Camboya: Türk insta a adoptar un «nuevo rumbo» para asegurar una votación libre y justa

El Jefe de Derechos Humanos de las Naciones Unidas Volker Türk instó hoy al gobierno de Camboya a actuar con celeridad con el fin de posibilitar y proteger un entorno propicio para que se lleven a cabo unas elecciones generales libres y justas el próximo mes, a la vez que afirmó que estaba profundamente preocupado por las restricciones al espacio cívico que se han producido con anterioridad a las votaciones.

«Antes de que se lleven a cabo las elecciones, debe existir un entorno abierto y plural el cual garantice los derechos a la libertad de expresión y de opinión, así como la libertad de reunión y de asociación. Estos elementos constituyen el núcleo de las sociedades abiertas y libres tal como contempló la Declaración Universal de Derechos Humanos,» declaró el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos.

La Comisión Electoral Nacional inhabilitó a principios de este año al Candlelight Party (CLP) y al Khmer United Great Nation Party para presentarse a las elecciones al tiempo que se han dictado largas penas de prisión contras otras figuras de la oposición. Conforme al derecho internacional, todos los ciudadanos y ciudadanas tienen el mismo derecho a presentar su candidatura a unas elecciones, un derecho que solamente puede estar sujeto a restricciones que sean objetivas, razonables y no discriminatorias.

Se han impuesto multas elevadas a otros actores políticos, como en el caso de Son Chhay, el Vicepresidente del CLP, quién fue condenado a pagar más de un millón de dólares americanos en multas y en compensaciones al Comité Electoral Nacional, así como al Partido Popular Camboyano en el poder por difamaciones.

Además esta semana, el Primer Ministro declaró que el Gobierno tiene intención de enmendar la ley electoral con el fin de prohibir presentarse como candidato en futuras elecciones a cualquier persona que boicotee las votaciones, o que anime a otros a hacerlo. Una enmienda de este tipo, de aprobarse, constituiría una restricción excesiva al derecho a la libertad de expresión y una vulneración del derecho de todos los ciudadanos y ciudadanas a presentar su candidatura a unas elecciones, algo que está garantizado por la Constitución de Camboya y por los instrumentos internacionales de derechos humanos.

Defensores y defensoras de derechos humanos, sindicalistas y activistas políticos se enfrentan aparentemente a sanciones legales por haber ejercido sus derechos a la libertad de expresión, reunión o asociación pacíficas, tal como vienen protegidos por instrumentos internacionales de derechos humanos, incluyendo el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos, ratificado por Camboya en 1992.

«Los Acuerdos de Paz de París y los tratados internacionales de derechos humanos son los garantes de la paz, la prosperidad y de un futuro mejor para Camboya,» aseguró Türk.

«Yo apelo a los líderes de Camboya a cambiar ahora el rumbo de sus medidas con el objeto de propiciar una sociedad civil vibrante, un espacio para el debate abierto y el respeto por los derechos humanos.»