Prisioneros de Guerra ucranianos y rusos

Hacemos un llamamiento urgente tanto a las autoridades rusas como ucranianas a que investiguen y a que condenen inmediata y públicamente las grabaciones de audio que han aparecido durante el fin de semana en las cuales personas con aparentes conexiones con ambas partes del conflicto en Ucrania parecen ordenar la ejecución sumaria de prisioneros de guerra o que declaran que no quedará ningún superviviente en el campo de batalla.

Este material de audio apareció el 23 de abril en varios canales de Telegram en los que se insta a los combatientes a no hacer prisioneros de guerra o a ejecutar de forma sumaria a aquellos que sean capturados. Una grabación proviene aparentemente de un miembro de las fuerzas armadas ucranianas el cual ordena el asesinato de un prisionero de guerra perteneciente al denominado Grupo Wagner, el cual proporciona contratistas militares y de seguridad para combatir en favor de la Federación de Rusia. Posteriormente se publicó otra declaración en audio, aparentemente perteneciente al jefe del Grupo Wagner, en el que señala que ya no iban a hacer prisioneros de guerra en el campo de batalla.

A la vez que no hemos podido verificar aun la autenticidad de estas grabaciones, estas declaraciones podrían provocar o animar a llevar a cabo ejecuciones sumarias de prisioneros de guerra o de personas fuera de combate.

Si se verificaran estas grabaciones, la orden de ejecutar de forma sumaria a personas fuera de combate, incluyendo a prisioneros de guerra, que se materialice en el asesinato de estas personas o el intento de asesinato de las mismas, representa un crimen de guerra, al igual que también lo supone la declaración de no dar un minuto de tregua. Instamos a las autoridades rusas y ucranianas a cumplir con sus obligaciones conforme al derecho internacional de investigar las declaraciones que se incluyen en estas grabaciones así como a identificar y a enjuiciar a sus responsables.

También apelamos a los mandos militares y otros superiores a emitir órdenes claras y no ambiguas de proteger y tratar humanamente a los prisioneros de guerra y a las personas fuera de combate, además de garantizar que se cumplen estas órdenes de forma estricta.