Nigeria crea una Oficina de Derechos Humanos para las fuerzas armadas
14 marzo 2016
La creación de una Oficina de Derechos Humanos en el ejército nigeriano y la revisión del código deontológico y las normas para entablar combate de las fuerzas armadas representan un acontecimiento sin precedentes.
El gobierno de Nigeria anunció la creación de una Oficina de Derechos Humanos para el ejército nacional.
Compuesta por seis juristas de la Asociación de Abogados de Nigeria y de la sección de asuntos jurídicos de las fuerzas armadas, el nuevo órgano investigará las denuncias de abusos de derechos humanos perpetrados por miembros del ejército nacional. La oficina también se ocupará de fortalecer la capacidad de las fuerzas armadas para proteger los derechos humanos y presentará un informe anual de los progresos realizados.
Esta decisión se produce meses después de que el Consejo de Derechos Humanos pidiese al ACNUDH que enviara un equipo para investigar las atrocidades cometidas por el grupo insurgente Boko Haram y presentara un informe al respecto. El Consejo también instó a las fuerzas armadas nigerianas a que respetaran los derechos humanos durante las operaciones antiterroristas y llevaran ante los tribunales a los responsables de violarlos.
Desde 2009, al menos 15.000 personas han muerto a causa de las actividades del grupo insurgente Boko Haram, señaló el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Zeid Ra'ad Al Hussein. Varios informes también han implicado a las fuerzas de seguridad de Nigeria en denuncias de violaciones de derechos humanos en el contexto de las operaciones de contrainsurgencia. La campaña de terror de Boko Haram continúa, con graves repercusiones sobre la situación de derechos humanos de Camerún, Chad y Níger.
A fin de ayudar al ejército nigeriano a respetar más los derechos humanos, el ACNUDH y el equipo de país de las Naciones Unidas aportaron un examen detallado del código de conducta de las fuerzas armadas nacionales y presentaron recomendaciones para enmendarlo con miras a que cumpla más cabalmente con las normas del derecho humanitario y el derecho internacional de los derechos humanos.
“La adopción de un código deontológico y de normas para entablar combate implica que se aplicarán mecanismos para ponerlos en marcha. La Oficina es uno de esos mecanismos”, dijo Martin Ejidike, asesor de derechos humanos del equipo de país de las Naciones Unidas en Nigeria. “Esos mecanismos podrían tener repercusiones directas sobre las vidas de las personas, al reducir el número de casos de violaciones de derechos humanos e impedir la impunidad de los perpetradores dentro de las fuerzas de seguridad”.
En diciembre pasado, Ejidike contribuyó a reunir en torno a la misma mesa de negociación a oficiales de la Defensa Nacional, representantes de organismos de las Naciones Unidas y miembros de la Comisión Nacional de Derechos Humanos que, durante un taller, analizaron con la tropa casos reales ocurridos en la Operación Lafiya Dole, que se desarrollaba entonces en Maiduguri, en el noreste de Nigeria.
“Las operaciones de contrainsurgencia y antiterrorismo suelen ser difíciles para las fuerzas tradicionales, porque los insurgentes no respetan las normas de derechos humanos”, declaró el mayor general Akem durante el taller de Maiduguri. “Pero, en su condición de profesionales, las fuerzas armadas tienen la obligación de hacerlo”.
El general Rogers, jefe de Asuntos Civiles y Militares, dijo que la creación de la Oficina de Derechos Humanos aborda el creciente interés de los agentes locales e internacionales por los asuntos de derechos humanos vinculados a las operaciones de contrainsurgencia en Nigeria. El propósito del ejército es salvar la brecha en materia de derechos humanos que lo separa de la sociedad civil.
El asesor de derechos humanos de las Naciones Unidas colaborará con el equipo de país de las Naciones Unidas para facilitar competencias específicas a la Oficina en temas tales como la protección de los niños y la impunidad para las violaciones de derechos humanos.
14 de marzo de 2016