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Tortura y tratos inhumanos

Curar las heridas de los supervivientes de la tortura mediante tratamientos mentales basados en los derechos humanos

24 abril 2019

Para los supervivientes de la tortura, las consecuencias sobre la salud mental pueden durar toda una vida. Los refugiados y los solicitantes de asilo que han sufrido torturas afrontan problemas adicionales: han experimentado profundas pérdidas e incluso corren el riesgo de exponerse a otros traumas durante su huida a una zona más segura y un nuevo país.

Muchos solicitantes de asilo también pierden el acceso a servicios básicos debido a las leyes migratorias de sus nuevos países. Dichas leyes pueden limitar su acceso a servicios como la sanidad, el empleo y la vivienda.

En la actualidad, la Dra. Gupta, especialista en traumas y psicología internacional, es asesora clínica de salud mental del Centro para las Víctimas de la Tortura, que financia su programa en Jordania. El centro, con sede en Estados Unidos, presta servicios directos a los supervivientes y recibe ayuda financiera del Fondo de Contribuciones Voluntarias de las Naciones Unidas para las Víctimas de la Tortura (UNVFVT).

El procedimiento de búsqueda de asilo puede ser “retraumatizante” para los supervivientes de la tortura, por lo que una parte importante de la labor de la Dra. Gupta es apoyarlos durante ese trámite.

“Cuando un superviviente te cuenta su historia, hay un factor tuyo como testigo y otro suyo como declarante de su experiencia. Compartir tu historia con alguien más puede ser muy terapéutico”.

La Historia de Jane

La Dra. Gupta intervino recientemente en el Taller de Expertos del Fondo en Busca de Justicia para la Tortura de las Naciones Unidas. Este año el taller se centró en la ayuda a los supervivientes de la violencia sexual y de género, que puede equivaler a una modalidad de tortura.

Ahí, la Dra. Gupta contó la historia de Jane. *

Jane, de 25 años, fue una de las pacientes de la Dra. Gupta, una superviviente de torturas que buscaba asilo. En su país de origen, Jane había mantenido una relación con un hombre que era miembro de un grupo de la oposición política y ella no lo sabía.

Las autoridades del Gobierno la colocaron en el punto de mira y en dos meses tres de sus cuatro hermanos desaparecieron. La agredieron físicamente junto con su madre y las obligaron a desnudarse. Más tarde arrestaron a Jane tres días. Durante ese tiempo, fue interrogada sobre su novio, acosada sexualmente y agredida, violada en grupo y amenazada de muerte. Consiguió escapar gracias a la ayuda de una funcionaria militar.

“Las repercusiones sobre Jane fueron enormes” afirmó la Dra. Gupta. “Padeció insomnio, pesadillas continuas, perdió el apetito y la capacidad de experimentar placer y felicidad. Sufrió alucinaciones olfativas en las que podía oler a sus agresores. Tuvo veleidades suicidas en dos ocasiones, y reunía los requisitos para un diagnóstico de trastorno de estrés postraumático, grave depresión y episodios de pánico”.

Aunque Jane mejoró con el tiempo, tuvo que seguir luchando para hacer frente a los recuerdos de su tortura, tales como imágenes de personas con uniforme militar, y sufría intensos temores. Mientras intentaba conseguir asilo, dijo que se sintió “estancada”, incapaz de procurar los objetivos de su vida. Lamentaba la pérdida de su país natal, su familia y sus amigos.

Por desgracia, seis u ocho meses después de finalizar su terapia con Jane, la Dra. Gupta se enteró de que había fallecido, víctima de la violencia doméstica.

“Me afectó profundamente la muerte de Jane, que pone de manifiesto la relación que una desarrolla con su paciente, y estoy agradecida por lo que aprendí de ella durante el tiempo que pasamos juntas: Los especialistas en salud mental necesitan tener en cuenta los problemas que plantea la búsqueda de asilo y no solo las consecuencias de la tortura”.

La Dra. Gupta cree que los especialistas en salud mental deberían tener una función de promoción cuando corresponda, pero deberían tener cuidado cuando abogan por el superviviente. 

“Necesitamos seguir empoderando al superviviente y respetar su autonomía”, subraya la Dra. Gupta. 

La Dra. Gupta también cree que las políticas migratorias deberían facilitar a los supervivientes que buscan asilo el derecho a la vivienda, la atención sanitaria y al trabajo legal, mientras completan el proceso. “Eso es crucial para su rehabilitación. Necesitan una sensación de estabilidad, seguridad y normalidad”.

Abordar la salud mental con una estrategia basada los derechos humanos: ¿Qué significa esto?

Con su trabajo, la Dra. Gupta lucha por abordar la salud mental desde los derechos humanos. Para ella esto significa, en parte, dar a los supervivientes la oportunidad de decidir qué tipo de terapia y servicios quieren. “Es imprescindible que los supervivientes den su consentimiento a los servicios que se les ofrecen y tengan la posibilidad de tomar decisiones durante el proceso terapéutico”.

Según la Dra. Gupta, cuando se otorgue el asilo, si se concede, se trata de un “acontecimiento de peso” en el proceso de rehabilitación de los supervivientes de la tortura. “Se ha restaurado su seguridad y protección. Se han restablecido afortunadamente algunos de sus derechos humanos fundamentales”.

“En mi condición de facultativa, la oportunidad de contribuir a ese proceso es gratificante”.

Obtenga información adicional sobre el Fondo de Contribuciones Voluntarias de las Naciones Unidas para las Víctimas de la Tortura y su labor con organizaciones como el Centro para Víctimas de la Tortura, que cada año presta asistencia directa a más de 50.000 supervivientes de la tortura.

* Se ha cambiado el nombre para proteger la identidad. Por el mismo motivo no se mencionan ni el país de origen ni el de asilo.

24 de abril de 2019