Declaraciones Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos
Alto Comisionado homenajea a víctimas de tortura
23 junio 2023
Día Internacional en Apoyo de las Víctimas de la Tortura
Discurso por Volker Türk, Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos
26 de junio de 2023
Recuerdo nítidamente la primera vez que conocí a alguien que había sido torturado. La historia estremecedora que me contó me dejó marcado. Revelaba el horror que los seres humanos son capaces de infligirse unos a otros. Esta persona llevará ese trauma profundo consigo por el resto de su vida.
Mis pensamientos están con él y con todas las demás personas que han sufrido este crimen abominable.
Todos los días, tanto en centros de detención oficiales como secretos, se inflige dolor de forma deliberada a adultos y niños indefensos.
La tortura puede variar desde fuertes palizas hasta humillación sexual y violación; el uso de mecanismos específicos para infligir dolor; ejecuciones simuladas; hasta obligar a una persona a ver cómo sus familiares vulnerables son torturados.
Hay cientos de miles de víctimas de tortura, desde prisioneros de guerra y activistas por los derechos humanos hasta simples habitantes de barrios que han sido elegidos de forma aleatoria.
Y existen miles de lugares donde se cometen torturas, en países de todos los continentes.
La tortura es un delito grave. El derecho internacional establece una prohibición absoluta de cualquier tipo de tortura. La tortura no puede justificarse nunca bajo ninguna circunstancia. Conforme con la Convención contra la Tortura de las Naciones Unidas, todos los Estados están obligados a investigar y enjuiciar acusaciones de tortura, así como tratos crueles, inhumanos o degradantes; y además deben evitar que se cometan torturas por cualquier medio a su alcance.
No obstante, en casi todos los casos, las personas que ordenan y cometen el crimen de tortura escapan de la acción de la justicia.
El 26 de junio de cada año, rendimos homenaje a los y las supervivientes de tortura así como a los grupos de la sociedad civil que trabajan para prestarles apoyo. Y también sirve para mostrarles nuestra solidaridad.
Durante cuatro décadas, nuestro Fondo de Contribuciones Voluntarias de las Naciones Unidas para las Víctimas de la Tortura ha canalizado el apoyo para los grupos de la sociedad civil, llegando hasta un total de más de un millón de supervivientes de tortura en más de 120 países.
Su apoyo consiste en asistencia social, atención médica, apoyo psicológico y proyectos estratégicos de litigios que buscan lograr hacer justicia y disuadir actos futuros de tortura.
Pero la demanda de ayudas para el Fondo está aumentando enormemente, y todos los años nos vemos obligados a rechazar miles de solicitudes, debido a la falta de fondos.
Yo apoyo plenamente todas las iniciativas destinadas a limitar el comercio de artículos que pueden ser usados para cometer torturas, incluso mediante un nuevo tratado comercial internacional que excluya la tortura.
Todas las víctimas de tortura tienen derecho a reconocimiento, justicia y reparación.
Y todas las víctimas de tortura deben saber que estamos haciendo todo lo que está en nuestras manos para conseguirles apoyo, y para asegurar que la tortura, en cualquier lugar donde se cometa, es documentada, investigada, enjuiciada, y castigada.