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Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos

RDC: Zeid advierte sobre el deterioro de la situación y pide rendición de cuentas por choques violentos

Disturbios en la RDC

22 septiembre 2016

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GINEBRA (22 de septiembre de 2016) – El Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Zeid Ra’ad Al Hussein, emitió el jueves una enérgica advertencia acerca del deterioro de la situación en la República Democrática del Congo e insistió en que, como parte de los esfuerzos encaminados a evitar una crisis en gran escala, debe exigirse responsabilidades por la muerte de decenas de civiles y otras violaciones de derechos humanos ocurridas durante el estallido de violencia ocurrido a principios de esta semana.

“Me entristece profundamente el reciente estallido de violencia ocurrido en Kinshasa. El alto número de víctimas civiles, el incendio de las sedes de varios partidos políticos y la elevada tensión que prevalece, se combinan para formar una severa advertencia de que una crisis en gran escala podría ser inminente”, dijo el Alto Comisionado. “El aviso es evidente y las autoridades deben atenuar su postura de confrontación extrema y tender puentes a la oposición”.

Según los informes, al menos 50 personas, entre ellas, cuatro agentes de policía, murieron durante los enfrentamientos y la violencia que se desataron en la capital, Kinshasa, los días 19 y 20 de septiembre, y por lo menos otras 77 resultaron heridas.  Las cifras podrían aumentar considerablemente a medida que prosiga la verificación.

“Algunos civiles murieron al recibir disparos en la cabeza o el pecho, y yo condeno firmemente el uso obviamente excesivo de la fuerza por parte de los cuerpos de defensa y seguridad contra las manifestaciones realizadas en la capital. En particular, me disgustan los informes de que algunos hombres uniformados participaron directamente en los ataques contra las sedes de seis partidos políticos opositores, entre ellos el edificio de la Union pour la Démocratie et le Progrès Social (UDPS)”, declaró Zeid. “Es evidente que se trata de un ataque contra la democracia y los derechos humanos fundamentales. Lo que la RDC necesita ahora es un contexto más propicio al diálogo integrador y a elecciones libres y limpias”.

El Alto Comisionado dijo que había recibido informes acerca de que la Guardia Republicana, el Servicio de Inteligencia (ANR) y la Policía Nacional Congolesa (PNC) habían llevado a cabo redadas y requisas en viviendas de algunos sectores de la capital y habían impedido que los civiles salieran de sus casas durante varias horas. Zeid expresó especial preocupación por las denuncias de detenciones arbitrarias realizadas por la policía, no sólo en Kinshasa, sino también en Kisangani, Tshikapa y Goma, en las que incluso fueron detenidos algunos periodistas que trataban de cubrir las manifestaciones de la capital el 19 de septiembre. Según las fuentes, más de 300 personas han sido arrestadas desde el lunes.

El Alto Comisionado le recordó al gobierno su obligación de respetar las normas internacionales sobre el uso de la fuerza durante las manifestaciones. “El despliegue de la Guardia Republicana para controlar a la multitud, a pesar de que este cuerpo estuvo implicado en el uso excesivo de la fuerza que provocó numerosas víctimas en las elecciones de 2011, es una medida muy preocupante. Insto al gobierno a que la retire inmediatamente de las calles y, en su lugar, despliegue a una fuerza de policía debidamente entrenada, con el equipo apropiado para controlar a la multitud”, declaró. El Alto Comisionado lamentó también que a nadie le hayan exigido responsabilidades por las graves violaciones que la Guardia Republicana y la policía cometieron en el contexto de las elecciones de 2011.   

“El pasado mes de julio, cuando visité la RDC, señalé que el país se hallaba en un momento decisivo, que las tensiones iban en aumento a medida que la fecha de las elecciones se aproximaba. También advertí de que la incertidumbre política podía desembocar en una grave crisis y en estallidos de violencia. Para apartarse de este rumbo peligroso, es preciso reanudar un diálogo plenamente integrador y todas las partes han de proceder con moderación.  Es absolutamente esencial garantizar una rendición de cuentas cabal por las numerosas violaciones de derechos humanos ocurridas esta semana, mediante una investigación rápida, diáfana e imparcial”.

El Alto Comisionado también condenó enérgicamente los ataques que unos asaltantes desconocidos realizaron contra las sedes del partido de gobierno, un tribunal, una escuela y varias oficinas gubernamentales, entre otras algunas comisarías de policía, así como otras acciones delictivas, tales como el saqueo y la destrucción de propiedades de particulares. Zeid insistió en que en el marco de la investigación se debería también identificar a los responsables de esos ataques y velar por que asuman su responsabilidad, en cumplimiento pleno de la ley.

“Mi Oficina está dispuesta a proporcionar la ayuda que las autoridades congolesas puedan necesitar en esas investigaciones”, declaró el Alto Comisionado.

FIN

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