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Declaraciones y discursos Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos

Día Internacional para la Eliminación de la Discriminación Racial: declaración del Alto Comisionado / ACNUDH

21 marzo 2023

Pronunciado por

Volker Turk, Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos

En el día de hoy, honramos a las víctimas de la masacre perpetrada en Sharpeville (Sudáfrica) en 1960.

Ese día, 69 hombres, mujeres y niños perdieron la vida mientras protestaban valientemente pidiendo el fin del apartheid y la discriminación racial en Sudáfrica.

El desmantelamiento del régimen del apartheid, ocurrido algunas décadas después, fue un hito histórico en la larga lucha contra el racismo y la discriminación racial.

Una victoria encabezada por un pueblo que se negó a ser silenciado o doblegado por las fuerzas de la opresión.

Pero aún hoy, ningún país puede afirmar que está libre de racismo.

En el mundo entero, la xenofobia y otras formas de intolerancia van en aumento. Las personas afrodescendientes y las minorías nacionales, étnicas, lingüísticas y religiosas, los pueblos indígenas, y las comunidades romaníes y sinti son objeto de estereotipos, estigmatizados y marginados, y se enfrentan a formas de discriminación sistemáticas en todos los ámbitos de sus vidas. Los migrantes y los refugiados son objeto de agresión y vilipendio.

Con mucha frecuencia, los dirigentes y los políticos respaldan o incluso promueven mensajes de odio.
El racismo y todas las formas de discriminación destruyen la urdimbre de nuestras sociedades.

El racismo siembra la división y fomenta la desigualdad, los crímenes de odio y la violencia.

Además, socava el desarrollo, la paz, la democracia y el Estado de Derecho, y es una afrenta a la dignidad humana.

En virtud del derecho internacional de los derechos humanos, los gobiernos tienen la obligación de combatir el racismo y la discriminación racial, en particular según lo dispuesto en la Convención internacional sobre la eliminación de la discriminación racial.

Como parte de la iniciativa Derechos Humanos 75, este año he pedido a los Estados que emprendan cierto número de medidas específicas y urgentes, entre otras la de aprobar leyes y políticas y fortalecer las instituciones de derechos humanos.

La voluntad política es indispensable para afrontar el legado histórico de la discriminación racial y poner en práctica la justicia de reparación. La Declaración y Programa de Acción de Durban, así como la Agenda para un cambio transformador en favor de la justicia y la igualdad racial, formulada por mi Oficina, deben guiar a los países en estos esfuerzos.

Como ciudadanos, podemos y debemos ser parte de la solución.

Juntos, podemos rechazar a las fuerzas de la discriminación, el odio, los prejuicios y la violencia, y podemos construir sociedades basadas en la igualdad, el respeto y la justicia.

Mediante el diálogo, la educación y la comprensión de lo que tenemos en común, con profunda estimación de las riquezas que constituyen nuestras diferencias.

Ahora que nos disponemos a celebrar el 75 aniversario de la Declaración Universal de Derechos Humanos, confirmemos de nuevo nuestro compromiso con el ideario de este documento, que proclama que cada persona ha de ser tratada con dignidad y respeto, cualquiera que sea su lugar de origen o el color de su piel.

Me siento inspirado por el coraje y la determinación de personas y comunidades que, a pesar de los riesgos que corren, hacen frente al racismo.

Su lucha es la nuestra.

Únamonos hoy para aprender, manifestarnos y actuar a fin de luchar contra el racismo.

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