Oriente Medio: La situación para la población civil empeora cada día

La situación para la población civil sobre el terreno en Líbano, Gaza, Israel y Siria empeora cada día que pasa.  La densamente poblada capital de Beirut está siendo blanco con cada vez mayor virulencia de ataques aéreos israelíes, cientos de personas han muerto, y más de un millón de personas han huido de sus hogares hacia otros lugares del país.  Hizbulah y otros grupos armados continúan disparando cohetes contra Israel, lo que ha resultado en las primeras víctimas civiles en el norte desde que comenzara el mes pasado la reciente escalada de hostilidades entre Israel y el Líbano.

Solamente la noche pasada, Beirut volvió a recibir bombardeos, en lo que supone el ataque de mayor contundencia hasta la fecha contra la parte central de la ciudad.  Según el Ministerio de Salud Pública, al menos 22 personas resultaron muertas y más de 100 heridas.

El Alto Comisionado, Volker Türk, recuerda a todas las partes su obligación de respetar el derecho internacional humanitario, o las reglas de la guerra, en lo que se refiere a la protección de los civiles, objetos civiles e infraestructura.  Cualquier supuesta violación debe ser sometida a una investigación inmediata y exhaustiva, y deben exigirse responsabilidades a los responsables de cualquier violación.

La población libanesa es la que está sufriendo los peores efectos de esta última fase del conflicto.  El Ministerio de Salud Pública ha afirmado que casi 400 niños, niñas y mujeres se encuentran entre las más de 2000 personas asesinadas desde octubre de 2023.  Existen informes periódicos de infraestructura civil esencial que ha sido dañada, incluyendo hospitales, clínicas, ambulancias y escuelas, además de destrucción de viviendas.  En total, más de 100 profesionales sanitarios y de emergencias han sido asesinados en Líbano desde octubre del año pasado.

Muchas de las personas desplazadas han huido hacia Siria.  Entre el 23 de septiembre y el 9 de octubre, se ha informado que más de 310 000 personas sirias y cerca de 110 000 ciudadanos y ciudadanas libaneses han cruzado la frontera.

Los días 9 y 10 de octubre, Hizbulah declaró que había lanzado al menos 360 misiles desde el sur de Líbano hacia Israel.  Dos personas resultaron muertas durante un ataque con cohetes en la ciudad fronteriza de Kiryat Shmona el 9 de octubre, un día después de que otras cinco personas resultaran heridas durante un ataque con cohetes en Haifa.

Entre esta escalada de la violencia, estamos consternados por el lenguaje incendiario y radical empleado por todas las partes del conflicto.  El reciente lenguaje empleado para amenazar a la población libanesa en su conjunto y emplazándoles a alzarse contra Hizbulah o a enfrentarse a una destrucción como la vista en Gaza, tiene el riesgo de que se interprete como animar o aceptar la violencia dirigida contra civiles y objetos civiles, lo que supone una violación del derecho internacional.  La denigración en curso de las Naciones Unidas, y en particular del UNRWA, es totalmente inaceptable.  Este tipo de retórica tóxica, da igual la fuente de la que proceda, debe terminar de inmediato.

Es importante también que mantengamos el foco puesto sobre el aterrador sufrimiento humano que continúa produciéndose en Gaza.  Durante la semana pasada, las fuerzas armadas israelíes han intensificado sus operaciones en el norte de Gaza, lo que ha aislado a esta zona aún más del resto de la Franja de Gaza y ha vuelto a poner en riesgo las vidas de civiles en la zona.  Durante los últimos días se han producido ataques intensos, bombardeos, disparos desde cuadricópteros, así como incursiones sobre el terreno, golpeando a edificios residenciales y grupos de personas, provocando numerosas víctimas y, una vez más, el desplazamiento masivo de personas palestinas en la zona.

También continúan los ataques contra hospitales.  Un ataque efectuado contra el hospital de Al-Yaman Al-Saeed, el cual funcionaba como un refugio para personas desplazadas, en el campamento de Jabalya, mató a 17 personas palestinas, incluyendo niños y mujeres.  El 9 de octubre, las fuerzas militares israelíes ordenaron la evacuación en un plazo máximo de 24 horas del Hospital Kamal Adwan en Beit Lahiya, el hospital en funcionamiento de mayor tamaño en el norte de Gaza, lo que ha afectado a cientos de personas heridas, a pacientes de otro tipo, a profesionales sanitarios, así como a residentes que dependen del funcionamiento del hospital.

Mientras tanto, en otras partes de Gaza, un ataque efectuado el 10 de octubre contra la Escuela Rufaydah, situada al oeste de Deir Al-Balah y que servía como refugio para personas desplazadas internas, acabó supuestamente con la vida de 28 personas palestinas, incluyendo niños y mujeres, según el Ministerio de Salud de Gaza.  Hemos registrado un mínimo de 14 escuelas atacadas solo en el mes de octubre, a un ritmo de más de una escuela al día.  

A la vez que las fuerzas armadas israelíes continúan ordenando la evacuación de la población palestina situada en el norte de Gaza, muchas de estas personas están atrapadas sin opción de desplazarse de forma segura.  Nuestra Oficina ha recibido informes de que las personas más vulnerables, que incluyen a personas con discapacidades junto con sus familias, tienen dificultades especiales para evacuar.

El Alto Comisionado recalca que ahora, más que nunca, se necesita de coraje político, liderazgo y compasión.  El asesinato, destrucción, así como las posturas belicosas por parte de aquellas personas que ostentan el poder debe de cesar.  No existe alternativa alguna para la resolución de este conflicto que la mesa de negociación.  La expansión del conflicto y su escalada progresiva pone potencialmente en riesgo las vidas y bienestar de millones de personas en toda la región.