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Declaraciones Consejo de Derechos Humanos

Derechos humanos en tiempos de COVID: un evento en memoria de David Petrasek

24 junio 2020

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Declaración de Michelle Bachelet, Alta Comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos

24 de junio de 2020

Es un privilegio poder intervenir en un evento en honor de David Petrasek, cuya integridad y compromiso con los derechos humanos fue ciertamente notable.

David fue un verdadero “líder intelectual” para la esfera de derechos humanos y echaremos profundamente en falta su perspectiva, energía y visión. Habría considerado la crisis actual de la COVID-19 en todos sus aspectos para los derechos civiles, políticos, económicos, sociales y culturales, así como para el derecho al desarrollo.

Creo que David habría concordado en la necesidad urgente de potenciar la capacidad de más defensores de la dignidad y los derechos humanos. Estoy convencida de que no debemos perder esta oportunidad para reconstruir el conocimiento público de la importancia que revisten los derechos humanos, además de esforzarnos por garantizar que todos puedan expresar ese apoyo y participar en las decisiones.

La pandemia ha dejado bien claro el daño causado por las deficiencias de la protección de los derechos humanos. Se ha pedido a la población que se lave las manos, pero 2,2 mil millones de personas carecen de un acceso adecuado al agua y al saneamiento. Se ha ordenado a la población que se quede en casa y que guarde la distancia física, pero 1,8 mil millones de personas viven en condiciones totalmente inadecuadas y de hacinamiento.

Hemos visto lo importante que es contar con acceso universal a una asistencia sanitaria asequible y protecciones sociales. Hemos observado el impacto mortal de la discriminación racial y étnica contra los afrodescendientes, las poblaciones indígenas, las personas de color, los dalits y las minorías étnicas.

Hemos asistido a la respuesta que han dado muchos gobiernos a la pandemia con la imposición de un control mucho mayor de la libertad de información, de expresión y las libertades de los medios de comunicación, como la penalización de la crítica, la reducción del espacio cívico y la restricción de la privacidad.

Sin embargo, los gobiernos necesitan la contribución y participación más amplias posibles para concebir medidas precisas y eficaces que prevengan y mitiguen los perjuicios de la pandemia.

La COVID-19 muestra claramente que el respeto de los derechos civiles y políticos —incluido el derecho de las personas a criticar las respuestas ante la pandemia de los gobiernos— beneficia a todos. Asimismo, demuestra de forma pormenorizada y dura que la incapacidad de defender los derechos económicos, sociales y culturales nos perjudica a todos. Y realmente creo que esta situación puede y debe impulsar nuestra defensa de un espacio cívico más amplio y medidas mucho más severas basadas en los derechos humanos.

Espero que podamos animar a muchas personas a unirse a este gran proyecto de reconstruir nuestras sociedades con sistemas más justos, pacíficos, sostenibles e inocuos con el clima.

Sin duda, David hubiera estado de nuestra parte, generando ideas innovadoras y de gran alcance, así como movilizando a otros para participar. Detectó la necesidad de involucrar no solo a los Estados, sino también a los agentes y empresas no estatales. Echamos de menos su curiosidad, convicción y determinación para superar los obstáculos, sin importar su complejidad. A mí, por lo menos, me entusiasma su ejemplo y contribución a nuestra iniciativa, y espero que ustedes se unan a mí en su memoria para reforzar nuestra lucha por la igualdad, los derechos y la dignidad humana para todos.

Muchas gracias.

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