Comunicados de prensa Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos
La violencia y la inseguridad se extienden en la RCA
República Centroafricana
16 mayo 2017
GINEBRA/BANGUI (16 de mayo de 2017) – El Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Zeid Ra’ad Al Hussein, expresó el pasado martes su profunda preocupación ante la extensión de los ataques perpetrados por grupos armados contra la población civil que se detectan desde hace algunos meses en varias regiones de la República Centroafricana, así como por los atentados contra las fuerzas de mantenimiento de la paz de las Naciones Unidas en el sureste del país.
Zeid se mostró especialmente inquieto por el recrudecimiento de los asesinatos selectivos de civiles ocurridos desde la reanudación de las luchas entre grupos rivales en noviembre de 2016.
Precisamente este último fin de semana, en Bangassou, en el sur del país, hombres armados (presuntamente de la milicia anti-Balaka) utilizaron armamento pesado para atacar la base de la misión de las Naciones Unidas en la RCA (MINUSCA*). También atacaron el barrio musulmán de Tokoyo, donde resultaron muertos numerosos civiles y otros muchos heridos, aunque sigue sin conocerse la cifra exacta de víctimas. Uno de los miembros de la MINUSCA falleció de un disparo durante el ataque y al menos otro resultó herido.
También en el sur, en la localidad de Alindao y otras poblaciones colindantes, informes no confirmados apuntan a que entre el 7 y el 9 de mayo, varios enfrentamientos entre miembros del grupo anti-Balaka e integrantes del grupo denominado “Unité pour la Paix en Centrafrique” (UPC) -aliados de la antigua milicia Seleka- resultaron en el asesinato de al menos 56 civiles. Se cree que los anti-Balaka son responsables de la muerte de 19 civiles, entre ellos 13 de la etnia fulani, y de un imán. Como represalia, miembros de la UPC asesinaron presuntamente a 37 civiles y se cree que más de 3.000 civiles han tenido que huir. La MINUSCA aún no ha podido verificar estos informes.
La investigación llevada a cabo por la División de Derechos Humanos de la MINUSCA apunta a que entre los meses de marzo y mayo de 2017 fueron asesinados más de 121 civiles (estas cifras no incluyen los dos incidentes mencionados más arriba), así como seis miembros de las fuerzas de mantenimiento de la paz. A continuación, se detallan los incidentes más graves.
-- El 7 de marzo, miembros de la UPC atacaron presuntamente la ciudad de Goubali 2, en el centro de la RCA, asesinaron a 8 civiles y saquearon y quemaron numerosas viviendas. Entre el 13 y el 31 de marzo, en otra serie de ataques de la milicia anti-Balaka y la UPC, 40 civiles fueron asesinados -entre ellos cinco niños y cuatro hombres de la etnia fulani- y 26 resultaron heridos. Se incendiaron varias casas y se expulsó a la población de Atongo-Bakari y otros enclaves mineros del municipio de Danga-Gboudou. También se ha informado de que miembros de la milicia UPC arrojaron a varios niños a las agua del cercano río Ngoubrou.
-- En el este de la RCA, entre los días 7 y 15 de marzo, miembros del grupo anti-Balaka atacaron y asesinaron a 10 civiles fulani en la ciudad de Site Chinois y a otros tres civiles en la aldea de Bimbe, cerca de la ciudad de Bria. Los civiles huyeron a varias localidades de la prefectura de Mboumou, más al sur, y otros cruzaron a la vecina República Democrática del Congo. También se cree que entre el 6 y el 20 de marzo fuerzas de la UPC atacaron a civiles en las localidades de Rou y Ndjolina, donde asesinaron a nueve civiles, entre ellos a dos niños, e hirieron a muchos otros, además de incendiar sus hogares.
-- En el sur, el 30 de marzo, 13 civiles fueron asesinados y otros 14 resultaron heridos a consecuencia de un enfrenamiento entre fuerzas de la UPC y de la FPRC. Los habitantes se vieron desplazados hacia el norte, a la localidad de Guigui.
-- Se cree que miembros de la coalición FPRC/anti-Balaka asesinaron a 22 civiles en las ciudades de Bakouma y Nzako, también situadas al sur del país. Igualmente, han llegado noticias sobre un ataque de miembros de la UPC, que el pasado 4 de abril asesinaron a tres civiles, entre ellos a un niño, en la localidad de Goulu e hirieron a otras dos personas. Según la información proporcionada por varios contactos, el 27 de abril al menos cuatro hombres fulani fueron asesinados por miembros de la milicia anti-Balaka en el pueblo de Yongofongo donde, el 8 de mayo, presuntos guerrilleros de este grupo emboscaron a un convoy de las fuerzas de mantenimiento dela paz de la MINUSCA, asesinaron a cinco de ellos e hirieron a otros diez. Se trata del ataque más mortífero contra la MINUSCA desde su despliegue en el país a finales de 2014.
-- El 2 de mayo, en el municipio de Niem, situado en la zona occidental de la RCA, entre Bouar y la frontera con Camerún, miembros del grupo rebelde Retour, Réclamation et Réhabilitation (3R) asesinaron presuntamente a nueve hombres dentro de una iglesia de un tiro en la cabeza. Al parecer, al día siguiente, en un encuentro con los habitantes del pueblo, el líder del grupo 3R reconoció la autoría del incidente y se disculpó por ello. Hasta ahora no se ha dado ningún paso para entregar a los presuntos culpables a las autoridades.
Según el Alto Comisionado, muchas de las zonas aquí mencionadas no habían padecido hasta ahora este tipo de situaciones de violencia e inseguridad ni los abusos de derechos humanos asociados a las mismas.
“La violencia y la tensión creciente se están extendiendo a zonas de la República Centroafricana que, hasta ahora, se habían librado de la terrible violencia que se aprecia en otras regiones del país y esto es algo muy preocupante, que debería encender todas las alarmas”, afirmó Zeid.
“La relativa calma que tanto costó consolidar en Bangui y en otras ciudades de mayor tamaño de la RCA corre el riesgo de verse eclipsada por la llegada de la violencia sectaria a algunas zonas rurales, donde -como suele ser habitual- son los civiles indefensos quienes pagan el precio más alto”.
El resurgimiento de la violencia también ha afectado directamente a las organizaciones humanitarias. Durante el primer trimestre del año, se registraron en todo el país más de 45 incidentes dirigidos contra el personal humanitario, lo que convierte a la RCA en uno de los países más peligrosos para la ayuda humanitaria. La mitad de la población de la RCA depende de esta ayuda y uno de cada cinco centroafricanos vive desplazado.
El Alto Comisionado ha querido mostrar su más enérgica condena hacia estos actos de violencia y abusos de derechos humanos -incluidos los asesinatos de miembros de la fuerza internacional de mantenimiento de la paz- y exhorta a los líderes de los grupos armados a que colaboren con la MINUSCA y con las autoridades gubernamentales para llevar a los tribunales a los miembros de sus milicias que estén implicados en violaciones y abusos de derechos humanos. “Quisiera recordar que quienes cometan, ordenen o permitan ataques contra civiles, personal humanitario y miembros de las fuerzas de mantenimiento de la paz de las Naciones Unidas responderán de sus actos como criminales de guerra”, dijo Zeid.
El Alto Comisionado también señaló el hecho de que la Corte Penal Especial se está preparando para iniciar su labor como señal inequívoca por parte de las autoridades y la comunidad internacional de que el contexto de impunidad permanente es inaceptable.
FIN
* Misión Multidimensional Integrada de Estabilización de las Naciones Unidas en la República Centroafricana (MINUSCA).
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