Skip to main content

Declaraciones Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos

La iniciativa ‘Buenos relatos de derechos humanos’

13 febrero 2019

Declaración de la Alta Comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Michelle Bachelet

13 de febrero de 2019
Excelencias,
Colegas y amigos:

Estoy encantada de participar en este evento, que prolonga lo que ha sido una encomiable iniciativa nacional e interregional, que trata de elaborar un relato positivo y de base empírica sobre derechos humanos.  

En septiembre pasado hicimos hincapié en que el marco internacional de derechos humanos es indispensable para forjar y promover sociedades resilientes, pacíficas e integradoras, que hagan realidad la igualdad de género y el desarrollo sostenible. 

Intercambiamos relatos sobre los logros en materia de derechos humanos que han sido fuentes de inspiración y motivación, en particular habida cuenta del ambiente negativo que prevalece actualmente.

Esos relatos también dejaron muy claro que la defensa de los derechos humanos puede generar múltiples beneficios a lo largo y ancho de la sociedad y de las distintas regiones. 

De modo que quiero encomiar y repetir ahora algo que Federica Mogherini dijo en nuestra última reunión: “El trabajo relativo a los derechos humanos da resultado. Es útil. No se trata únicamente de un testimonio, sino que es algo que genera cambios positivos”.

Voy a desarrollar un poco más esta idea. Porque creo que, quienes componemos el movimiento de derechos humanos, podríamos hacer más hincapié en este argumento, que se basa en resultados empíricos, y defenderlo mejor de lo que lo hacemos ahora. 

Los derechos humanos son útiles. El respeto de los derechos humanos proporciona beneficios prácticos en la vida cotidiana, entre otros, la protección social universal, la libertad de criticar al gobierno, el derecho a una educación de calidad, las garantías de debido proceso en los tribunales y el trato justo dispensado por la policía, el derecho a vivir libre de la humillación y las barreras que impone la discriminación.

Y ya que menciono el tema, aprovecho para pedirles que reflexionemos sobre la manera en que nos expresamos, sobre el léxico del derecho internacional de los derechos humanos, que resulta incomprensible para la mayoría de las personas, incluso para la gente a la que queremos llegar. 

Hacemos un uso excesivo de abreviaturas y términos tales como “mecanismos”. Deploramos y condenamos, y emitimos un gran número de declaraciones negativas, que pueden interpretarse como sermones o amonestaciones dictadas desde un podio.

Me explico. La defensa de los derechos humanos es una tarea fundamental. Es preciso que expresemos nuestras preocupaciones de manera clara y pública. La transparencia es esencial. Se la debemos a las personas a las que consagramos nuestro trabajo, al pueblo.

Creo que los ejemplos positivos son más eficaces que los sermones.

Las pruebas concretas son más convincentes que las ideas abstractas.

Y nuestra línea de referencia debe ser la insistencia en el aspecto humano de esos derechos. 

Debemos dejar claramente explicado que el marco de referencia internacional de los derechos humanos está funcionando y que lo hace en beneficio de todas las personas.

Debemos tener muy claro que cada vulneración de derechos humanos lesiona nuestros intereses colectivos, perjudica al interés común.

Del mismo modo, cada paso orientado al logro de progresos creíbles y sostenibles en defensa de los derechos humanos genera beneficios para todos.

Los progresos alcanzados en la consolidación de las instituciones del Estado de derecho contribuyen a la economía y la democracia.

Los avances en materia de derechos civiles y libertades fundamentales son positivos para la seguridad de cualquier país y beneficiosos también para la seguridad de los países aledaños. 

Un fuerte impulso que fomente los derechos económicos y sociales evita múltiples formas de tensiones y conflictos.

El aumento de la justicia y la protección social contribuye a reducir la discriminación y promueve la participación de grupos sólidos e independientes de la sociedad civil, lo que a su vez refuerza el progreso en la consolidación de la gobernanza. 

El éxito en la lucha contra las desigualdades genera sociedades más resilientes.

Las medidas orientadas a promover la exigencia de responsabilidades por violaciones de derechos humanos cometidas en el pasado, pueden servir como elementos disuasorios de futuras vulneraciones.

Esto es lo que queremos decir cuando afirmamos que los derechos son indivisibles: existe una red de interconexiones que hace que cuando se progresa en un ámbito, esos avances impulsan y consolidan beneficios en otro.

Por consiguiente, aplaudo calurosamente los esfuerzos que realiza la Unión Europea con miras a suscitar más apoyo a los derechos humanos mediante la ayuda en la tarea de simplificar nuestros mensajes y relatar historias más positivas al respecto.

Y, sin duda, los relatos positivos existen. Permítanme proporcionarles algunos ejemplos de la labor que lleva a cabo mi Oficina. El Alto Comisionado para los Derechos Humanos contribuyó a aumentar la capacidad de la sociedad civil para promover y defender los derechos humanos del colectivo LGBTI en Panamá. También colaboramos estrechamente con el gobierno de Túnez en la elaboración y aprobación de una ley que prohíbe la discriminación racial. 

Además, a todo el mundo le gusta el fútbol, pero también sabemos que el juego puede generar conflictos en las gradas. 

Para prevenir esta posibilidad, la FIFA colaboró con las autoridades locales y la Oficina del Alto Comisionado en Moscú a fin de elaborar instrumentos para contrarrestar la discriminación durante la última Copa del Mundo. Las experiencias adquiridas en esa ocasión ayudarán a configurar las medidas que se aplicarán en Catar, durante la próxima edición de la Copa del Mundo. Estas tres historias muestran que juntos podemos lograr cambios y que, en el mundo entero, cuando las personas colaboran entre sí son capaces de construir comunidades y sociedades saludables y resilientes. 

La semana pasada realicé una misión a Etiopía. Este país constituye, en sí mismo, una buena historia de derechos humanos, ya que actualmente se aplican allí importantes reformas del Estado de derecho a fin de mejorar la gobernanza, aumentar la confianza de la población y defender sus derechos.

Estoy muy interesada en escuchar a los ponentes que hoy nos contarán cómo las medidas relativas a los derechos humanos han contribuido a inducir cambios positivos en sus sociedades.

Muchas gracias.