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Se hace justicia a una comunidad medio siglo después

26 mayo 2017

​​​​​​​Un plazo de algo más de medio siglo parece mucho tiempo para esperar por que se haga justicia.

Pero para Ikawana Tafara, presidente de la Rastafari Coral Gardens Benevolent Society (RCGBS), la espera –aunque a veces difícil, brutal y totalmente discriminatoria- ha valido la pena. Al final, la espera permitió el reconocimiento del mal proceder y, más adelante, traerá consigo la compensación. La espera por fin acarreó la justicia.

“Era menester buscar justicia, porque vivimos permanentemente con los supervivientes directos de las atrocidades ocurridas. Esa búsqueda dio comienzo al proceso de resarcimiento por parte del gobierno… por algo que sabíamos que era una causa justificada y confiábamos en la victoria del bien sobre el mal, en la situación actual”, añadió el Sr. Tafara.

Los días 11 y 12 de abril de 1963 hubo un estallido de violencia en Coral Gardens, un pequeño pueblo situado a 10 millas de Montego Bay, cuando un grupo de seis rastafaris incendió una gasolinera. Las medidas policíacas y la represión posterior alimentaron la violencia y provocaron la muerte tanto de civiles como de agentes de policía, así como la persecución, el mal trato y la detención de rastafaris en toda la isla.

Pero un examen de los acontecimientos realizado por la Oficina del Defensor del Pueblo de Jamaica y dado a conocer en 2015 dictaminó que lo ocurrido en Coral Gardens había sido una violación de los derechos humanos de los rastafaris, que tuvo efectos de largo alcance.

“Los sucesos de abril de 1963 en Coral Gardens fueron una divisoria de aguas en las relaciones entre la comunidad rastafari y el Estado. La discriminación que esa comunidad ha padecido desde entonces también fue obra de los ciudadanos. En realidad, los rastafaris tuvieron que enfrentarse a una hostilidad de múltiples orígenes”, señaló el informe.

El 4 de abril de 2017, la comunidad rastafari realizó una marcha en Kingston para exigir al gobierno que acatara las conclusiones y recomendaciones del informe. Ese mismo día, el Primer Ministro Andrew Holness pidió perdón en el Parlamento a las personas que habían sido injustamente reprimidas en los sucesos de Coral Gardens.

“Hoy, de manera inequívoca, pedimos perdón por lo que ocurrió en Coral Gardens”, afirmó el Sr. Holness. “Expresamos nuestro pesar y remordimiento por este capítulo de nuestra vida nacional, caracterizado por la brutalidad, la injusticia y la represión, que fueron atroces y que no deberían repetirse jamás”.

Reparación, recompensa y remordimiento

La asesora principal de derechos humanos de las Naciones Unidas, la Sra. Birgit Gerstenberg, actuando coordinadamente con el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) y la ONG local Jamaicans For Justice (JFJ), se reunió con miembros de la RCGBS y les prestó asistencia para que llevaran a cabo sus reclamaciones en pro del desarrollo comunitario y sensibilizaran a la población en lo tocante a los derechos humanos de la comunidad rastafari. Las recomendaciones formuladas en el informe del Defensor del Pueblo ofrecieron una valiosa oportunidad para examinar la historia y las reclamaciones actuales de los rastafaris desde la perspectiva de los derechos humanos, dijo la Sra. Gerstenberg.

“Lo ocurrido en 1963 fue un clímax intenso y cargado de consecuencias a largo plazo, tras largos años de discriminación, marginación y persecución”, afirmó la Sra. Gerstenberg. “[Fueron] sucesos importantes en la historia de los derechos humanos en Jamaica, porque los asesinatos, arrestos, torturas y tratos degradantes infligidos a los rastafaris en Coral Gardens fueron de una violencia que nunca antes se había empleado contra ellos y los gobiernos sucesivos tardaron largos años en pedir disculpas y ofrecer resarcimiento”.

La Oficina del Defensor del Pueblo revisó el caso, tras reiteradas solicitudes de miembros de la comunidad rastafari. En 2015, la Oficina transmitió al Parlamento su informe, en el que llegaba a la conclusión de que tras el incidente los rastafaris había sido objeto de “discriminación,  difamación y menosprecio”.

En el informe se formularon diversas recomendaciones, entre otras la de pedir perdón a quienes estuvieron directamente involucrados en los sucesos de Coral Gardens, la creación de un centro cultura rastafari y de un fondo fiduciario de 10 millones de dólares jamaicanos para resarcir a los supervivientes del incidente.

Pero el gobierno tardó bastante en responder. Se estableció un comité para estudiar el informe y formular recomendaciones al gabinete acerca de su aplicación. En septiembre de 2016, la Sra. Gerstenberg, con la colaboración del PNUD y el JFJ, se puso en contacto con el grupo de Coral Gardens a fin de proporcionar apoyo a la RCGBS.

“Les ofrecimos capacitación para sensibilizar en materia de derechos humanos y les suministramos asistencia en lo tocante a realizar gestiones ante el Primer Ministro para lograr la aplicación de las recomendaciones que figuraban en el informe”, dijo la Sra. Gerstenberg.

Este año, además de pedir perdón, el Primer Ministro Holness anunció que el gobierno resarciría a las víctimas de los sucesos de Coral Gardens.

El Sr. Tafara y sus asociados expresaron satisfacción por la disculpa, pero creen que ésta no atenúa el deseo de la comunidad rastafari de obtener justicia y auténtica integración.  

“La disculpa me complace, porque dignifica y convalida los esfuerzos espirituales y materiales que durante años hemos venido realizando para denunciar las injusticas del pasado y luchar por un futuro victorioso, en particular por lo que atañe al resarcimiento que deben recibir los supervivientes y la comunidad”, declaró el Sr. Tafara. “Esa medida fortalece mi decisión de que, una generación tras otra, debemos persistir en la lucha por la verdad y la justicia, y que el poder sólo puede prevalecer sobre los derechos durante un corto tiempo”.

¿Desea información adicional sobre la lucha en pro de los derechos humanos de la comunidad rastafari de Coral Gardens? Una versión más extensa de este artículo figura en nuestro Medium blog.

26 de mayo de 2017

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