Poner de moda los derechos humanos
19 noviembre 2015
¿Cómo es posible poner de moda los derechos humanos?
Para la diseñadora de moda sudafricana Sindiso Khumalo eso se puede lograr mediante un interés real en toda la cadena de producción, desde el diseñador hasta el tejedor que fabrica la tela.
“Nosotros nos preocupamos tanto de los artesanos como de los diseñadores”, afirmó la Sra. Khumalo. “Son numerosos los diseñadores de moda que desempeñan un papel importante en la elaboración ética de productos. Es importante que los artículos que fabricamos empoderen a las personas que los producen”.
La Sra. Khumalo fue uno de los ponentes del debate sobre la moda sostenible y el empoderamiento de las mujeres que en África trabajan en la industria de la confección. El debate se realizó en el marco del Cuarto Foro de las Naciones Unidas sobre las Empresas y los Derechos Humanos, que tuvo lugar en Ginebra. La conferencia, de tres días de duración, congregó a más de 2.000 participantes del mundo entero, que debatieron sobre la interacción entre las empresas y los derechos humanos.
El evento paralelo sobre la moda sostenible congregó a una amplia gama de expertos, que examinaron de qué manera la moda podría usarse para fomentar la inclusión y aumentar la participación de las mujeres en la economía mundial. La moda puede ser un instrumento para abordar los derechos humanos, declaró Arancha González, Directora Ejecutiva del Centro Internacional de Comercio (ITC). La moda, señaló, ofrece la oportunidad de aprovechar los mercados y erradicar la pobreza extrema, que es actualmente el mayor fracaso en términos de derechos humanos.
Mediante su Iniciativa para una Moda Ética, el ITC ha logrado vincular a microempresas de producción en lugares como Haití, Kenya y Burkina Faso, con diseñadores y firmas de moda de alta gama, para proporcionarles tejidos, capacidad de confección y otras competencias. En consecuencia, se crearon numerosos empleos. “Y no cualquier tipo de empleo, sino puestos de trabajo decentes, que tienen en cuenta la sostenibilidad del proceso de producción”, añadió. “Se trata de empoderar a las mujeres y… demostrar que el sector de la moda puede ser sostenible”.
Además, los derechos humanos están de moda cuando a los trabajadores se les trata con decencia, a todo lo largo de la cadena de producción, dijo Auret van Heerden, fundador y presidente de Equiception. El Sr van Heerden mencionó la tragedia de los obreros de la confección que murieron o resultaron heridos en el derrumbe del edificio de la Plaza Rana en Bangladesh, en abril de 2013. Los trabajadores sabían que el edificio no era seguro, señaló. Se lo habían dicho a los propietarios la noche antes del derrumbe. Pero el día en el que el edificio colapsó, los obreros estaban dentro porque los habían apaleado y obligado a entrar. Tuvieron que ceder, porque no podían expresar su desacuerdo, declaró van Heerden.
“Tenemos que dar a todos los agentes de la cadena de oferta la oportunidad de expresarse, para que puedan disfrutar de un mínimo de dignidad, un mínimo de respeto”, afirmó. “Necesitamos que todos los agentes de esa cadena repitan: ‘Cuando producimos estos bellos artículos, ¿hemos pensado en la ética, hemos pensado en la dignidad y el respeto de todas las personas que participan en esta cadena productiva?’ ”.
19 de noviembre de 2015