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Declaraciones Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos

43° período de sesiones del Consejo de Derechos Humanos Discurso de la Alta Comisionada de las Naciones Unidas, Michelle Bachelet, en el debate anual sobre los derechos de las personas con discapacidadGinebra, 6 de marzo de 2020 (4-6 PM)

06 marzo 2020

[Tema: Artículo 8 de la Convención sobre los derechos de las personas con discapacidad relativo a la toma de conciencia]

Señora Presidenta,
Distinguidos ponentes,
Excelencias,
Queridos amigos:

Me complace intervenir en este debate anual.

Agradezco a los Estados Miembros sus contribuciones al informe relativo al Artículo 8 de la Convención sobre los derechos de las personas con discapacidad, que se centra en el importante aspecto de la toma de conciencia.

Antes de examinar más detalladamente este asunto, que abarca la lucha contra la discriminación y el cambio de actitudes negativas, permítanme que les presente un breve resumen de la labor que hemos llevado a cabo desde la última reunión del panel, que tuvo lugar el año pasado.

En primer lugar, quisiera poner de relieve la presentación de la Estrategia de las Naciones Unidas para la Inclusión de la Discapacidad, que viene a reafirmar el compromiso de la Organización de defender los derechos de las personas con discapacidad.

Me complece poder afirmar que mi Oficina ha sido un socio prominente en la elaboración de esta estrategia, que nos ayudará a normalizar el tema a lo largo y ancho del Sistema de las Naciones Unidas.

Exhorto a todos los países y organismos de las Naciones Unidas a que apoyen su aplicación.

En segundo lugar, el pasado mes de junio mi Oficina apoyó a los Estados Miembros en la adopción de la resolución 2475 del Consejo de Seguridad, que fue la primera exhortación en la historia formulada a los gobiernos y las partes en conflicto para que protejan a las personas con discapacidad que se encuentren en esas situaciones.

En ese texto se introduce una perspectiva de derechos humanos y se pide a los agentes pertinentes que garanticen a las personas con discapacidad el acceso a la justicia, los servicios básicos y la asistencia humanitaria irrestricta.
Insto a los Estados Miembros a que sigan monitoreando la situación, incluso mediante la aplicación de la Convención sobre los derechos de las personas con discapacidad.

En tercer lugar, en julio pasado el Consejo de Derechos Humanos tomó una medida sin precedentes, al aprobar su primera resolución relativa a los derechos de las personas con discapacidad en el contexto del cambio climático.

El Consejo confirió a mi Oficina el mandato de realizar un estudio sobre los mejores métodos de proteger y promover esos derechos, al tiempo que pedía a los gobiernos que adoptasen un enfoque inclusivo de la discapacidad en materia de lucha contra el cambio climático.

Además, teniendo en cuenta las futuras exigencias que plantearán la adaptación al cambio climático y la reducción de desastres, mi Oficina apoyó también la elaboración de directrices relativas a la inclusión de las personas con discapacidad en la acción humanitaria.

Esas directrices, aprobadas por el Comité Permanente entre Organismos en noviembre pasado, garantizan que en situaciones de emergencia se tenga en cuenta la perspectiva de derechos humanos.

Aplaudo estas medidas recientes de los órganos internacionales, que ahora presentan a las personas con discapacidad como agentes del cambio, y exhorto a los Estados Miembros y las organizaciones de las Naciones Unidas a que las apliquen.

Excelencias:

Aunque algunos cálculos recientes apuntan a que las personas con discapacidad representan en torno al 15 por ciento de la población mundial, la discapacidad sigue siendo muy poco visible en términos de derechos humanos.

Durante demasiado tiempo, las actitudes y los estereotipos negativos han influido en las leyes y las políticas, y han perpetuado la discriminación contra las personas con discapacidad.

Nunca lograremos cambiar esta realidad, mientras no cambiemos las percepciones y las conductas.

Mientras no opongamos resistencia a las actitudes y los estereotipos negativos.

Y como estos prejuicios están profundamente arraigados en la sociedad, sabemos que no resultará fácil erradicarlos.

Todos sabemos qué difícil resulta la tarea de impugnar los prejuicios inconscientes y modificar las actitudes nocivas.

Pero debemos hacerlo.

El cambio de actitudes es indispensable para hacer realidad los derechos de las personas con discapacidad.

Estimados amigos:

En tanto que miembros de la familia humana, todos tenemos una función que desempeñar en la lucha contra la discriminación.

Como una vez señalara Eleanor Roosevelt, los derechos humanos comienzan “en lugares modestos, próximos a nuestro hogar”.

Ese es precisamente el eje del informe de mi Oficina sobre la toma de conciencia.

A través de estrategias y campañas eficaces de comunicación, la sensibilización difunde conocimientos sobre los derechos humanos y los fortalece.

Mediante la formación y el aumento de capacidades, modifica las actitudes, incluso de las mismas personas con discapacidad.

Porque, como cualquier otro ser humano, esas personas deben conocer sus derechos.

Y también deben participar en la concepción, la ejecución y el seguimiento de todos los programas de sensibilización.

Estos programas también deberían tener en cuenta que las personas con discapacidades diferentes viven su condición de modos distintos y afrontan los obstáculos de diversa manera.

Teniendo en mente todo eso, la Estrategia de las Naciones Unidas para la Inclusión de la Discapacidad contiene objetivos específicos en materia de comunicación, con el fin de mejorar la actuación de las Naciones Unidas en este ámbito.

Estimados colegas:

El informe elaborado por mi Oficina se propone apoyar a los Estados Miembros en la preparación de programas encaminados a impugnar las barreras que representan las actitudes de determinadas personas hacia sus congéneres con discapacidad y revertir los efectos de dichas conductas.

La toma de conciencia es fundamental para la aplicación eficaz de cualquier política relativa a la discapacidad.
Exhorto a todos a que usen este informe y lo difundan.

Excelencias:

La Estrategia de Inclusión de la Discapacidad ofrece a las Naciones Unidas una oportunidad singular de apoyar a sus Estados Miembros en la consecución de un cambio de sentido positivo en el relato y las actitudes.

El apoyo político permanente que ustedes nos brindan es decisivo para el éxito de esta iniciativa.

Mi Oficina está preparada para respaldar este esfuerzo y todas las demás iniciativas que defiendan los derechos humanos de las personas con discapacidad, y para velar por que estas puedan ocupar el lugar que les corresponde como miembros de pleno derecho de nuestra sociedad.

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