Comentario del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Zeid Ra’ad Al Hussein, sobre el arresto en Camboya del dirigente opositor Kem Sokha.

GINEBRA (4 de septiembre de 2017) – Estoy sumamente preocupado por el arresto del dirigente opositor camboyano Kem Sokha, medida que al parecer se ha llevado a cabo sin respetar las garantías relativas al debido proceso judicial ni a su condición de miembro del parlamento con derecho a inmunidad.

El Sr. Sokha ha sido acusado de traición, cargo que entraña una condena de 15 a 20 años de reclusión, sobre la base del vídeo de un discurso que pronunció en 2013 y que ha sido de dominio público desde esa fecha. Asimismo me preocupa que numerosas declaraciones públicas sobre la presunta culpabilidad del Sr. Sokha, formuladas por el Primer Ministro y otros altos funcionarios gubernamentales, vulneren la presunción de inocencia y el derecho a un juicio justo, al que el acusado tiene derecho en virtud de las leyes camboyanas y el derecho internacional de los derechos humanos.

El arresto del Sr. Sokha es aún más inquietante porque ocurre en medio de otras medidas que ha adoptado recientemente el Real Gobierno de Camboya. Estas medidas han causado el cierre de una organización no gubernamental extranjera y se han dirigido contra medios de comunicación, entre otros, numerosas emisoras de radio y uno de los principales diarios de lengua inglesa, The Cambodia Daily, que se ha visto obligado a cesar su publicación tras 24 años de existencia.

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