Llamamiento a Singapur para que detenga dos ejecuciones inminentes

GINEBRA (25 de abril de 2022) - Apelamos al Gobierno de Singapur a detener la ejecución inminente de Nagaenthran Dharmalingam y Datchinamurthy Kataiah, dos ciudadanos malayos condenados por delitos relacionados con las drogas, en lo que parece ser una alarmante aceleración en los plazos de ejecuciones en el país.

Dharmalingam fue detenido en 2009 y condenado por acusaciones de narcotráfico.  Su familia fue informada la semana pasada de que su ejecución está prevista para el 27 de abril.  Se desestimaron numerosas apelaciones que sostenían que el condenado tiene una discapacidad intelectual y también se denegaron solicitudes de clemencia.

Kataiah fue detenido en 2011 y condenado por acusaciones de haber traficado con diamorfina en Singapur.  Su familia fue informada la semana pasada de que su ejecución está prevista para el 29 de abril.

Estamos sumamente preocupados por el repentino aumento en el número de avisos de ejecución emitidos desde comienzos de año en Singapur, principalmente por delitos relacionados con las drogas.  El 30 de marzo, tras una pausa de más de dos años en la realización de ejecuciones, Singapur ejecutó a Abdul Kahar bin Othman, quién estaba condenado por delitos relacionados con las drogas.  Al menos otros tres hombres considerados culpables de delitos relacionados con las drogas, Roslan bin Bakar, Rosman bin Abdullah y Pannir Selvam Pranthaman, corren el riesgo de ejecución inminente.  Informes afirman que más de 50 personas están en espera en el corredor de la muerte en Singapur.

El uso de la pena de muerte por delitos relacionados con las drogas es incompatible con la legislación internacional de derechos humanos.  Los países que aun no han abolido la pena de muerte solamente pueden imponerla por «crímenes de máxima gravedad», lo que se interpreta como crímenes de máxima gravedad que incluyen el asesinato intencionado.

Instamos a las autoridades de Singapur a detener de forma inmediata sus planes de ejecución, a considerar otorgar clemencia a Dharmalingham y Kataiah, y a conmutar sus penas por penas de prisión.

Apelamos a Singapur a que revise su posición conocida desde hace tiempo sobre la pena de muerte a la luz de las cada vez más pruebas numerosas que demuestran su ineficacia como elemento de disuasión y a que considere la implementación de una moratoria sobre todas las condenas de muerte pendiente de esta revisión.

FIN