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Activistas: Los cierres de Internet violan derechos humanos

19 agosto 2022

Estudiantes de la Universidad de Rakhine sostienen pancartas durante una protesta contra el cierre de Internet en Sittwe, Estado de Rakhine, Myanmar occidental, 2020. Ⓒ EPA-EFE/NYUNT WIN

Los cierres de Internet impuestos por gobiernos causan un daño profundo a las vidas diarias de millones de personas, además de debilitar un abanico de derechos humanos, siendo el derecho a la libertad de expresión el primero de ellos, advierte un informe de la Oficina de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos. 

Muchos de estos cierres son impuestos durante períodos de protestas y de aumento de las tensiones políticas, incluyendo períodos electorales.  A la vez que los cierres durante elecciones suponen «una catástrofe para la democracia», las autoridades gubernamentales continúan imponiéndolos antes, durante o inmediatamente tras una votación, según explica la coalición #KeepItOn, la cual se encarga de supervisar los cierres de Internet en todo el mundo. 

En 2021, la coalición documentó siete cierres de Internet relacionados con elecciones en seis países:  Chad, la República del Congo, Irán, Níger, Uganda y Zambia. 

«Los cierres de Internet no suceden en días normales,» aseguró Berhan Taye, un investigador independiente que se encarga de asesorar a grupos por los derechos digitales sobre cómo luchar contra los cierres de Internet.

«Los cierres ocurren cuando los países están en medio de elecciones, cuando hay protestas en las calles, y cuando existe un uso excesivo de la fuerza por parte de las autoridades encargadas de aplicar la ley, así como cuando hay exámenes en las escuelas.  Creo que tenemos que volver a la pregunta de por qué suceden los cierres.  Estos cierres normalmente suceden para esconder violaciones flagrantes de derechos humanos.»

Taye, que es etíope y ha estado vigilando violaciones de derechos humanos durante el conflicto en la región de Tigray, afirmó que los cierres de Internet tienen repercusiones importantes para numerosos derechos humanos, afectando desde el derecho de las personas a estar en contacto con sus familiares y seres queridos durante emergencias, hasta el acceso a servicios de salud o las reuniones digitales.

«Los gobiernos pueden usar los cierres de Internet como una justificación en bien de la seguridad nacional, pero lo que realmente ya sabemos es que cuando Internet se apaga, es entonces cuando ocurren las violaciones de derechos humanos,» declaró Taye. 

Myanmar: una «dictadura digital»

En zonas afectadas por conflictos, el bloqueo del acceso a herramientas digitales que se usan para documentar y denunciar abusos puede contribuir al incremento de la violencia, afirmó Taye.   Las interrupciones de Internet también se han utilizado para encubrir atrocidades en zonas de conflicto. 

En Myanmar, el acceso a Internet fue bloqueado a la vez que los tanques, helicópteros y soldados tomaban el control de todos los mecanismos de poder durante el golpe militar del 1 de febrero de 2021.  La junta impuso apagones de Internet por toda la nación y bloqueó el acceso a las redes sociales y plataformas de mensajería en lo que los expertos de las Naciones Unidas han denunciado como un intento de establecer una dictadura digital.” El estado de Rakhine, poblado en su mayor parte por grupos étnicos marginados, lleva sufriendo cierres de Internet desde 2019.

Un experto en derechos digitales en Myanmar, hablando desde el anonimato, declaró que las restricciones han tenido un impacto considerable sobre muchas libertades y han limitado los derechos humanos de más de 50 millones de personas en Myanmar, que incluyen el derecho a la seguridad, la salud, la educación, alimentos, la vivienda, a un sustento de vida y a libertad de expresión.

«Los cierres de Internet han tenido también un gran impacto sobre la labor de periodistas e investigadores que están documentado violaciones de derechos humanos.  Estos dependen de las comunicaciones con fuentes locales, las cuales son las que están sufriendo actualmente el conflicto en esas zonas,» señaló el experto. 

Zambia:  Convirtiendo las amenazas en victorias frente a los ataques

El 12 de agosto de 2021, a la vez que los zambianos emitían sus votos en una disputada elección presidencial, la red de Internet del país fue desconectada de forma abrupta.

Las tensiones habían estado escalando justo antes de las violaciones, mientras los zambianos protestaban de forma generalizada contra la pobreza y el aumento del costo de la vida.  Días antes de que abrieran las urnas, el gobierno aprobó precipitadamente la Ley de Seguridad y Delicuencia Cibernéticas para detener lo que ellos denominaron una campaña de desinformación y con el fin de prevenir disturbios.

A mediodía del día de la Jornada Electoral, el acceso a WhatsApp, Facebook, Twitter e Instagram había sido bloqueado, a la vez que varios sitios de medios de comunicación quedaron inutilizados, privando a millones de zambianos del derecho a la libertad de expresión y del acceso a información.

Susan Mwape, una activista por los derechos digitales en Zambia, declaró que el cierre suponía un ejemplo evidente de autoridades intentando controlar el ciberespacio y de reprimir las opiniones críticas con el gobierno.

«El hecho de que tuviéramos unas elecciones de importancia histórica significó que había muchos intereses en juego, las expectativas eran muy altas, y todo ello en un entorno muy polarizado, además el propio cierre de Internet creó mucha especulación, lo que dio pie a desinformación en todo el proceso,» explicó Mwape, que es directora ejecutiva de Common Cause Zambia, un grupo no gubernamental que trabaja para ayudar a prevenir los cierres de Internet.

«De ese modo el bloqueo de Internet no solo impidió que los ciudadanos pudieran expresarse usando esas plataformas, sino que también les privó del acceso a información,» aseguró Mwape.

Nos vemos en los tribunales

Ante el desafío de un aumento de los bloqueos impuestos por el gobierno también surge la oportunidad de combatir estas interrupciones en un tribunal de justicia y de crear precedentes legales, sostuvieron activistas por los derechos digitales.

En Zambia, la Chapter One Foundation presentó una demanda impugnando la interrupción de Internet el día de la Jornada Electoral, y dos días después, el Tribunal Superior de Zambia ordenó al gobierno que restableciera el acceso a Internet de forma inmediata.

El fallo significó una importante victoria contra los ataques contra la democracia.  El nuevo presidente de Zambia Hakainde Hichilema, quién derrotó al presidente de entonces Edgar Lungu en las votaciones de 2021, ha manifestado su disposición a revisar la legislación sobre el ciberespacio, así como las leyes sobre difamación que han venido utilizándose para encarcelar a críticos, incluyendo a periodistas, aseguró Mwape. 

«Cuando echamos un vistazo a las violaciones de derechos humanos que entrañan los cierres de Internet, vemos que son realmente enormes.  Por tanto, tenemos que llegar a una situación donde sea posible exigir cuentas a los gobiernos por los cierres,» insistió ella.