Resumen

En el presente informe, la Relatora Especial sobre el derecho de toda persona al disfrute del más alto nivel posible de salud física y mental, Tlaleng Mofokeng, analiza los efectos de la innovación y las tecnologías digitales en el derecho a la salud, en particular en lo relativo a la disponibilidad, accesibilidad, aceptabilidad y calidad de los establecimientos, bienes y servicios. El informe se centra también en la innovación y las tecnologías digitales y el derecho a la salud sexual y reproductiva, así como en las repercusiones que tienen las tecnologías digitales en la privacidad y el uso de los datos.

La Relatora Especial expresa preocupación por el hecho de que las tecnologías digitales pueden perpetuar el racismo, el sexismo, el capacitismo o la discriminación por motivos como la orientación sexual o la identidad de género. Reafirma, entre otros, los principios de no discriminación, igualdad, participación, rendición de cuentas, reparación y privacidad. Asimismo, recuerda la necesidad de promover la inclusión digital, el acceso a una conectividad asequible y fiable, y la necesidad subyacente de abordar la cuestión de la alfabetización digital y corregir la brecha digital de género.

La Relatora Especial trata asimismo de aclarar las obligaciones jurídicas que se plantean en el marco del derecho a la salud, desde una perspectiva antidiscriminatoria, recordando que los mismos derechos que se protegen en el mundo real deben protegerse con el uso de herramientas digitales y en espacios virtuales. Por otro lado, también recuerda a los Estados y a los actores privados, como las empresas y las sociedades tecnológicas, las obligaciones que tienen en este contexto de rápido crecimiento de la innovación tecnológica en lo que se refiere al derecho a la salud. La Relatora Especial se centra también en las buenas prácticas e incluye recomendaciones en materia de participación y gobernanza en salud digital.