Comentario del portavoz del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Rupert Colville, sobre la muerte de un palestino en Hebrón

GINEBRA (30 de marzo de 2016) – Estamos sumamente preocupados por la ejecución -al parecer extrajudicial- de un palestino en la Ribera Occidental ocupada por Israel, el pasado 24 de marzo.

Dos palestinos presuntamente apuñalaron e hirieron a un soldado israelí en un puesto de control de la zona controlada por Israel en Hebrón, el jueves por la mañana, y fueron tiroteados durante el ataque. Un vídeo difundido después muestra al parecer a uno de los presuntos agresores palestinos, identificado posteriormente como Abd al-Fatah al-Sharif, que yace herido en el suelo, pero todavía con vida. El personal médico aparece prestando primeros auxilios al soldado herido, que luego fue trasladado en una ambulancia, pero no parecen ofrecer asistencia médica al Sr. al-Sharif.

El video muestra luego a un soldado israelí que dispara a la cabeza del Sr. al-Sharif y lo mata. Lo más estremecedor es que de las 20 o más personas que se ven en la escena, comprendido el personal médico, ninguna parecía prestar atención al hombre herido mientras todavía estaba vivo y apenas mostraron reacción alguna después de la ejecución.

Según noticias posteriores, las autoridades israelíes iniciaron una investigación sobre este perturbador incidente. Señalamos también que el soldado autor de los disparos ha sido arrestado y que un tribunal lo interroga actualmente. Es fundamental que en este caso se realice una investigación rápida, exhaustiva, transparente e independiente.

Nos preocupa que esta muerte no sea un incidente aislado: un número inquietante de palestinos –según se informa, más de 130- han muerto en los últimos meses en ataques contra civiles y militares israelíes o inmediatamente después de dichos actos, en los cuales también han fallecido 28 israelíes.

Este no es el primer incidente filmado en vídeo que suscita preocupaciones sobre el uso excesivo de la fuerza. Una preocupación esencial es que esos casos no parecen haber sido investigados de manera sistemática. Esto reviste especial importancia en los casos en que podría haberse ejercido un uso desproporcionado de la fuerza o realizado ejecuciones extrajudiciales. Todos los incidentes en los que las fuerzas de seguridad han causado la muerte o han herido a alguien deberían investigarse exhaustivamente y los responsables deberían rendir cuentas ante los tribunales.

Asimismo nos gustaría recordar a las autoridades israelíes su deber de proteger a la persona que filmó el incidente desde el techo de un edificio próximo. Algunos informes indican que tanto él como su familia son objeto de intimidación y que incluso se le amenazó con una demanda judicial. En su condición de testigo presencial del homicidio, debería recibir protección ante cualquier represalia.

Instamos a las autoridades palestinas a que adopten todas las medidas posibles para evitar los ataques contra los israelíes, que son reprobables.

Aunque los cuerpos de seguridad tienen derecho a defenderse y a proteger a otros de agresiones como ésta, instamos a las autoridades israelíes a velar por que todos los miembros de sus fuerzas armadas cumplan plenamente con su obligación de usar la fuerza con moderación, sólo cuando sea estrictamente necesario y según el principio de proporcionalidad, y que se les recuerde constantemente que matar a una persona que no representa una amenaza inmediata es un delito y será tratado en consecuencia.

FIN

Si desea información adicional o material de prensa, puede ponerse en contacto con Rupert Colville (+41 22 917 97 67 /rcolville@ohchr.org), o Cécile Pouilly (+41 22 917 9310 /cpouilly@ohchr.org)