Declaración por Radhouane Nouicer sobre el Día Internacional para la Eliminación de la Violencia Sexual en los Conflictos

En medio de los informes sobrecogedores de violencia sexual relacionada con conflictos (CRSV, según siglas en inglés) acontecida en Sudán, este año se celebra el 10º aniversario del Día Internacional para la Eliminación de la Violencia Sexual en los Conflictos, el 19 de junio, el cual tiene su centro de atención en la asistencia sanitaria.  Los ataques contra la atención sanitaria han dañado gravemente el derecho fundamental a la salud de las supervivientes de violencia sexual.

Estoy consternado por todos los casos de CRSV, incluyendo violación, violación en grupo, trata de personas para fines de explotación sexual y prostitución forzada, en ocasiones por razones de afiliación étnica o tribal.

La Oficina de Derechos Humanos de las Naciones Unidas ha documentado casos de CRSV que afectan a al menos 133 mujeres, niñas, hombres y niños desde que comenzaran los combates actuales en abril de 2023. Estos casos suponen solo una muestra muy escasa del horror que han experimentado las víctimas en Sudán, lo que deja entrever que ha existido una escala mucho mayor de violencia sexual.

La mayor parte de las víctimas no han podido denunciar debido al sentimiento de culpa, al estigma, al miedo a represalias, entre otras muchas razones.  Algunos hechos que llaman la atención incluyen que más de la mitad de los incidentes que la Oficina ha documentado fueron violación en grupo, una forma brutal de violencia sexual que llega a matar. En la mayoría de los casos, las víctimas no pudieron recibir atención médica inmediata o adecuada, necesaria en zonas de conflicto.

Tanto en tiempos de paz como de guerra, debe existir un entorno donde personal médico pueda proporcionar la atención necesaria a las supervivientes de violencia sexual sin miedo alguno.  Es obligatorio respetar y proteger el compromiso de estas personas a ayudar a estas supervivientes. Las mujeres y niñas expuestas a violencia sexual, y que haya dado como resultado un embarazo forzoso, necesitan de servicios de salud reproductiva de manera urgente.  A pesar de esto, las leyes sudanesas, en concreto una que exige que existan pruebas autorizadas por un médico durante las investigaciones, han obstaculizado el acceso de las supervivientes a asistencia sanitaria, lo que ha conducido a problemas graves de salud para varias mujeres y a una generación de niños y niñas nacidos como resultado de una violación.

A la vez que celebro el Día Internacional para la Eliminación de la Violencia Sexual en los Conflictos, yo condeno todos los ataques contra centros de atención sanitaria, personal sanitario, y proveedores de servicios. También solicito el acceso pleno a asistencia médica y a apoyo psicosocial para las supervivientes, con el fin de proteger sus vidas y su dignidad.  Este apoyo debe incluir recursos económicos y acceso a la justicia, para que este factor último conduzca en última instancia a prevenir estos delitos tan horrendos en el futuro.

Actuemos de forma conjunta para homenajear a las víctimas y supervivientes de violencia sexual en los conflictos y para expresar nuestra solidaridad con el personal médico que presta su apoyo a estas personas en las líneas del frente con un gran riesgo para su seguridad física.