Resumen

En el presente informe, la Relatora Especial sobre el derecho de toda persona al disfrute del más alto nivel posible de salud física y mental, Tlaleng Mofokeng, se centra en la reducción de daños y estudia este modelo como aplicable al consumo de drogas y a otras cuestiones que son fundamentales para la paz y el desarrollo sostenibles, poniendo de relieve las poblaciones que a menudo se ven estigmatizadas, criminalizadas y discriminadas en detrimento de su disfrute de los derechos humanos. Se centra en los casos de consumo de drogas, exposición a virus de la inmunodeficiencia humana (VIH), su transmisión y no revelación del estado serológico respecto del VIH, aborto, relaciones homosexuales y trabajo sexual, argumentando que los Estados deberían desprenderse de un enfoque punitivo, alejarse de la penalización y emplear al mismo tiempo herramientas reguladoras para mejorar los resultados de salud. En el caso del tabaco, el alcohol, la alimentación y la nutrición, así como de los daños ambientales, argumenta que la reducción de daños significa regular de forma adecuada y eficaz a los agentes empresariales. La Relatora Especial aborda cómo la reducción de daños puede ajustarse al derecho a la salud y los derechos relacionados en el contexto de la cobertura sanitaria universal y a los derechos de aquellas personas en situación de vulnerabilidad, incluidos los conflictos, las emergencias sanitarias y el cambio climático. En su informe, se centra en las buenas prácticas en diferentes partes del mundo y anima a los Estados a integrar la reducción de daños como parte de los planes de cobertura sanitaria universal, mediante la incorporación de servicios integrales que sean accesibles, asequibles, aceptables y de calidad.