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Discurso del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, el Sr. Zeid Ra'ad Al Hussein, en la mesa redonda de debates celebrada con motivo del 10º aniversario del Consejo de Derechos Humanos: Logros y desafíos

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13 junio 2016

Secretario General Adjunto,
Distinguido Presidente,
Excelencias, colegas y amigos:

Es un privilegio tener la ocasión de hacer uso de la palabra ante tan destacado grupo y ante una audiencia tan distinguida.

Junto con el Secretario General Adjunto –cuya contribución a la creación de este órgano fue fundamental- y nueve distinguidos ex presidentes, los 193 Estados Miembros de las Naciones Unidas estarán representados en este periodo de sesiones.

Todos los pequeños Estados insulares y los países menos adelantados, entre ellos los 16 países que no cuentan con misiones en Ginebra, han enviado representantes, gracias, en parte, al apoyo recibido del Equipo Especial sobre Pequeños Estados Insulares y Países Menos Adelantados, y a los Estados Miembros que han aportado fondos para hacer posible su presencia aquí.

Yo interpreto este hecho como un símbolo de la hondura y amplitud de la influencia que este Consejo ha alcanzado y como un reconocimiento de la función esencial que desempeñan los derechos humanos en cada uno de sus países.

Los derechos humanos permiten construir sociedades en las que las personas pueden ejercer sus opciones, generar oportunidades, solucionar sus disputas de manera pacífica y resistir a las amenazas con confianza y unidad. Cada Estado representado aquí se ha comprometido a proteger esos derechos, a sabiendas de que los gobiernos existen para servir a los pueblos y no al revés.

El Consejo de Derechos Humanos ha establecido un proceso sin precedentes para el escrutinio de los temas y las situaciones de derechos humanos. Ha iniciado investigaciones esenciales sobre las nuevas crisis y las violaciones crónicas, y ha formulado recomendaciones decisivas. Su compenetración con la sociedad civil no tiene parangón en ningún otro foro del sistema de las Naciones Unidas y esta movilización de competencias, sensibilización y presentación de informes contribuye en gran medida a la pertinencia del Consejo. 

En el turbulento mundo de hoy vemos indicios de que algunos Estados titubean en su compromiso con las normas fundamentales de derechos humanos. En su condición de foro de máxima autoridad mundial en materia de derechos humanos, es esencial que el Consejo preste redoblada atención a lo más importante: mejorar la aplicación de los compromisos de derechos humanos sobre el terreno. Las instituciones internacionales de derechos humanos pueden estar orgullosas de la repercusión de su labor, pero es preciso que todos nosotros garanticemos que nuestro trabajo adquiere mucha más importancia.   

Al mirar a los diez próximos años, tengo la esperanza de que todos los agentes abordarán con mucha más energía las causas profundas de las violaciones de derechos humanos, mediante la potenciación, entre otros medios, de la asistencia al desarrollo y la mejora del seguimiento sistemático de las recomendaciones. Los miembros del Consejo deben garantizar que ellos también promoverán de manera continua todos los derechos humanos en sus propios países. Asimismo deben velar por que sus políticas de asistencia al desarrollo alienten a otros Estados a poner en vigor las recomendaciones de los mecanismos de derechos humanos y defiendan esos derechos. En particular cuando se trata de buena gobernanza y Estado de Derecho, lo que puede contribuir de modo significativo al éxito de la Agenda 2030 y podría constituir una fuerza esencial de prevención. El Consejo podría asumir una función de liderazgo en este esfuerzo en pro de un seguimiento mucho más sistemático de las recomendaciones. Sobre este punto, mi oficina publicará un conjunto de prácticas idóneas relativas al seguimiento nacional coordinado de las recomendaciones en materia de derechos humanos, que espero sirva de inspiración a todos los Estados Miembros.   

Asimismo, es preciso que sigamos colaborando para fortalecer la repercusión en el plano nacional de la labor que este Consejo realiza, y para aumentar el apoyo de las Naciones Unidas a los sistemas nacionales de derechos humanos, a fin de potenciar las libertades, los derechos y la dignidad de los pueblos en el mundo entero.

Décimo aniversario del Consejo de Derechos Humanos
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