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Tortura y tratos inhumanos

Justicia para los demandantes de Nigeria respaldados por el Fondo de las Naciones Unidas para las Víctimas de la Torturas

30 octubre 2020

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"La mayoría de los clientes a los que representamos son personas sin recursos. Son los más vulnerables de la sociedad y no pueden permitirse los servicios de un abogado», explica Angela Uwandu, directora de Avocats sans Frontières (Abogados sin Fronteras) Francia, que opera en Nigeria.

ASF France está presente en Nigeria desde 2014 ofreciendo servicios jurídicos gratuitos a los supervivientes de torturas bajo detención por medio del proyecto ProCAT, con la financiación del Fondo de Contribuciones Voluntarias de las Naciones Unidas para las Víctimas de la Tortura. El proyecto tiene como objetivo erradicar la tortura en el país mediante la implementación del Comité contra la Tortura de la ONU (CAT, por sus siglas en inglés), que Nigeria ratificó en 2001.

«La mayoría de las personas que pasan por el sistema judicial, en especial los pobres y vulnerables, sufren agresiones brutales por parte de los agentes de seguridad, especialmente la policía. La mayoría de las veces se ven obligados a hacer confesiones en las que se acusan a sí mismos de delitos que puede que no hayan cometido, y estas declaraciones son utilizadas en su contra en los juicios», añade Uwandu.

Con el apoyo del Fondo, la ONG pudo presentar demandas formales que incluían el asesoramiento legal, la representación y la defensa de las víctimas de tortura durante el proceso penal al que eran sometidas por estas confesiones forzadas.

Tres sentencias de derechos fundamentales revolucionarias

Este fue el caso de tres demandantes de los estados de Imo y Enugu, Nigeria, para quienes ASF France presentó solicitudes de derechos fundamentales en 2020.

En el estado de Enugu, un Tribunal Supremo concedió la libertad a Elvis Davis el 28 de julio de 2020, tras haber reconocido que su detención sin juicio de 2013 a 2020 era inconstitucional y violaba sus derechos humanos fundamentales a la libertad personal y el juicio justo, tal como se recoge en la Constitución de Nigeria de 1999 y en el artículo 6 de la Carta Africana de Derechos Humanos y de los Pueblos.

Davis fue detenido por la policía además de ser disparado a quemarropa durante el interrogatorio. Permaneció tres meses bajo custodia policial.

"En la Constitución se establece que debe ser acusado y encausado ante un tribunal de jurisdicción competente tras un máximo de cuarenta y ocho horas, pero estuvo bajo detención tres meses", declaró Uwandu.

Una de las responsabilidades de los abogados de ASF France es visitar las cárceles para supervisar la situación de los detenidos e identificar a aquellos que pueden haber sido torturados. Fue durante una de esas visitas, que uno de sus abogados con base en el estado de Enugu conoció a Davis.

«Era obvio que tenía una herida de bala y que no se le había tratado la herida. Se le negó el acceso a tratamiento médico y, con estos hechos, nuestro abogado presentó el caso ante el Tribunal Supremo del Estado de Enugu para pedir que se cumplieran sus derechos fundamentales», explica.

"Pedimos al tribunal que se pronunciara para declarar que los actos de tortura infligidos a la víctima y la denegación del acceso a medicamentos suponía la violación de sus derechos tal y como se indica en la Constitución de Nigeria y en la Carta Africana".

El tribunal concedió a Davis un millón de nairas (aproximadamente 2500 dólares americanos) por daños, y el 29 de julio de 2020 fue puesto en libertad.

En otro caso en el Estado de Enugu, el 27 de julio de 2020, Jude Agha fue puesto en libertad tras pasar casi nueve meses en prisión sin juicio.

Agha fue detenido por robo a mano armada y, durante el interrogatorio, la policía lo amenazó de muerte en presencia de su esposa.

En el tercer caso, en el Estado de Imo, un Tribunal Supremo ordenó el desagravio declaratorio por las torturas infligidas a Oguchi Kelechi Ihejirika. Ihejirika fue detenido en 2006 durante sus exámenes finales de secundaria. Le dispararon en la mano, lo golpearon con hojas de machete y lo acusaron de robo a mano armada. No había comparecido ante un tribunal desde 2007 hasta que ASF France identificó su caso en 2020.

«No tenía abogado y simplemente había sido abandonado en la cárcel. Es difícil encontrarse con este tipo de casos», comenta Uwandu.

El robo a mano armada es un delito capital en Nigeria.

