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Notas de prensa Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos

Afganistán: Segundo aniversario de la toma del poder por los talibanes

15 agosto 2023

Varias personas se dirigen a una instalación militar en un aeropuerto de Kabul el 23 de agosto de 2021, tras la llegada al poder del grupo militante islámico de los talibanes. © (Kyodo) ==Kyodo NO USE JAPAN

Desde

Portavoz del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos: Liz Throssell

Lugar

Ginebra

Hoy hace dos años que los talibanes se hicieron con el poder de Afganistán.

El Alto Comisionado recuerda a las autoridades de facto que Afganistán, como Estado, tiene obligaciones de respetar, mantener y fomentar los derechos de todas las personas sin discriminación en virtud del derecho internacional. Nos sigue inquietando sumamente la situación de derechos humanos, en especial las restricciones graves impuestas a las mujeres y niñas, cuyos derechos de acceder a la educación y al trabajo, sus libertades de circulación y participación en la vida diaria y pública se han visto mermados por una seria de edictos discriminatorios promulgados desde la toma de poder.

El personal de Derechos Humanos de las Naciones Unidas sigue trabajando en Afganistán en la supervisión, documentación y defensa de varias cuestiones de derechos humanos, entre otros, los derechos de mujeres y niñas, las libertades fundamentales, la protección de la población civil en los conflictos armados y los derechos de las personas detenidas. Estamos colaborando con las autoridades de facto sobre estas cuestiones y les recordamos sus obligaciones derivadas del derecho internacional de derechos humanos. Asimismo, nos reunimos con organismos de seguridad de facto para tratar casos individuales de violaciones de derechos humanos y visitamos prisiones para reunirnos con las personas detenidas.

El Alto Comisionado insta a la comunidad internacional a que no se olvide del pueblo afgano, quien además afronta unas limitaciones estrictas de sus derechos humanos y vive en una situación humanitaria y económica desesperada. No quedan ciudadanos ni ciudadanas afganas que hayan salido indemnes de la violencia y el conflicto de las últimas cuatro décadas. Las víctimas y sus familias siguen en busca de justicia, rendición de cuentas y un apoyo muy necesario y, en ocasiones, vital.

No es demasiado tarde para cambiar el curso del país y para que los talibanes modifiquen sus políticas basadas en el entendimiento de que el respeto y la protección de los derechos humanos resultan vitales para la prosperidad, la cohesión y la estabilidad del país. El pueblo afgano tiene derecho a un futuro pacífico y armonioso, y los talibanes, como autoridad de facto, tienen la obligación de garantizar el ejercicio de este derecho.

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