Trabajar en pro del reconocimiento de los indígenas en la Guayana Francesa
12 agosto 2016
Para el Sr. Aulagéa Therese, este viaje a Ginebra le ha proporcionado la oportunidad de aprender a vincular el activismo en pro de las poblaciones indígenas con los derechos humanos.
“Tenía muchos deseos de participar en este programa, para conocer los diversos mecanismos en el ámbito de las Naciones Unidas, y así, en mi condición de joven indígena, estar mejor equipado para debatir con las autoridades francesas sobre cuestiones importantes que afectan a mi pueblo”, declaró el Sr. Therese.
El Sr. Therese, de 25 años de edad, viajó a Ginebra recientemente para participar en el Programa de becas para representantes indígenas del ACNUDH de 2016. Este programa se creó en 1997 con el fin de ofrecer a jóvenes indígenas la oportunidad de adquirir más conocimientos acerca del sistema de derechos humanos de las Naciones Unidas y sobre cómo este sistema puede contribuir a la promoción y protección de los derechos de los pueblos indígenas.
Cuando los becarios regresan a sus comunidades, pueden usar los conocimientos adquiridos para contribuir a la promoción de los derechos humanos de los pueblos indígenas en sus países, señaló Estelle Salavin, coordinadora del Programa de Becas.
“Este programa les permite participar en reuniones de los mecanismos de derechos humanos, forjar alianzas y redes con la Oficina del ACNUDH, otros interlocutores de las Naciones Unidas, ONG, pueblos indígenas y establecer contactos con los representantes de los gobiernos en Ginebra”, dijo la Sra Salavin. “Los becarios se dan inspiración mutua, comparten experiencias y preocupaciones comunes. Muchos tienen la sensación de que no están solos y esta impresión les da nuevos bríos para promover sus derechos”.
El Sr. Therese declaró que la comunidad kali’na que vive en la Guayana Francesa se enfrenta a la extracción ilícita de oro, que destruye los bosques, contamina el medio ambiente y afecta negativamente la salud de los niños indígenas. La falta de acceso a la educación y la carencia de inscripciones de nacimiento, debidas ambas a la ubicación remota de las comunidades, siguen siendo motivos de grave preocupación.
“La lucha por los derechos de los indígenas de la Guayana Francesa empezó hace mucho tiempo”, afirmó el Sr. Therese. “Pero hemos visto un retroceso en lo tocante al respeto y el cumplimiento de nuestros derechos, por lo que hemos tenido que replantear nuestra estrategia. Mi organización me pidió que estableciera una conexión entre el marco legislativo francés y las normas y la jurisprudencia internacional de derechos humanos, en lo que concierne a los pueblos indígenas. Eso fue lo que me motivó a solicitar esta beca”.
El Sr. Therese añadió que su organización, la Federación de Organizaciones Autóctonas de Guayana (FOAG), pide actualmente la creación de un organismo público que esté consagrado a los pueblos indígenas.
El Sr. Therese se propone, cuando vuelva a su país, celebrar una serie de talleres para transmitir lo que ha aprendido no solamente a miembros de su organización, sino a otras personas que trabajan en pro de los derechos de los pueblos indígenas de la región.
Este artículo forma parte de una serie que se publica con motivo del Día Internacional de los Pueblos Indígenas del Mundo, el 9 de agosto de 2016. La conmemoración de este año está dedicada al derecho a la educación, que está protegido por diversos instrumentos internacionales de derechos humanos.
15 de agosto de 2016