Comunicados de prensa Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos
RDC: Zeid informa del descubrimiento de nuevas fosas comunes y matanzas en Kasai.
Fosas comunes en la RDC
19 abril 2017
GINEBRA (19 de abril de 2017) – Los investigadores de las Naciones Unidas desplazados a la República Democrática de Congo confirmaron el hallazgo de, al menos, 17 nuevas fosas comunes en la provincia de Kasai Central, escenario de enfrentamientos entre soldados y miembros de la milicia local Kamuina Nsapu. Con éstas, se elevan ya a 40 el número de fosas comunes documentadas en las provincias de Kasai Central y Kasai Oriental desde agosto de 2016.
La existencia de estas nuevas fosas se confirmó durante una misión de investigación realizada entre el 5 y el 7 de abril por personal de la Oficina Conjunta de Derechos Humanos de las Naciones Unidas (UNJHRO, por sus siglas en inglés) y la Policía de las Naciones Unidas (UNPOL).
Quince de las fosas comunes se encontraban en un cementerio de la localidad de Tshimbulu y otras dos en el de Tshienke. Según la información recopilada por el equipo de las Naciones Unidas, varios soldados de las fuerzas armadas de la República Democrática de Congo (FARDC) cavaron fosas después de un enfrentamiento con presuntos miembros de la milicia Kamuina Nsapu entre los días 26 y 28 de marzo pasado. Se calcula que al menos 74 personas, entre ellas 30 niños, murieron a manos de los soldados como resultado de esos choques armados.
El personal de las Naciones Unidas visitó asimismo Kananga para recoger información sobre presuntos abusos y violaciones en la zona. Según algunas fuentes, entre el 28 y el 30 de marzo, soldados de las FARDC mataron a tiros al menos a 40 personas, entre ellas 11 niños y 12 mujeres, e hirieron al menos a 21 otras. Los hechos tuvieron lugar en Kananga, cercana a la ciudad de Nganza. Según parece, la mayor parte de las víctimas murieron asesinadas en sus propios hogares, a medida que los soldados fueron pasando casa por casa en busca de miembros de la milicia.
Dos de las víctimas fallecieron en el hospital mientras que la población local enterró a los otros 38 en tres fosas comunes.
Asimismo se informó de que los soldados de las FARDC enterraron a un número indeterminado de cadáveres en una cuarta fosa común en el cementerio de Nganza.
La UNJHRO también ha recibido informes sobre la violación de al menos dos mujeres y tres niñas a manos de soldados de las FARDC durante la misma operación en Nganza. Igualmente se sospecha que las fuerzas y cuerpos de seguridad han podido arrestar a 27 personas, entre ellas 10 niños y una niña de 15 años.
Los investigadores de las Naciones Unidas, que también se desplazaron a la localidad de Katoka, en Kananga, tuvieron noticia de que el pasado 28 de marzo, durante una operación de registro realizada por agentes de la policía nacional congoleña (PNC), resultaron muertos un hombre de 23 años, un joven de 17 y un bebé de un mes. Según se informó al equipo de las Naciones Unidas, el bebé sufrió heridas mortales al ser pisoteado cuando los agentes registraban el domicilio.
Se acusa a la milicia de Kamuina Nsapu, leal a un jefe local asesinado por el ejército el 12 de agosto del pasado año, de reclutar a miles de niños y atacar a funcionarios gubernamentales y símbolos del Estado, como edificios gubernamentales, escuelas, hospitales, comisarías e iglesias. Ejemplo de esta violencia son los sucesos del pasado 30 de marzo, cuando alrededor de 30 presuntos guerrilleros de Kamuina Nsapu asaltaron la parroquia de Saint-Jean en Masuika, en el territorio de Luiza, ataque durante el cual maltrataron al menos a tres monjas y un sacerdote, a los que amenazaron de muerte.
Además, según los informes el sacerdote y una de las monjas, fueron secuestrados y liberados al día siguiente a cambio de un rescate. Los miembros de la milicia también saquearon la iglesia, destrozaron puertas y ventanas y quemaron las casullas del sacerdote.
“El descubrimiento de nuevas fosas comunes y los informes sobre constantes violaciones y abusos son indicativos del horror que se abate sobre las provincias de Kasai desde hace nueve meses”, afirmó el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Zeid Raad Al Hussein.
“Es esencial que el gobierno de la RDC adopte medidas eficaces, hasta ahora inexistentes, que posibiliten una investigación diligente, transparente e independiente sobre los hechos y las circunstancias en las que se han producido las supuestas violaciones de derechos humanos y los abusos perpetrados por ambas partes, así como otras transgresiones. Mi Oficina ha ofrecido apoyo para realizar una investigación solvente. Asimismo, reiteramos la petición de acceso a las ubicaciones de las fosas comunes y a los testigos de los hechos, también a los que se encuentran detenidos, y cualquier información pertinente para determinar la responsabilidad en todos los niveles”, dijo Zeid.
Según explicó el Alto Comisionado, “la gravedad y el cariz que está tomando esta situación de violencia no hace sino confirmar la necesidad de investigar la situación in-situ. Si no se lleva a cabo una investigación nacional eficaz, no dudaré en apelar a la comunidad internacional para que apoye la investigación por parte un mecanismo intergubernamental, como la Corte Penal Internacional, que recientemente recordó a las autoridades de la RDC que su principal responsabilidad, en virtud el Estatuto de Roma, es investigar y juzgar los actos de violencia en las provincias de Kasai”.
FIN
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