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Publicado:
20 de julio de 2017
Emitido por:
El Experto Independiente sobre la promoción de un orden internacional democrático y equitativo
Presentado:
Al Consejo de Derechos Humanos en su 36º período de sesiones

Antecedentes

Este informe se presenta en cumplimiento de la resolución 33/3 del Consejo de Derechos Humanos, en la que el Consejo invitó al Experto Independiente a proseguir su labor de investigación sobre los efectos que tenían para un orden internacional democrático y equitativo las políticas financieras y económicas aplicadas por las organizaciones internacionales y otras instituciones, en particular el Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional.

Tras una consulta de expertos organizada por la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos (ACNUDH) en Ginebra en octubre de 2016, el Experto Independiente decidió centrar su informe dirigido al Consejo en el Banco Mundial, y dedicar su informe destinado a la Asamblea General a las cuestiones relativas al Fondo Monetario Internacional (FMI). Ambos informes deben leerse conjuntamente, teniendo presente que en el siglo XXI no existen “zonas sin derechos humanos”1, que todos los Estados, organizaciones internacionales y agentes no estatales deben respetar el derecho internacional consuetudinario de los derechos humanos y que la llamada “fragmentación” del derecho internacional no puede dar lugar a “regímenes independientes” o “agujeros negros jurídicos”.

Resumen

Aunque las instituciones financieras internacionales pueden promover los derechos humanos e impulsar el desarrollo, algunas de sus políticas han ocasionado la erosión de un entorno de respeto de los derechos humanos en algunos países, especialmente al favorecer políticas neoliberales que debilitan el sector público e impiden a los Estados cumplir las obligaciones que han contraído en virtud de los tratados de derechos humanos en las esferas de la educación, la atención de la salud, las normas laborales y el derecho a un nivel de vida adecuado.

Además, al financiar a empresas que evaden impuestos, el Banco Mundial contribuye al desvío de recursos públicos que podrían destinarse a los servicios públicos. El aumento del apoyo del Banco a las alianzas público-privadas potencia el sector privado en detrimento de las comunidades, especialmente cuando las inversiones fracasan y generan mayores gastos para los gobiernos. En adelante, las instituciones financieras internacionales deberían adoptar un enfoque basado en los derechos humanos en lo relativo a los préstamos, consultar a los interesados, llevar a cabo evaluaciones de los efectos, adoptar medidas para combatir las represalias, luchar contra la corrupción y asumir sus responsabilidades jurídicas renunciando a la “inmunidad absoluta”.

El Experto Independiente cree que, dado que el Banco Mundial y el FMI tienen acuerdos de asociación con las Naciones Unidas, deben ayudar a la Asamblea General, el Consejo Económico y Social y la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo (UNCTAD) a promover los propósitos y principios enunciados en la Carta de las Naciones Unidas, así como los derechos humanos y el desarrollo sostenible, respetando la igualdad soberana de los Estados y el principio de no intervención en los asuntos internos de los Estados.

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