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Declaraciones y discursos Múltiples mecanismos

El creciente deterioro de la situación de derechos humanos en la República Islámica del Irán

24 noviembre 2022

Declaración de AC sobre Irán en la sesión especial del CDH

Pronunciado por

Volker Türk, Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos

En

Sesión Especial del Consejo de Derechos Humanos, 24 de noviembre de 2022

Lugar

Geneva

Sr. Presidente
Excelencias
Distinguidos delegados y delegadas,

Para comenzar, permítanme decirles que siento una profunda admiración por el pueblo iraní.

En mis numerosas visitas oficiales al país en mi anterior cargo, las personas que conocí, así como el rico patrimonio cultural y literario, me sirvieron de inspiración.

La forma en que Irán acogió a los refugiados y refugiadas afganos fue, y continúa siendo, una verdadera expresión de solidaridad internacional.

Me duele ver lo que está ocurriendo en el país.

Las imágenes de niños asesinados. 

 De mujeres golpeadas en las calles. 

De personas condenadas a muerte.  

Los últimos años hemos sido testigos de oleadas de protestas en las que se demandaba justicia, igualdad, dignidad y respeto a los derechos humanos. Protestas que han sido recibidas con violencia y represión.

El uso innecesario y desproporcionado de la fuerza debe terminar.

Los antiguos métodos y la mentalidad de fortaleza de los que ejercen el poder simplemente no funcionan.

De hecho, lo único que hacen es agravar la situación.

Ahora nos hallamos inmersos en una crisis de derechos humanos en toda regla.

Las actuales protestas, que se desencadenaron el 16 de septiembre tras la muerte de Jina Mahsa Amini mientras se encontraba bajo custodia policial, se han extendido por todo el país.  Ha habido protestas en 150 ciudades y 140 universidades de las 31 provincias de Irán.  Las regiones minoritarias siguen viéndose afectadas de forma desproporcionada, especialmente en cuanto al número de víctimas. Algunos de sus representantes en el Parlamento han criticado la respuesta de las autoridades a estas protestas.

Mujeres, jóvenes, hombres de todos los sectores de la sociedad, estudiantes, trabajadores de diversas industrias, atletas, artistas... todos ellos piden un cambio.  Y lo hacen con increíble valor.

Para poner fin a las leyes y prácticas discriminatorias contra las mujeres y las niñas.     

Para conseguir que se respeten plenamente los derechos y libertades de todo el pueblo iraní.

Para conseguir inclusión e igualdad. 

Para conseguir un futuro más justo y mejor.

Insto al gobierno y a los gobernantes a que escuchen.  

A que reconozcan las arraigadas injusticias sociales, económicas y políticas que se han ido acumulando.

A que presten atención a las demandas de las personas para que se protejan sus derechos y se escuche su voz.

A que acepten la legitimidad de los que exigen diferentes visiones de la sociedad.

Las mujeres y las niñas deben sentirse libres y seguras en público, sin miedo a la violencia ni al acoso. Deben sentirse protegidas y poder participar en la vida pública al mismo nivel que los hombres.

Los y las jóvenes necesitan saber que pueden expresar sus opiniones pacíficamente, sin miedo a que los arresten y encarcelen.

Señor Presidente,

La situación actual es insostenible.

Según consta, desde el inicio de las protestas, las fuerzas de seguridad han respondido empleando fuerza letal contra manifestantes y transeúntes desarmados que no suponían ninguna amenaza. Todo ello demostrando un evidente desprecio por las leyes internacionales sobre el uso de la fuerza.

Las fuerzas de seguridad, en particular el Cuerpo de la Guardia Revolucionaria Islámica y la fuerza Basij, han utilizado munición real, perdigones y demás balas metálicas, gases lacrimógenos y porras.

Según fuentes de confianza, un cálculo a la baja indica que se han producido hasta la fecha 300 muertos, de los cuales al menos 40 son niños. 

Esto es inaceptable.

Hemos recibido informes en los que se afirma que hay manifestantes heridos que no se atreven a ir al hospital por temor a ser arrestados por las fuerzas de seguridad.  Los profesionales sanitarios han denunciado públicamente intromisiones por parte de las fuerzas de seguridad con relación al tratamiento de los manifestantes heridos.

Por lo que hemos podido comprobar, hasta el momento se ha arrestado a alrededor de 14.000 personas en el contexto de las protestas, incluyendo a niños y niñas. Es un número abrumador.

Me aterra el hecho de que existan informes de que incluso se está arrestando en las escuelas a niños y niñas sospechosos de haber participado en las protestas.

Se ha citado a cientos de estudiantes universitarios para interrogarlos, amenazarlos o suspenderles y prohibirles la entrada a los campus universitarios.

