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Declaraciones Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos

Diálogo interactivo en torno al informe sobre Yemen de la Alta Comisionada del ACNUDH

10 septiembre 2019

42° período de sesiones del Consejo de Derechos Humanos

Michelle Bachelet, Alta Comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos

Ginebra, 10 de septiembre de 2019

Distinguido Presidente,
Excelencias,
Colegas y amigos:

Me complace la ocasión de poder acompañarles hoy y tengo el privilegio de dar la bienvenida a los miembros del Grupo de Expertos Eminentes sobre Yemen, Kamel Jendoubi, Melissa Parke y Charles Garraway.

Antes de escuchar sus detalladas conclusiones y recomendaciones, quisiera reiterar por qué nuestro compromiso con la situación de Yemen es tan decisivo. 

La población yemení atraviesa una terrible crisis humanitaria. En el conflicto actual se combinan todas las fuentes de penuria y sufrimiento imaginables: guerra, enfermedades, hambruna, colapso económico, terrorismo internacional, violaciones generalizadas de derechos humanos y presuntos crímenes de guerra. 

Casi ningún ámbito de la vida cotidiana ha quedado intacto allí. Los servicios y las instituciones básicas del Estado han dejado de funcionar. Millones de mujeres, hombres y niños carecen de acceso a la atención médica más elemental. Los precios aumentan rápidamente en las zonas urbanas. La escasez de combustible trastorna los mercados locales. Elementos fundamentales de la infraestructura se encuentran dañados. La gente pierde los medios de subsistencia o dejan de recibir sus salarios. Numerosas familias han tenido que abandonar sus hogares. La repercusión del conflicto sobre los civiles ha sido realmente devastadora. Casi el 80 por ciento de la población –más de 24 millones de personas—necesitan alguna forma de asistencia y protección humanitarias. Y en más de las dos terceras partes del país existe riesgo de hambruna. 

También va en aumento el número de víctimas civiles. Del 26 de marzo de 2015 al 5 de septiembre de 2019, nuestro personal en el país comprobó la muerte de 7.508 civiles, entre los que figuraban 1.997 niños.

La semana pasada, los bombardeos aéreos realizados por la coalición que coordina Arabia Saudita contra el edificio de la Universidad Pública de Dhamar causaron la muerte de al menos 109 personas e hirieron a otras 50. El personal de mi Oficina en Yemen investiga actualmente este ataque.

Señor Presidente:

La terrible repercusión de esta guerra sobre el pueblo de Yemen es responsabilidad de todas las partes en conflicto. 

Aunque los bombardeos aéreos de la coalición que coordina Arabia Saudita han causado la mayoría de las víctimas civiles, mi Oficina también ha documentado  muertes y lesiones infligidas por las fuerzas armadas y los comités populares vinculados con los hutíes, las unidades del ejército fieles al Presidente Hadi, las fuerzas aliadas al Consejo de Transición del Sur y otros grupos armados. 

Me preocupa especialmente el rápido deterioro de la seguridad y la situación de derechos humanos en la zona meridional del país, donde ha habido enfrentamientos armados entre fuerzas del Consejo de Transición del Sur y tropas gubernamentales. Desde principios de agosto, mi Oficina ha registrado 63 víctimas civiles como consecuencia de estos choques –25 muertos y 38 heridos—en las provincias de Adén, Lahj, Shabwah y Abyan.

Las fuerzas aliadas al Consejo de Transición del Sur han lanzado una campaña de arrestos y deportaciones masivas contra los norteños en la provincia de Adén y en zonas de las provincias de Lahj y Abyan. Según informes recibidos por mi Oficina, más de mil civiles oriundos del norte, entre los que figuran decenas de niños, han sido arrestados, con miras a su deportación forzosa hacia la parte septentrional del país. Mi Oficina también ha comprobado tres casos de ejecuciones extrajudiciales perpetrados por fueras del Cinturón de Seguridad en Adén y Lahj.

Todas las partes en conflicto han limitado los movimientos del personal humanitario y la circulación de bienes. Todas han atacado a los periodistas, los trabajadores de prensa y los defensores de derechos humanos que tratan de realizar su legítima labor. Todas han cometido detenciones ilícitas o arbitrarias.

Muchos de estos actos constituyen violaciones del derecho internacional de los derechos humanos y del derecho humanitario internacional, que podrían equivaler a crímenes de guerra. Para que haya perspectivas de alcanzar la paz y la reconciliación duraderas, es preciso que los autores de estos hechos respondan ante los tribunales.  

Nuestro compromiso con Yemen y con su población se mantendrá inconmovible. Mi Oficina seguirá documentando las violaciones de derechos humanos y promoverá enérgicamente el principio de que los responsables deben rendir cuentas de sus actos. La labor que lleva a cabo el Grupo de Expertos Eminentes representa una contribución significativa a los esfuerzos que se realizan con miras a velar por la creación de dispositivos de rendición de cuentas en aras de las víctimas del conflicto. Invito a todos los Estados Miembros a que tengan en cuenta y apliquen sus importantes recomendaciones.     

Les agradezco su atención y doy la bienvenida al Presidente del Grupo de Expertos Eminentes, el señor Kamel Jendoubi, que va a presentar el nuevo informe de su equipo.


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