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La libertad de expresión no significa libertad para difundir el odio racial en las redes sociales, según expertos de las Naciones Unidas

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06 enero 2023

GINEBRA (6 de enero de 2023) - Expertos de las Naciones Unidas han afirmado hoy que el fuerte aumento de la expresión racista "N" en Twitter tras su reciente adquisición evidencia la necesidad urgente de que las empresas dedicadas a las redes sociales asuman un mayor nivel de responsabilidad frente a las muestras de odio dirigidas a afrodescendientes. Los expertos mostraron su preocupación en la siguiente declaración:
"En los primeros días de la adquisición de Twitter, el Network Contagion Research Institute de la Universidad de Rutgers destacó que el uso de la palabra detestable y racista "N" en la plataforma aumentó casi un 500 % en doce horas en comparación con anteriores promedios. Aunque Twitter advirtió de que se trataba de una campaña de troleo y en la empresa no hay lugar para el odio, esta muestra de animadversión contra afrodescendientes es profundamente preocupante y merece una respuesta urgente basada en la defensa de los derechos humanos.

El "discurso de odio", la apología del odio nacional, racial y religioso que constituye incitación a la discriminación y la violencia, así como el racismo en las redes sociales, no solo preocupan a Twitter, sino también a otros gigantes de las redes sociales como Meta. Aunque algunos aseveran que no permiten la incitación al odio, hay una brecha entre los compromisos de estas empresas con sus políticas y su cumplimiento en las redes sociales. Esto es especialmente patente en la aprobación de anuncios incendiarios, desinformación electoral en Facebook y contenidos que hablan de teorías conspiradoras. Una investigación de Global Witness y SumOfUs reveló recientemente cómo Meta es incapaz de bloquear determinados anuncios.

En respuesta a numerosas quejas, Meta dio un paso importante con la creación de un consejo de supervisión en 2020. Se cuenta con este grupo de expertos de diversas áreas de especialización para "promover la libertad de expresión mediante la adopción de decisiones independientes y basadas en principios en lo que respecta al contenido en Facebook e Instagram y mediante la formulación de recomendaciones sobre la política de contenidos pertinente de la empresa de Facebook". El consejo, dotado de fondos y tras haber recibido dos millones de solicitudes relativas a contenidos, ha formulado una serie de recomendaciones y decisiones. Sin embargo, la eficacia del consejo de supervisión solo podrá apreciarse a largo plazo y requerirá de un compromiso continuo al más alto nivel de las redes sociales para la revisión y modificación de sus mecanismos para combatir la incitación al odio racial en línea. Existe el riesgo de que la arbitrariedad y los intereses económicos se interpongan en el control y la regulación de las plataformas de las redes sociales.

El Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Volker Türk, dirigió recientemente una carta abierta al director ejecutivo de Twitter, Elon Musk, en la que se señalaba que la libertad de expresión no es un salvoconducto para difundir desinformación nociva que cause daños en el mundo real. Tal y como subrayó, el derecho de los derechos humanos es claro: la libertad de expresión acaba ante el odio que incita a la discriminación, la hostilidad o la violencia. Observamos muy a menudo que la difusión del odio y la incitación al odio contra afrodescendientes y otros grupos no solo socava sus derechos, sino que crea fisuras considerables en las sociedades. Unas fisuras cada vez más difíciles de superar y fuente de diversas formas de desestabilización en los países.

Permitir y tolerar la incitación al odio y la expresión o apología del odio contra los y las afrodescendientes y otros grupos marginados, así como contra determinados miembros de esos grupos a través de plataformas en línea, no solo alienta a los responsables, sino que también constituye una fuente continua de estrés traumático y trauma crónico por motivos raciales. Pueden ser efectos acumulativos del racismo en la salud mental y física de una persona. La presencia del odio racial debilita aún más la confianza de las comunidades afectadas a la hora de utilizar las redes sociales y buscar justicia. Es especialmente alarmante si tenemos en cuenta que los y las jóvenes viven una parte importante de sus vidas en el ciberespacio. Las experiencias adquiridas en las ciberplataformas suelen conformar sus valores, actitudes y acciones.

La moderación de contenidos solo puede abordar una parte de lo que ocurre en el ciberespacio, pero no tiene en cuenta los efectos intencionados y no intencionados que provoca en la sociedad. Hay cuestiones más profundas sobre la apología del odio racial, la falta de responsabilidad por los abusos y la ausencia de esfuerzos para promover la tolerancia. Si se abordan, pueden ser factores determinantes para construir un futuro positivo tanto en internet como fuera de la red. Está en juego el futuro de las generaciones actuales y venideras, así como la cohesión social entre comunidades. Las redes sociales desempeñan un papel fundamental a la hora de evitar nuevas fisuras, de modo que la justicia racial y los derechos humanos puedan defenderse para construir sociedades menos racistas, menos divisorias, más tolerantes, justas y equitativas.

Las empresas dedicadas a las redes sociales deben abordar con urgencia las publicaciones y actividades que promuevan el odio y constituyan incitación a la discriminación, en consonancia con las normas internacionales sobre la libertad de expresión.

Hacemos un llamamiento a Elon Musk, Mark Zuckerberg, Sundar Pichai, Tim Cook y a los directores ejecutivos de otras plataformas de redes sociales para que centren su modelo de negocio en los derechos humanos, la justicia racial, la rendición de cuentas, la transparencia, la responsabilidad social corporativa y la ética. Les recordamos que esa responsabilidad corporativa en materia de justicia racial y de derechos humanos es una responsabilidad social fundamental. Respetar los derechos humanos beneficia a estas empresas y a sus accionistas a largo plazo. La Convención Internacional sobre la Eliminación de todas las Formas de Discriminación Racialel Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos, y los Principios Rectores de las Naciones Unidas sobre las Empresas y los Derechos Humanos ofrecen un camino claro sobre cómo hacerlo. Instamos a todos los directores ejecutivos y líderes de redes sociales a que asuman plenamente su responsabilidad de respetar los derechos humanos y hacer frente al odio racial".

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