Se ha atacado y detenido a actores de la sociedad civil en sus casas y lugares de trabajo, entre ellos defensores de los derechos humanos, periodistas y abogados.

A los manifestantes arrestados se les sigue negando el acceso a los servicios de un abogado.  Muchos de ellos se enfrentan a cargos contra la seguridad nacional, con largas condenas de prisión.

Existen informes preocupantes sobre torturas físicas y psicológicas, además de malos tratos a manifestantes detenidos para conseguir confesiones forzadas, y algunos de ellos se han retransmitido en los medios estatales.

Las familias de las víctimas sufren acoso y ataques.

Según fuentes oficiales, al menos 21 personas arrestadas en el contexto de las protestas se enfrentan actualmente a la pena capital.  De ellas, al menos seis han sido condenadas a muerte con cargos de  moharebeh (hostilidad hacia Dios) y de efsad-e fel-arz (corrupción en la tierra), algo que contradice las leyes internacionales.

Hemos visto declaraciones donde se intenta deslegitimar y etiquetar a manifestantes, actores de la sociedad civil y periodistas como representantes de enemigos y países extranjeros.

Es una buena excusa.   

Como hemos visto a lo largo de la historia, supone la narrativa clásica de la tiranía. 

Mecanismos para distraer la atención de las causas que dan lugar a las injusticias.

El pueblo de Irán, de todas las clases sociales, de todas las etnias, de todas las edades, exige un cambio.

Estas protestas tienen su raíz en las negaciones de las libertades, que tanto tiempo llevan existiendo.

En las desigualdades legales y estructurales.   

En la falta de acceso a la información. En los bloqueos de internet.  

Las mujeres y las niñas han estado reprimidas durante décadas por la discriminación generalizada en la ley y en la práctica.

Y, en ausencia de canales efectivos para expresar sus inquietudes, los miedos y las frustraciones se han multiplicado.

Las personas se han desilusionado porque no hay perspectivas de reformas reales.   

Y por eso han salido a la calle. 

Señor Presidente,

Mi Oficina ha recibido diversas comunicaciones gubernamentales sobre los acontecimientos, incluyendo investigaciones a nivel nacional sobre la muerte de la Sra. Amini.  Nos sigue preocupando el hecho de que estas investigaciones no hayan acatado las normas internacionales de imparcialidad, independencia y transparencia.

La impunidad persistente respecto a las violaciones de los derechos humanos continúa siendo uno de los desafíos más graves de Irán, lo que sigue provocando malestar y desconfianza.

Las consideraciones políticas y de seguridad han debilitado la independencia y la imparcialidad de las instituciones clave para asegurar que se exigen responsabilidades.

Sin embargo, la rendición de cuentas es un ingrediente fundamental para la procuración de justicia en los casos de violación de los derechos humanos.

Así pues, hago un llamamiento a llevar a cabo procesos de investigación independientes, imparciales, y transparentes de las presuntas violaciones de derechos humanos y que acaten las normas internacionales.

También estoy hondamente preocupado por el alarmante aumento del número de ejecuciones desde 2021, especialmente por cargos por delitos relacionados con estupefacientes.  A fecha de septiembre de 2022, el número total de ejecuciones había superado las 400 en todo el año, por primera vez en cinco años.  Este es un incremento significativo, desde al menos las 330 y 276 ejecuciones en 2021 y 2020, respectivamente.

Y al menos 85 de las personas que eran menores en el momento de cometer el supuesto delito se hallan actualmente en el corredor de la muerte. Dos han sido ejecutadas este año.

Señor Presidente,

La República Islámica del Irán ha aceptado las recomendaciones efectuadas a través del Examen Periódico Universal de este Consejo en lo concerniente a garantizar el derecho a un juicio justo, acceso a la justicia, garantizar la ausencia de tortura durante la detención además de asegurar los derechos de los detenidos, inclusive el derecho a recibir tratamiento médico.  Insto al gobierno a que implemente estas recomendaciones clave sin demora. 

Hago un llamamiento a las autoridades para que dejen inmediatamente de emplear la violencia y el acoso contra manifestantes pacíficos.

Para que liberen a todos los arrestados por protestar pacíficamente y, de manera crucial, para que impongan una moratoria a la pena de muerte.

Las sociedades evolucionan y cambian constantemente.

Ninguna sociedad puede calcificarse o fosilizarse tal y como se encuentra en un determinado momento. Es inútil intentar lograrlo en contra de la voluntad de su gente. 

Insto a los gobernantes de Irán a que respeten plenamente las libertades fundamentales de expresión, asociación y asamblea, todas ellas fundamentales para el desarrollo sostenible, 

y a que se comprometan con el pueblo iraní en lo concerniente a su visión del futuro de su país.

El cambio es inevitable. El camino a seguir son las reformas significativas.

Moteshakeram. Gracias. 

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