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Declaraciones Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos

18º Congreso Mundial de la Federación Mundial de Sordos

23 julio 2019

Mensaje en video de la Alta Comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Michelle Bachelet

22 de julio de 2019

Muchas gracias por esta oportunidad de enviar un saludo a este Congreso Mundial, en nombre de mi Oficina, la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, y de compartir algunas reflexiones con todos ustedes.

En septiembre pasado, celebramos por primera vez el Día Internacional de las Lenguas de Señas. Esta celebración marcó un hito. Fue un gran paso de avance para lograr que la comunidad internacional adopte el lenguaje de señas como un instrumento muy valioso que permite a las personas sordas el disfrute de los derechos humanos en igualdad de condiciones con los demás.

Las lenguas de señas, --como cualquier otro lenguaje—permiten la libertad de expresión y el intercambio de ideas. Fomentan el aprendizaje, la enseñanza, el trabajo y la participación en la vida pública y privada. El uso de la lengua de señas es también un derecho cultural de las personas sordas y constituye un factor esencial para preservar y promover su sentido de identidad y de comunidad.

La Convención sobre los derechos de las personas con discapacidad reconoce y promueve el uso del lenguaje de señas como parte de su compromiso con la igualdad integradora. Este reconocimiento es una promesa de los Estados de aceptar y respetar los derechos de todas las personas a preservar sus identidades y de empoderarlas para que puedan participar en la configuración de nuestras comunidades.

Esta adhesión de la Convención a la diversidad humana significa que todos nosotros, incluidas las personas sordas –mujeres y hombres, niñas y niños—tenemos el espacio, el apoyo y la fuerza para contribuir a nuestras comunidades y beneficiarnos de ellas. Esta labor es fundamental para impulsar la consecución de la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible, construida en torno al objetivo de alcanzar primero a los más atrasados, de no permitir que nadie quede rezagado.

Para concretar este compromiso, las Naciones Unidas aprobaron en fecha reciente su primera Estrategia de inclusión de las personas con discapacidad. En esta hoja de ruta se reconoce que es preciso incluir en todas las operaciones del sistema de las Naciones Unidas a las personas con discapacidad, en toda su diversidad y en bases de igualdad con los demás, no solo como beneficiarias, sino también como agentes del cambio. 

Mi Oficina ha trabajado activamente en la elaboración de esta estrategia y en el marco de rendición de cuentas conexo, al cual todos los órganos de las Naciones Unidas presentarán informes anuales. 

Estamos decididos a seguir promoviendo la inclusión de las personas con discapacidad. Los derechos de estas personas constituyen una prioridad emblemática en el plan de gestión de nuestra Oficina y creemos que es importante que sigamos consolidando nuestras relaciones con los organismos que representan a esos colectivos, tales como la Federación Mundial de Sordos, para velar por que nuestra labor refleje la diversidad de las personas con discapacidad en el mundo entero.

Les deseo un Congreso muy exitoso.


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