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Comunicados de prensa Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos

La Copa Mundial puede impulsar la lucha contra el racismo, afirma la Alta Comisionada de la ONU para los DD HH

Fútbol contra el racismo

19 marzo 2010

La siguiente declaración fue emitida por la Alta Comisionada de la ONU para los Derechos Humanos, Navi Pillay, para celebrar el Día Internacional para la Eliminación de la Discriminación Racial (21 de marzo de 2010)

GINEBRA – “La próxima Copa Mundial de Fútbol en Sudáfrica es una oportunidad tanto para observar el tema del racismo en el deporte como para realzar el tremendo potencial que éste tiene para reducir el racismo, la xenofobia y otras formas similares de intolerancia en la sociedad en general.

Es muy importante el simbolismo de esta Copa Mundial 2010, que por primera vez en la historia tiene lugar en un estado africano, y específicamente en el país que por tantos años fuera sinónimo del racismo institucionalizado. Asimismo, fue un factor significativo al escoger este año un tema relacionado con el deporte para el Día Internacional para la Eliminación de la Discriminación Racial (21 de marzo), fecha que recuerda el aniversario de la Matanza de Sharpeville, donde docenas de manifestantes pacíficos que protestaban contra la ‘ley de pases’ durante el régimen del apartheid, resultaron muertos por la policía sudafricana.

El racismo en los deportes sigue siendo un problema en muchos países y en muchos deportes, y yo insto a quienes dirigen esta actividad en todo lugar a seguir el ejemplo de dos de las más importantes autoridades del fútbol mundial, la FIFA y la UEFA, en la elaboración de campañas serias para erradicar el racismo en el deporte a nivel local, nacional e internacional.

En los últimos años, ha habido ciertos incidentes lamentables en estadios de fútbol donde hinchas de un equipo han abusado de futbolistas del equipo contario enfocándose en su raza. Según las reglas de la FIFA, se les puede descontar puntos a los clubes que no hayan tomado suficientes medidas para combatir el racismo y formas similares de fanatismo, pero a menudo las ligas nacionales evitan aplicar esas reglas.

Lo mismo sucede con las selecciones nacionales. En ocasiones, clubes y organismos nacionales ricos han escapado con multas irrisorias de unos pocos miles de dólares luego de graves incidentes de racismo durante algunos partidos. Por ello, exhorto a la FIFA, la UEFA y las autoridades nacionales del fútbol en todo lugar a reemplazar su retórica fuerte con desincentivos serios y consistentes, incluidas la prohibición de acceso a los estadios y deducciones de puntaje. Hasta que esto se realice, la admirable meta de erradicar el racismo en el fútbol no será alcanzada.

A pesar de los continuos problemas que aún enfrenta el fútbol, debemos reconocer que en muchos países el deporte se ha comprometido durante décadas con un serio esfuerzo contra el racismo, que ha producido logros significativos con la ayuda de algunas excelentes iniciativas de organizaciones no gubernamentales y la participación activa de varios futbolistas destacados e influyentes.

En el campo de juego, ver jugadores de diverso origen racial es ahora la norma en muchos países. Jugadores pertenecientes a minorías raciales ahora ocupan todo tipo de posiciones en los equipos, incluidas aquéllas consideradas más “estratégicas”, de las cuales anteriormente eran, en gran medida, excluidos. Sin embargo, aunque cada vez más se les confía incluso la capitanía del equipo, algunas minorías aún no están suficientemente bien representadas a nivel de gestión.

El papel del deporte en cambiar actitudes hacia el racismo es potencialmente inmenso, especialmente en deportes como el fútbol, que atrae una enorme y apasionada audiencia en vivo y por televisión. Sinceramente, espero que la Copa Mundial de Fútbol 2010 no sea sólo un exitoso y feliz evento en sí, sino que también estimule futuros esfuerzos sostenidos para erradicar el racismo del deporte y que, a través de este poderoso vector, se ayude a extender actitudes más positivas hacia las minorías y los inmigrantes a la sociedad en general”.


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