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Declaraciones Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos

Evento de alto nivel de Silatech: “Empoderar a los jóvenes, transformar las sociedades”

04 marzo 2019

Declaración de la Alta Comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos Michelle Bachelet
4 de marzo de 2019
Centro Internacional de Conferencias de Ginebra (CICG)

Su Alteza Real, Sheikha Moza bint Nasser,
Excelencias,
Colegas y amigos:

Es un gran privilegio estar hoy con ustedes para centrar la atención en la cuestión fundamental de empoderar a los jóvenes. La población mundial de jóvenes ronda actualmente los 1.800 millones de personas –un máximo histórico que va en aumento, especialmente en el mundo en desarrollo--. La comprensión de los retos y las oportunidades que ofrece esta situación nos ayudará a empoderar a los jóvenes y a construir sociedades mejores para todos.

En el mundo entero los jóvenes se ponen en pie, luchan por sus derechos, exigen reformas políticas y justicia social. Conforman una generación de defensores instintivos de derechos humanos. Pero en demasiadas ocasiones su potencial se frustra por vulneraciones de sus derechos humanos.

A menudo sus derechos a la libertad de reunión y expresión se respetan muy poco. Muchos países tropiezan con dificultades para hacer realidad los derechos a la educación y el trabajo, una situación que probablemente va a empeorar a medida que el número de jóvenes vaya en aumento.

En el mundo entero, los jóvenes tienen tres veces más probabilidades que los adultos de verse desempleados. Actualmente, 71 millones de jóvenes buscan trabajo y a muchos de ellos les frena la falta de formación y capacitación. Es probable que los empleos que encuentren sean precarios y mal remunerados. 

La mundialización, la automatización y el uso cada vez mayor de la inteligencia artificial seguirán generando a la vez retos y oportunidades. 

Para numerosos jóvenes, incluso el derecho a la vida está amenazado. Son muchos los que viven en situaciones de conflicto armado o violencia organizada, o que tienen que luchar para acceder a los derechos más elementales, como los alimentos, el agua, la vivienda y los cuidados médicos que pueden salvar vidas.

Colegas y amigos:

Estos desafíos múltiples exigen un llamamiento urgente en pro de la acción. 

Empoderar a la juventud es la primera medida encaminada a hacer realidad sus derechos. Y una de las vías más importantes para alcanzar el empoderamiento es incorporar a los jóvenes a las estructuras formales de toma de decisión. 

La participación permite el avance de todos los derechos humanos y desempeña una función esencial en la promoción de la democracia, el Estado de derecho, la integración social y el desarrollo económico. La participación es fundamental para reducir las desigualdades y los conflictos sociales. Es uno de los elementos básicos de las estrategias de derechos humanos orientadas a suprimir la marginación y la discriminación, y contribuye a forjar sociedades más equitativas y a fomentar cambios sociales de signo positivo.

En la actualidad, la pasión de los jóvenes por el activismo político no guarda correlación con sus índices de representación. Su participación en la vida pública suele limitarse a las consultas. El 52 por ciento de la población mundial tiene menos de 30 años de edad, pero apenas el 2 por ciento de los parlamentarios del mundo están por debajo de esa cifra.

Debemos aprovechar el formidable entusiasmo de los jóvenes por el compromiso cívico e incorporarlos a los procesos políticos y de adopción de decisiones. Debemos ayudarles a recuperar la confianza en las estructuras formales y a eliminar las barreras que estorban su participación, de manera que se integren en las instituciones que deben de representarlos, no solo como derechohabientes, sino también como decisores. 

Asimismo debemos reconocer la función esencial que desempeñan en la consecución de los Objetivos de Desarrollo Sostenible, comprendido el Objetivo 16 sobre la promoción de sociedades justas, pacíficas e inclusivas, con acceso universal a la justicia e instituciones eficaces, integradoras y transparentes en todos los niveles.

Colegas y amigos:

Me complace sobremanera que la Estrategia para la juventud, que las Naciones Unidas aprobaron recientemente, reconozca la condición de derechohabientes de los jóvenes, porque ellos son fundamentales para que la Organización `pueda cumplir sus cometidos. 

Comparto esa perspectiva. Los jóvenes son aliados con miras al cambio y, al mismo tiempo, beneficiarios de ese cambio. Deben desempeñar una función esencial en múltiples asuntos de ámbito mundial, incluso en cuestiones relativas a la paz y la seguridad. Es menester que se les escuche y se les comprenda, que se les integre y se les empodere, y que puedan actuar no solo en apoyo de los esfuerzos internacionales, sino también encabezándolos. 

El nuevo enfoque de mi Oficina, que dedica especial atención a este colectivo, reforzará aún más nuestro compromiso en este sentido. 

Me complace informarles de que, con el generoso apoyo de Noruega, mi Oficina va a establecer puestos para oficiales especializados en temas de juventud en Kirguistán, Líbano, Senegal, Guatemala y Fiji; estos expertos trabajarán sobre asuntos relativos a la participación de los jóvenes y sus derechos humanos, en los planos nacional, regional e internacional.

Colegas y amigos:

Todas estas medidas nos acercan a nuestro objetivo: capacitar a los jóvenes para que puedan ejercer plenamente sus derechos humanos. Para lograrlo, es preciso invertir en sus derechos, desarrollar su potencial, comprometernos con ellos, integrarlos en los procesos formales y empoderarlos.

Vinculando a todas las generaciones, podemos y debemos construir un mundo mejor, basado en la esperanza, la oportunidad, la libertad y los derechos humanos. El futuro de todos depende del éxito que alcancemos en esta tarea.

Muchas gracias.


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