Declaraciones Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos
Encuentro informal con la prensa del Jefe de Derechos Humanos, Volker Türk, en la República Democrática Popular Lao
07 junio 2024
Lugar
Vientiane
Sabaidee, buenas tardes.
Esta ha sido una visita muy breve a Vientiane, pero agradezco el creciente compromiso que mi Oficina Regional para Asia Sudoriental ha adquirido en los últimos años con el Gobierno de Laos y la sociedad civil, en una serie de cuestiones de derechos humanos actuales y emergentes, así como en la facilitación de las interacciones con los mecanismos de derechos humanos de las Naciones Unidas. Este es también el año en que la República Democrática Popular Lao preside la ASEAN.
En las reuniones que mantuve con el Primer Ministro, el Viceprimer Ministro y Ministro de Asuntos Exteriores, el Vicepresidente de la Asamblea Nacional, el Director General del Departamento de Tratados y Derecho y otros altos funcionarios, abordamos los avances que ha hecho la República Democrática Popular Lao y los retos pendientes. Debatimos las cuestiones de forma constructiva y acordamos intensificar nuestra labor conjunta en varios ámbitos.
La República Democrática Popular Lao ha ratificado siete de los nueve principales tratados internacionales de derechos humanos: derechos civiles y políticos, derechos económicos, sociales y culturales, discriminación racial, discriminación contra la mujer, tortura, derechos del niño y derechos de las personas con discapacidad. Al ratificar estos tratados, el país ha manifestado su compromiso de adherirse a una hoja de ruta en materia de derechos humanos.
Se han introducido algunas reformas legislativas positivas, como las enmiendas de 2023 a la Ley de protección de los derechos e intereses del niño , que han llevado a la prohibición de los castigos corporales a los niños. La República Democrática Popular Lao es el primer Estado de la región de la ASEAN que ha logrado esta reforma fundamental, lo que ha introducido en la ley el derecho de los niños a la protección contra los castigos violentos.
Aunque este país traza el camino a seguir, se enfrenta a numerosos retos mundiales, regionales e internos. El impacto del cambio climático, el agotamiento de los ecosistemas y la degradación del medio ambiente; las grandes cantidades de artefactos sin detonar que siguen amenazando vidas y medios de subsistencia; un panorama mundial en el que los niveles de pobreza y las desigualdades de ingresos aumentan; así como los efectos de los conflictos y otras crisis, la delincuencia organizada y la trata de personas, en la región y fuera de ella.
Pese a estas tensiones del sistema, el país ha avanzado en la lucha contra la pobreza en la última década, lo que ha conllevado la mejora de las condiciones de vida de algunos segmentos de la población.
Hacer énfasis en el desarrollo es claramente crucial, pero igualmente importante es la integración de los derechos humanos en el proceso de desarrollo sostenible. Cuando mencionamos los Objetivos de Desarrollo Sostenible, hemos de recordar que el 95 % de los ODS son obligaciones en materia de derechos humanos. Los derechos humanos no son un menú a la carta en el que elegir. El desarrollo sostenible está entrelazado con los derechos económicos, sociales, culturales, civiles y políticos, así como con el derecho a un medio ambiente saludable.
Un reto clave para el país es la deuda pública. Permítanme ser claro: la deuda es una cuestión de derechos humanos.
Más de la mitad de los países más pobres del mundo se encuentran o están a punto de encontrarse en una situación de endeudamiento excesivo, lo que contribuye a reducir el espacio fiscal general. Hemos insistido mucho para que se utilice la perspectiva de los derechos humanos en el trabajo de las instituciones financieras internacionales y en la arquitectura de la deuda, y esto debería ser una prioridad urgente. Los reembolsos de la deuda no deben interferir en las obligaciones de derechos humanos que tienen los Estados en cuanto a asignar el máximo de recursos disponibles a la realización de los derechos económicos y sociales.
En este contexto, lamento la disminución del gasto público en servicios sociales, entre ellos, la protección social, la sanidad y la educación. Los derechos humanos tienen que reflejarse en las asignaciones presupuestarias. Si un país no invierte lo suficiente en educación, sanidad, igualdad y otros aspectos esenciales, aparecerá una serie de problemas en la sociedad, que socavará el desarrollo y hará aumentar las desigualdades.
