situación se seguridad es un requisito previo indispensable para romper con el ciclo de crisis en Haití, solamente se podrá conseguir la estabilidad a largo plazo si se atienden las causas originarias de la pobreza, la discriminación social y económica y la corrupción,» quiso recalcar Türk.