Estados Unidos de América: Ejecución por hipoxia de nitrógeno en Alabama

Expresamos nuestra consternación por la ejecución inminente en Estados Unidos de América de Kenneth Eugene Smith, por medio del uso de un método novedoso y no probado aún, la asfixia mediante gas de nitrógeno, lo que podría constituir tortura u otro trato o castigo cruel, inhumano o degradante conforme a la normativa internacional de derechos humanos.

La Oficina de Derechos Humanos de las Naciones Unidas hace un llamamiento a las autoridades del Estado de Alabama a detener la ejecución de Smith, programada para los días 25-26 de enero, y a que se abstengan de adoptar medida alguna que conduzca a cualquier otra ejecución usando este sistema. Alabama ya intentó sin éxito llevar a cabo la ejecución de Smith mediante inyección letal en 2022. Smith está también pendiente de un procedimiento en curso en un tribunal federal contra su ejecución inminente, el cual no se ha resuelto aún de manera definitiva.

En Estados Unidos no se ha utilizado nunca el gas de nitrógeno para ejecutar a seres humanos. La Asociación Americana de Médicos Veterinarios recomienda proporcionar incluso a animales de gran tamaño un sedante a la hora de ser sacrificados de esta manera, a la vez que el protocolo de Alabama para la ejecución por hipoxia de nitrógeno no prevé disposición alguna para la sedación de seres humanos con anterioridad a su ejecución. El protocolo también hace referencia a la administración de este gas inodoro e incoloro durante un tiempo no superior a 15 minutos. Smith también avanzó, con pruebas periciales, que una ejecución de este tipo mediante asfixia por gas conlleva en su caso el riesgo de añadir un dolor y sufrimiento considerables.

Nos preocupa seriamente que la ejecución de Smith en estas circunstancias pueda vulnerar la prohibición de tortura u otro trato o castigo cruel, inhumano o degradante, además de su derecho a un recurso eficaz y efectivo. Estos derechos están consagrados en los dos tratados Internacionales de Derechos Humanos vinculantes para los Estados Unidos: el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos y la Convención contra la Tortura y Otros Tratos o Penas Crueles, Inhumanos o Degradantes. 

El Comité de Derechos Humanos, el órgano de las Naciones Unidas que se encarga de supervisar la implementación de esta Convención, ha criticado también el uso de asfixia mediante gas como método de ejecución, el uso de métodos no probados aún, así como ampliar el uso de la pena de muerte en aquellos Estados que continúan aplicándola. 

La pena de muerte es incompatible con el derecho fundamental a la vida. No existe prueba alguna de que esta pena sirva para disuadir de cometer delitos, además de crear el riesgo inaceptable de que se ejecuten a personas inocentes. En lugar de inventar nuevas vías para aplicar la pena capital, nosotros instamos a todos los Estados a aplicar una moratoria sobre su uso, como paso hacia su abolición universal.