"En Nigeria tenemos este problema, la policía realiza las detenciones antes de llevar a cabo la investigación. Por lo que en el momento de la detención no tienen absolutamente ninguna prueba", señala.

"Por eso recurren a la tortura, para obligar a las personas a confesar delitos, incluso los que no han cometido, porque la confesión es la prueba principal que presentan en el juicio. La policía sigue las instrucciones de procesar [[a los sospechosos] ante el tribunal de primera instancia, que no tiene jurisdicción, de forma que simplemente son enviados a prisión", añade Uwandu.

Cuando se planteó el caso, la policía no presentó defensa. "Así que el tribunal asumió que era suficiente con decir que se aceptaban todas las alegaciones de la víctima sobre la forma en que se le había tratado y el disparo que había recibido, por lo que se dictó sentencia a favor de Ihejirika y le concedieron la libertad".

Asimismo, se consiguió una compensación por la suma de 2.000.000 de nairas nigerianos (aproximadamente 5.000 dólares americanos) por las violaciones ilícitas, ilegales e inconstitucionales de los derechos de la víctima, tal como se establece en las secciones 34 y 35 de la Constitución de la República Federal de Nigeria de 1999 (enmendada). Además, también se le pagaron los costes, que ascendían a 20.000 nairas (aproximadamente 50 dólares americanos).

Un mensaje para los cuerpos de seguridad

Con los años, ASF France ha conseguido dar a conocer sus servicios en Nigeria no solo por sus visitas a las cárceles, que consiguen gracias a una relación respetuosa con las autoridades penitenciarias que les proporcionan acceso, sino también mediante la colocación de carteles con el número de teléfono de las oficinas de ASF France en la capital de Nigeria, Abuja, en espacios públicos de comisarías, prisiones y tribunales.

Las últimas resoluciones se suman a una racha de resultados de éxito para ASF France en el país. En 2019, proporcionaron asistencia legal gratuita a 84 víctimas de tortura y ganaron 14 juicios, en los que se consiguieron compensaciones para las víctimas. Todavía hay varios casos activos en los diversos Tribunales Supremos. Para Uwandu, estas sentencias son importantes porque ayudan a disipar la creencia generalizada (especialmente entre los abogados) de que es imposible ganar casos contra la policía por actos de tortura.

"Con estos juicios, hemos podido demostrar que los jueces pueden hacer este tipo de declaraciones en contra de las actuaciones policiales. También concienciamos [[a los abogados] sobre el hecho de que a veces es posible confiar en las pruebas testimoniales y que, si hay pruebas médicas, la defensa es todavía más sólida", declara.

"Por otro lado, creemos que este tipo de juicios sirve para que los infractores se den cuenta de que las cosas están cambiando".

En vista de sus recientes éxitos, ASF France en Nigeria ha decidido utilizar el caso de Elvis Davis en los cursos que se imparten a los cuerpos de seguridad, incluida la policía, autoridades penitenciarias, militares y otros organismos, para mostrar las consecuencias del uso de la tortura sobre los detenidos, además de para revelar cómo fallan los tribunales en estos casos.

Uwandu añade que, gracias al apoyo proporcionado por el Fondo Voluntario de las Naciones Unidas para las Víctimas de la Tortura a lo largo de los años, ASF France en Nigeria ha sido capaz de provocar un gran impacto en la vida de las víctimas de tortura y de ampliar el alcance de su trabajo, dirigiéndose a nuevos Estados de Nigeria.

"Ha sido muy alentador, porque no contamos con muchos donantes que respalden este tipo de trabajo. Nigeria tiene 36 estados y actualmente nuestro proyecto está operando en cinco, con solo un abogado en cada uno de estos estados", señala. "Por lo general, la demanda es superior a la oferta porque los casos son bastante frecuentes, pero tratamos de ingeniárnoslas con los recursos de que disponemos para conseguir el mayor impacto posible".

El Fondo de Contribuciones Voluntarias de las Naciones Unidas para las Víctimas de la Tortura fue establecido por la Asamblea General de Víctimas de la Tortura en 1981(resolución 36/151 - PDF) con la misión de ayudar a los supervivientes de la tortura y sus familias. El Fondo concede cientos de becas a organizaciones de sociedades civiles de todo el mundo para ofrecer asistencia médica, psicológica, jurídica y social, entre otras. Las contribuciones voluntarias que recibe el Fondo, en su mayoría procedentes de Estados miembros, ayudan a rehabilitar, reparar, capacitar y proporcionar acceso a recursos a casi 50.000 supervivientes de torturas cada año.

30 de octubre de 2020

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