Antecedentes

Desde que comenzó su nombramiento en agosto de 2021, la Relatora Especial de la ONU sobre la violencia contra las mujeres, Reem Alsalem, ha identificado algunas prioridades temáticas clave y emergentes en las que pretende centrarse. Una de ellas es la violencia contra las mujeres y las niñas en el contexto de la crisis climática, que será el tema de su próximo informe temático, que se presentará a la Asamblea General de la ONU en su 77º período de sesiones, en septiembre de 2022.

Los impactos de la crisis climática ya están presentes en diferentes regiones del mundo. Sin embargo, sus efectos adversos no se sienten por igual. Es evidente, incluso a partir de las conclusiones del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático, que quienes ya se encuentran en las posiciones más vulnerables y marginadas también experimentarán mayor impacto. Las poblaciones desfavorecidas, incluidas las mujeres y las niñas en muchos países del mundo, experimentan las consecuencias de la crisis climática de forma diferente. Por lo tanto, es necesario abordar las desigualdades de forma directa a través de estructuras eficaces de mitigación y adaptación, y mediante la compensación de pérdidas y daños. Como se reconoce en el Llamamiento a la Acción del Secretario General para los Derechos Humanos, la crisis climática afecta a todos, incluidas las generaciones futuras, y es igualmente una crisis de justicia climática.

Las mujeres y las niñas suelen verse afectadas de forma desproporcionada por los efectos negativos de la crisis climática, debido a las desigualdades y la discriminación de género preexistentes, profundamente arraigadas y persistentes. Las catástrofes naturales repentinas, así como los acontecimientos de evolución lenta, relacionados con la crisis climática, la degradación del medio ambiente y los desplazamientos, afectan gravemente al acceso de las mujeres y las niñas a la alimentación y la nutrición, al agua potable y al saneamiento, a los servicios de atención sanitaria y a los medicamentos, a la educación y la formación, a una vivienda adecuada, al acceso a la tierra, al acceso a un trabajo digno y a la protección laboral.

También se reconoce que el cambio climático es un serio agravante de todos los tipos de violencia de género contra las mujeres y las niñas, y está preparado para exacerbar el ya creciente número de emergencias complejas, que afectan de manera desproporcionada a las mujeres y las niñas, como, por ejemplo, se destaca en un estudio de 2019 realizado por el ACNUDH.

Como señalaba el Comité de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer en su Recomendación General nº 37 (2018), las mujeres y las niñas suelen correr un mayor riesgo de violencia después de los desastres, en ausencia de planes de protección social y en situaciones en las que hay inseguridad alimentaria, al intentar acceder a los alimentos para los miembros de la familia y para ellas mismas. El Comité también destaca los riesgos de violencia en los campamentos y asentamientos temporales, y señala que la violencia doméstica, el matrimonio infantil, precoz o forzado, la trata de personas y la prostitución forzada son más probables durante y después de los desastres.

Cada vez se presta más atención a nivel internacional al impacto de la crisis climática sobre las mujeres y las niñas, y la igualdad de género y la participación de las mujeres y las niñas se está integrando progresivamente en los enfoques de las políticas de adaptación y mitigación, así como en las acciones para hacer frente a las pérdidas y los daños asociados a los impactos de la crisis climática. Sin embargo, no es suficiente, y esta concienciación no ha influido adecuadamente en el diseño e implementación de las políticas nacionales, regionales y mundiales. Además, el papel de los impactos de la crisis climática en la exacerbación de la violencia de género contra las mujeres y las niñas es examinado en menor medida en los procesos internacionales, regionales y nacionales. La situación se ve agravada por la falta de datos sobre las consecuencias de la crisis climática en la violencia de género. Dada la amenaza inminente de la crisis climática, los importantes efectos adversos que ya está teniendo y la omnipresencia de la violencia de género contra las mujeres y las niñas, el tema requiere una atención urgente. Asimismo, cuando se excluye a las mujeres y a las niñas de la acción climática, ésta se vuelve menos eficaz y los daños climáticos se agravan aún más.

Objetivos

La Relatora Especial solicita amablemente el apoyo de los Estados, de las Instituciones Nacionales de Derechos Humanos, de los actores de la sociedad civil, de las organizaciones internacionales, de los académicos y de otras partes interesadas para proporcionar información actualizada sobre:

1. Las repercusiones de la crisis climática, la degradación del medio ambiente y los desplazamientos conexos en la violencia de género contra las mujeres y las niñas, y en grupos específicos de mujeres y niñas, como las mujeres y las niñas con discapacidad, las mujeres y las niñas indígenas, las mujeres y las niñas migrantes o desplazadas, las mujeres de edad, las mujeres y las niñas rurales, las mujeres y las niñas que viven en condiciones de extrema pobreza, las mujeres y las niñas defensoras de los derechos humanos, u otros grupos con mayor vulnerabilidad o con identidades cruzadas y superpuestas. En particular, la Relatora Especial estaría interesada en obtener información actualizada sobre las formas en que la interseccionalidad influye en la experiencia de la violencia y sus consecuencias por parte de diferentes mujeres y niñas, dependiendo de su origen y perfil;
2. Las diferentes manifestaciones o tipos específicos de violencia de género que experimentan las mujeres y las niñas en relación con la crisis climática, la degradación del medio ambiente y los desplazamientos conexos;
3. Buenas prácticas, estrategias y desafíos en la mitigación y prevención de la violencia de género y en la protección de las mujeres y las niñas en el contexto de la crisis climática, la degradación del medio ambiente y los desplazamientos conexos, incluso en la promoción del acceso a la justicia, los recursos y la reparación para las víctimas/supervivientes;
4. Buenas prácticas, estrategias y desafíos relacionados con la integración de la igualdad de género y la lucha contra la violencia de género contra las mujeres y las niñas en la mitigación del riesgo de desastres relacionados con la crisis climática y la respuesta, incluidas las respuestas dirigidas por mujeres y basadas en la comunidad. Si está disponible, proporcione información sobre las lecciones aprendidas de las respuestas a la pandemia del COVID-19 y su intersección con la mitigación y respuesta al riesgo de desastres relacionados con la crisis climática;
5. La medida en que las mujeres y las niñas pueden, a todos los niveles, acceder a la información y participar plenamente en igualdad de condiciones y de manera significativa en la mitigación de la crisis climática, incluida la degradación del medio ambiente y la aparición repentina de catástrofes, así como en la respuesta a la misma, tal y como estipula el Plan de Acción de Género de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático;
6. El modo en que las decisiones sobre qué y cómo financiar la mitigación, adaptación y respuesta a la crisis climática afecta a los fondos disponibles para prevenir y poner fin a la violencia de género contra las mujeres y las niñas; and
7. Cualquier otra cuestión de relevancia.

Siempre que sea posible y esté disponible, las aportaciones deben proporcionar datos cuantitativos actualizados y desglosados sobre los temas presentados.

Cómo y dónde presentar las aportaciones

Las aportaciones deben enviarse por correo electrónico antes del 31 de marzo de 2022.

Tratamiento de las aportaciones recibidas

Las aportaciones se publicarán tal y como se reciban en la página web del mandato. Por favor, indique si NO desea que su presentación se haga pública.