Resumen

El presente informe está dedicado a la discriminación contra la mujer en la vida económica y social, especialmente en el contexto de la crisis económica. 

La legislación discriminatoria de varios Estados sigue impidiendo a la mujer el ejercicio de sus derechos y el acceso a oportunidades y recursos económicos en pie de igualdad. Los papeles y responsabilidades que corresponden a mujeres y hombres según los estereotipos relegan a las mujeres a la subordinación y limitan sus oportunidades económicas. Un número considerable de países ha adoptado medidas de lucha contra la discriminación que, sin embargo, no han plasmado la igualdad de oportunidades en la vida económica y social de la mujer. Es desproporcionada la presencia de mujeres en el empleo informal y precario; son objeto de múltiples formas de discriminación, la diferencia salarial persiste, la protección de la maternidad no se ha instaurado de forma plena y eficaz y en muchos países las mujeres carecen de igualdad de derechos y de acceso a los recursos. Ha sido escasa la atención prestada a los efectos negativos del sector empresarial en el ejercicio por las mujeres de sus derechos humanos. La función de dispensar cuidados corresponde de forma desproporcionada a las mujeres, lo cual crea un gran obstáculo a su plena participación en la actividad económica y comercial. La violencia contra la mujer plantea otro obstáculo a la igualdad de oportunidades de la mujer. Las medidas de austeridad adoptadas por algunos Estados ante la crisis económica han tenido un efecto desigual en las mujeres al aumentar la precariedad de su empleo y la carga de la labor de cuidados no retribuida. El Grupo de Trabajo pide que, a escala internacional, regional y nacional, se instauren sistemas de rendición de cuentas eficaces que incorporen la dimensión del género a fin de eliminar todas las formas de discriminación de hecho contra la mujer.