El problema del matrimonio infantil es obviamente una cuestión de derechos humanos y de desarrollo. El país presenta una tasa muy alta de matrimonio infantil y según los datos disponibles, el 30 % de las niñas se casan antes de los 18 años y el 17 % de las mujeres de entre 20 y 24 años tuvieron su primer hijo cuando aún eran niñas.
La capacidad del Gobierno para abordar estas cuestiones depende en gran parte de la participación significativa de los más afectados y de la sociedad civil en toda su diversidad, incluyendo a las mujeres, las minorías y las personas de todos los sectores de la sociedad, así como los jóvenes (más de la mitad de la población de la República Democrática Popular Lao tiene menos de 25 años).
Ante la ausencia de un espacio cívico dinámico, se asienta en el país un clima de estancamiento y la corrupción permanece oculta. Las políticas diseñadas para atender problemas medioambientales, objetivos de desarrollo, y violaciones de derechos humanos, en realidad cualquier aspecto negativo, todos ellos resultantes de proyectos donde están implicadas empresas y tierras, están intrínsecamente debilitadas. Estas son incapaces de reflejar la verdadera complejidad de las situaciones a las que hay que encontrar una solución. Y son igualmente incapaces de tener en cuenta las repercusiones que tienen para las personas más afectadas.
A la vez que existen varias políticas gubernamentales cuyo cometido es promover la igualdad de género, la participación de las mujeres en puestos de responsabilidad es lamentablemente muy baja. Me resultó alentador no obstante el comprobar que más del 50 por ciento del alumnado de la Facultad de Derecho y Ciencias Políticas de la Universidad Nacional eran mujeres. Animo a seguir dando pasos en la dirección para asegurar que las mujeres y niñas participan en todos los órganos de decisión.
La legislación nacional de la RDP Lao también reconoce el derecho de las comunidades afectadas por proyectos de infraestructura a ser consultadas durante todas las fases del proyecto. Es crucial que el Gobierno asegure una consulta adecuada y significativa con las minorías étnicas, respetando su derecho al consentimiento libre, previo e informado.
En todo el conjunto de la sociedad, aquellas personas que deciden expresar sus puntos de vista acerca de cuestiones de interés público han de poder hacerlo sin sentir miedo alguno. Estas deben estar protegidas ante cualquier intimidación, violencia o acoso judicial por ejercer su libertad de expresión. En los casos donde hayan sido sometidas a violaciones graves de derechos humanos, estos casos habrán de ser investigados y resueltos de forma eficaz y transparente. Son necesarios mecanismos correctores para afianzar el control de las fuerzas de seguridad, y para garantizar que aquellos quienes se extralimiten en sus poderes rindan cuentas por ello.
A este respecto, hago un llamamiento al Gobierno a continuar con sus investigaciones de casos de desaparición forzada, como es el caso de Sombath Somphone, cuya familia lleva buscando verdad y justicia durante más de 11 años, y para que se aseguren de que las familias son informadas de manera regular. También apelé a la RDP Lao a ratificar la Convención Internacional para la Protección de Todas las Personas contra las Desapariciones Forzadas.
A lo largo de toda mi visita a esta región, también fui testigo de casos de represión interestatal de defensores y defensoras de derechos humanos. Cuando los defensores de derechos humanos acaban en países distintos al suyo, los defensores y defensoras han de quedar protegidos, con pleno respeto por la obligación fundamental de no devolución.
Como Presidente de la ASEAN este año, la RDP Lao desempeña una función primordial en la región, un aspecto que pude debatir con el Enviado Especial de la ASEAN para Myanmar, así como con el representante de la RDP Lao en la Comisión Intergubernamental de Derechos Humanos de la ASEAN.
Esta es la primera visita que realiza un Alto Comisionado para los Derechos Humanos a la RDP Lao, y yo confío en que se traduzca en una intensificación de nuestra colaboración en la promoción y protección de los derechos humanos para todas las personas del país, así como en toda la región.
Khop Chai, gracias.
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