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Notas de prensa Múltiples mecanismos

Conferencia de prensa sobre la situación en Ucrania- Matilda Bogner

09 septiembre 2022

Un hombre ucraniano camina enfrente de un edificio residencial dañado tras un ataque ruso, según continúa el ataque de Rusia contra Ucrania, en Kramatorsk, región de Donetsk, Ucrania, 31 de agosto de 2022 @ Reuters

Pronunciado por

Jefa de la Misión de Vigilancia de los Derechos Humanos de las Naciones Unidas en Ucrania: Matilda Bogner

Desde

Ucrania (via zoom)

Buenos días, 

Hoy me uno a ustedes desde Odesa, una ciudad al sur de Ucrania donde la Misión de Vigilancia de los Derechos Humanos de las Naciones Unidas lleva presente desde 2014.  Todos los días, hablamos con personas de todo el país y escuchamos a víctimas que han sufrido violaciones de derechos humanos en el contexto del conflicto armado, el cual culminó con el ataque armado de la Federación de Rusia. 

A finales de este mes publicaremos nuestro próximo informe, pero permítanme ofrecerles una actualización sobre algunas de nuestras recientes conclusiones. 

Hasta la fecha hemos corroborado 14.059 víctimas civiles:  5.767 civiles resultaron muertos y 8.292 heridos por las hostilidades.  Como hemos dicho de forma repetida, sabemos que las cifras reales son posiblemente muy superiores. 

Desde el 24 de febrero, nuestra Misión ha verificado que al menos 416 personas han sido víctimas de detenciones arbitrarias y desapariciones forzadas en territorio ocupado por la Federación de Rusia o en zonas controladas por fuerzas armadas rusas y grupos armados afiliados en ese momento.  De estas personas, 16 fueron encontradas muertas y 166 fueron liberadas.  También hemos documentado 51 detenciones arbitrarias y 30 casos más que pueden equivaler a desapariciones forzadas cometidas por las fuerzas del orden ucranianas.

Hemos documentado una serie de violaciones contra prisioneros de guerra.  Se nos ha concedido acceso sin impedimentos a lugares de internamiento y detención en territorio controlado por el gobierno de Ucrania.  No obstante, la Federación de Rusia no ha concedido acceso a prisioneros de guerra retenidos en su territorio o en territorio bajo ocupación suya, incluyendo en zonas controladas por sus fuerzas armadas y grupos armados afiliados. 

Este dato es sumamente preocupante ya que hemos documentado que prisioneros de guerra en poder de la Federación de Rusia y retenidos por las fuerzas armadas de la Federación de Rusia o por grupos armados afiliados han sufrido tortura y malos tratos, y que en algunos lugares de detención carecen de alimentos, agua, atención sanitaria e higiene adecuados.  Hemos recibido información acerca de la situación crítica sanitaria en la colonia penal de Olenivka, donde aparentemente muchos prisioneros de guerra ucranianos han venido sufriendo de enfermedades infecciosas, que incluyen la hepatitis A y la tuberculosis.  También hemos documentado numerosos casos donde no se ha permitido a prisioneros de guerra ucranianos contactar con sus familiares para informarles sobre su captura, su ubicación y su condición de salud.  Esto deja a las familias de soldados capturados desesperadas por conocer información, privadas de su derecho a saber lo que ha ocurrido con sus seres queridos. 

Hemos estado siguiendo también los casos de varias prisioneras de guerra embarazadas internas en lugares controlados por fuerzas armadas rusas y grupos armados afiliados.  Instamos a la Federación de Rusia, como potencia responsable de las detenciones, a que considere la puesta en libertad inmediata de estas mujeres por razones humanitarias. 

En el territorio controlado por el Gobierno, hemos documentado también casos de tortura y malos tratos a prisioneros de guerra, habitualmente tras su captura, durante los interrogatorios iniciales o en su transporte a campos para su internamiento.  Nuestra Misión ha conseguido visitar un campo ucraniano de prisioneros de guerra.  Advertimos no obstante que la mayor parte de los prisioneros de guerra siguen estando retenidos en centros penitenciarios, lo que viola la norma que dicta que los prisioneros de guerra no serán internados en un espacio reducido. 

Al mismo tiempo en Crimea, que lleva desde 2014 bajo ocupación rusa y que ha recibido menos atención en los meses últimos, hemos observado un deterioro considerable de la situación allí. Esta situación incluye restricciones al ejercicio de libertades fundamentales, tortura y malos tratos, desapariciones forzadas y detenciones arbitrarias, así como violaciones del derecho a un juicio justo, sumado a la falta de rendición de cuentas por estas violaciones de derechos humanos.  Estamos preocupados porque patrones de violaciones documentados en Crimea desde 2014 puedan repetirse en territorio ocupado recientemente por la Federación de Rusia en Ucrania. 

En Crimea, la Federación de Rusia sigue restringiendo la libertad de expresión aplicando una legislación vaga y mal definida, penalizando las críticas reales o percibidas hacia la Federación de Rusia y sus fuerzas armadas.  Desde marzo, hemos documentado el enjuiciamiento de 89 personas en Crimea por, y cito, "acciones públicas dirigidas a desacreditar a las fuerzas armadas de la Federación de Rusia". 

Profesores en Crimea que se negaron a respaldar la llamada, y cito, "operación militar especial" se enfrentan a represalias y sanciones.  Defensores de derechos humanos han sido detenidos y procesados por ejercer su trabajo, y los abogados defensores han recibido intimidaciones.  Hemos documentado detenciones arbitrarias y tortura de personas capturadas en la región ocupada por Rusia de Jersón y posteriormente trasladados a Crimea.  Además, hombres que cruzan la línea fronteriza administrativa desde Ucrania continental hasta Crimea han sido sometidos a la denominada "filtración" por parte de Servicios de Seguridad de la Federación de Rusia en varios puestos de control.  Según informes creíbles recibidos por nuestra Misión, este proceso les expone al riesgo de desaparición forzada, detención arbitraria, tortura y malos tratos. 

Tártaros de la región de Crimea continúan sufriendo intimidación y acoso, redadas policiales y registros domiciliarios, así como procesamientos por delitos relacionados con terrorismo y extremismo, cuyas actuaciones no cumplen a menudo con la normativa de derechos humanos.  Además, detenidos tártaros de la región de Crimea continúan siendo deportados a zonas remotas de la Federación de Rusia para cumplir sus condenas. 

La Misión de Vigilancia de los Derechos Humanos de las Naciones Unidas en Ucrania continuará documentando e informando de los hechos sobre el terreno y escuchando los relatos de las víctimas.  Nosotros consideramos esta labor como una parte esencial para poder prevenir nuevas violaciones y para exigir responsabilidades a los autores por las violaciones ya cometidas.  En nuestro próximo informe presentaremos más conclusiones sobre las repercusiones del ataque armado de la Federación de Rusia para los derechos humanos en Ucrania, el cual se publicará el 27 de septiembre. 

Gracias. 

Para más información y solicitudes de medios de comunicación, póngase en contacto con:

En Ginebra

Liz Throssell + 41 22 917 9296 / elizabeth.throssell@un.org o
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