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Declaraciones Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos

Las nociones de informática, de los medios de prensa y la información son esenciales para preservar las libertades

03 julio 2023

Pronunciado por

Nada Al-Nashif Alta Comisionada Adjunta de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos

En

53ª sesión del Consejo de Derechos Huma

Desde

Mesa redonda de debates sobre la función de los conocimientos básicos de informática, la prensa y la información en la promoción y el disfrute del derecho a la libertad de opinión y expresión

Lugar

Ginebra, Palacio de las Naciones, Sala XX

Sr. Presidente,
Excelencias,
Damas y caballeros,

Vivimos en un mundo que se caracteriza por la digitalización y el rápido avance tecnológico, en el que Internet desempeña una función esencial en todos los asuntos públicos y privados, al incrementar exponencialmente la circulación y la disponibilidad de información. En este contexto, es importante señalar hasta qué punto los conocimientos básicos de informática, los medios de prensa y la información empoderan a las personas, ya que facilitan el ejercicio real de una amplia gama de derechos humanos, entre otros los derechos a buscar, recibir e impartir información e ideas, tal como está consagrado en la Declaración Universal de Derechos Humanos, cuyo 75º aniversario conmemoramos este año.

Pero, si bien el ámbito electrónico y digital forma parte integral de la vida de la mayoría de la población mundial, debemos recordar que una amplia fracción del mundo todavía carece de acceso al mismo.

Hay 2,700 millones de personas -el 90 por ciento de las cuales viven en el mundo en desarrollo- que nunca han usado Internet. Entre los 5.300 millones que sí tienen acceso a la red, muchos carecen de conexión regular y funcional. Esta brecha digital en los países y entre ellos sigue potenciando las desigualdades, cuyas consecuencias padecen sobre todo las mujeres, las niñas y los grupos menos favorecidos. Esta situación afecta su capacidad para recibir información vital, acceder a los recursos educativos, los servicios digitales del gobierno y las oportunidades de desarrollo socioeconómico. Una prioridad importante para todos los Estados y otros interesados debería ser la de salvar esta brecha y hallar formas de atenuar sus consecuencias.   

Las tecnologías digitales han proporcionado la oportunidad de escuchar a una amplia gama de opiniones que han influido en el debate público. En particular, las de quienes habían sido marginados y que ahora han contribuido a arrojar luz sobre violaciones y abusos de derechos humanos. Pienso, en particular, en los movimientos MeToo y BlackLivesMatter.

El espacio digital y en línea también ha dado a las personas un acceso sin precedentes a las ideas y las fuentes de información. Este hecho confirma la importancia de facilitar a los individuos las herramientas que les permitan entablar una relación crítica con los diversos medios de comunicación y difusión, y evaluar la fiabilidad y credibilidad de las fuentes. Tal como ha señalado el Secretario General de las Naciones Unidas, la adquisición de nociones sobre la prensa y la informática es fundamental para aumentar la resiliencia de la sociedad y frenar la desinformación, lo que es importante no solo en contextos electorales, en situaciones de crisis y para luchar contra las pandemias, sino también en muchos otros aspectos de la vida cotidiana.  

En repetidas ocasiones, nuestra Oficina ha señalado los cortes de la conexión a Internet, las restricciones indebidas de los contenidos, la vigilancia por medios digitales y otras limitaciones a la libertad de expresión. También hemos destacado las frecuentes amenazas a la privacidad perpetradas por los Estados y determinadas empresas, incluso mediante la vigilancia masiva y el acopio de datos.

Las amenazas a la intimidad existen para cualquiera que utilice las tecnologías digitales, pero estas medidas también se han dirigido específicamente a los periodistas, los defensores de derechos humanos, los opositores que critican a los gobiernos y muchos otros. Estas tendencias ponen de manifiesto la necesidad de que los ciudadanos dispongan de las herramientas y los conocimientos básicos para identificar los peligros y salvaguardar su privacidad y sus datos personales, pero, al mismo tiempo, la importancia de eliminar la interferencia ilícita en los derechos de expresión y privacidad, tal como estipula el derecho internacional de los derechos humanos.

En numerosos Estados, la digitalización del sector público ofrece la promesa de mayor eficiencia y accesibilidad de los servicios públicos. Se trata de una noticia positiva, pero que también entraña el riesgo de dejar rezagados quienes carecen de acceso o de las necesarias competencias, que estarían aún más excluidos y marginados, y serían incapaces de acceder y evaluar informaciones importantes para poder exigir sus derechos, incluso los de orden social, económico y cultural.

Estos ejemplos muestran que la promoción de las nociones básicas sobre el uso de la informática y los medios de comunicación e información deberían figurar entre los compromisos generales de los Estados relativos al respeto, la protección y el cumplimiento de los derechos humanos, así como debería serlo la adhesión de las empresas a los Principios Rectores de las Naciones Unidas sobre las empresas y los derechos humanos.

Habida cuenta de su importancia para el ejercicio de los derechos en la era digital, los programas de capacitación básica en materia de informática, prensa e información deberían ser considerados como parte integral de la educación general. En lo que respecta a los niños y los jóvenes, la adquisición de nociones de informática, prensa e información debería debería figurar en los planes de estudio formales, a fin de promover la igualdad de oportunidades de participación en una realidad digital cada vez más compleja, con todas sus consecuencias. Esos esfuerzos también deberían orientarse hacia otros grupos, incluso hacia las personas mayores, a quienes esos programas podrían ayudar a mantener la conexión y participación en la vida pública, en particular en lo tocante al acceso a los servicios públicos, por ejemplo, la salud y la educación, en un contexto en el que esos servicios están cada vez más digitalizados.

Otros agentes no estatales también pueden desempeñar una función positiva e importante en esta labor de potenciar la adquisición de nociones de informática, prensa e información. Entre ellos cabe citar los esfuerzos de difusión y promoción que realizan las organizaciones regionales, las entidades comerciales, los medios de comunicación, las instituciones educativas y diversos agentes de la sociedad civil. Esos esfuerzos deberían recibir más apoyo, a fin de garantizar que este pilar de la sociedad democrática, transparente e integradora pueda ponerse al servicio de todos sus integrantes.

Muchas gracias.

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