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Declaraciones Múltiples mecanismos

Presentación del informe sobre muertes de civiles en la República Árabe Siria

30 junio 2022

Varias personas pasan frente a ruinas en Aleppo, Siria, 17 de junio de 2022 © Reuters

Pronunciado por

Declaración de Michelle Bachelet, Alta Comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos

En

50º Periodo de sesiones del Consejo de Derechos Humanos

Lugar

Ginebra

Distinguido Presidente, 
Excelencias,

Durante más de una década, la guerra de Siria ha dejado una huella permanente en sus hombres, mujeres y niños.  El coste en vidas humanas ha sido desolador, ante una situación donde la vida humana se consideraba prescindible a la vez que el mundo permanecía mirando.  Las atrocidades y violaciones de derechos humanos siguen produciéndose a la vez que hablamos, y son los civiles sirios los que están sufriendo el mayor coste. 

El 24 de septiembre de 2021, ofrecí una actualización a este Consejo sobre la cifra de víctimas por muertes relacionados con el conflicto en Siria.  El informe que les estoy presentando hoy ofrece un panorama más completo sobre la magnitud del conflicto y su impacto sobre los civiles, de conformidad con las resoluciones 46/22 y 49/27 del Consejo de Derechos Humanos.

Para comenzar, quiero expresar mi reconocimiento y mi profunda gratitud a todas las personas y organizaciones, especialmente en Siria, que han documentado estas víctimas de forma valiente en medio de los peligros e inhumanidad que han protagonizado estos años de conflicto. 

Hoy, por primera vez, gracias a su labor, mi Oficina puede proporcionar cifras sobre muertes de civiles relacionadas con el conflicto entre marzo de 2011 y marzo de 2021 incluyendo el número total de muertes de civiles documentadas y estimaciones de muertes sin documentar.  Las cifras anteriores publicadas por mi Oficina no distinguían entre la condición de civil o no civil y solamente se centraban en las muertes documentadas. 

Entre la cifra de 350.209 de muertes totales documentadas resultantes directamente del conflicto, durante la década en cuestión, se encuentran 143.350 civiles.  Para cada uno de estos civiles, hemos conseguido documentar los  nombres, fechas y lugares de fallecimiento. 

Además, se calcula que han ocurrido otras 163.537 muertes de civiles, lo que ascendería el número total de víctimas civiles hasta la terrible cifra de 306.887 durante este período de diez años, el cálculo más elevado hasta la fecha de muertes de civiles relacionadas con el conflicto en el país.

Esto significa que cada día desde que empezaran los combates en marzo de 2011, 83 civiles - incluyendo a 9 mujeres y 18 niños - han muerto.

Estas cifras tan voluminosas del informe no incluyen las muertes indirectas, es decir, aquellas muertes resultantes principalmente de la pérdida del acceso a productos y servicios esenciales que fue causada o agravada por el conflicto. 

El informe incluye ahora también información sobre las localizaciones donde murieron civiles durante este período de diez años.  El mayor número calculado de muertes civiles se registró en la zona rural de Damasco (61.800), Aleppo (51.563), Deir ez-Zor (38.041), Idlib (36.536) y Homs (29.983).

El informe especifica asimismo la causa de la muerte por tipo de arma en los casos de muertes documentadas.  Ahora sabemos que el mayor número de muertes documentadas fue causado por el uso de armas múltiples y que ocurrieron durante enfrentamientos, emboscadas y masacres.  Otras muertes fueron ocasionadas por armas explosivas pesadas, armas pequeñas y armas ligeras, explosivos colocados, armas químicas y restos explosivos de guerra sin detonar.  Además, un número considerable de personas murieron mientras estaban bajo custodia, o como resultado de violencia sexual, tortura, decapitación o ahorcamiento, entre otros medios diferentes. 

Por otra parte, el informe proporciona información nueva sobre los actores supuestamente causantes de las muertes documentadas.  Un gran número de las muertes fueron supuestamente causadas por el Gobierno y sus aliados, y por grupos armados no estatales, que incluyen a grupos antigubernamentales, facciones islámicas y el denominado Estado Islámico.  No obstante, todavía es necesario un cuadro completo de esta información, lo que exije de un mayor análisis y una aplicación más profunda de las técnicas de estimación. 

Excelencias,

Para obtener estas cifras, mi Oficina se asoció con expertos externos para poder aplicar técnicas reputadas de estimación estadística, tales como la atribución y la estimación de sistemas múltiples.  Estas técnicas se han utilizado en otros escenarios de conflicto, incluyendo a Kosovo, Guatemala, Bosnia y Herzegovina, Colombia y Sri Lanka.

El riguroso análisis estadístico usado para fines de este informe ha demostrado ser sólido y fiable. Nosotros confiamos en que estas técnicas puedan ser aplicadas en otros contextos de conflicto donde la documentación de muertes individuales resulta muy compleja y donde nos tememos que el número de víctimas denunciadas sea considerablemente inferior a las cifras reales.  Esta labor exigirá de recursos adicionales para afianzar la capacidad de mi Oficina en este campo, incluyendo para calcular las muertes indirectas, además de continuar con nuestra asociación con otros expertos.

La labor de mi Oficina para documentar muertes en Siria también complementa los esfuerzos para contabilizar las personas desaparecidas, en concreto aquellas que han desaparecido en el contexto de operaciones militares.

Yo reitero también mi llamamiento anterior a la creación de un mecanismo independiente respaldado con un mandato internacional sólido para esclarecer la suerte y paradero de las personas desaparecidas, y para ofrecer apoyo a los familiares.

Excelencias,

Las cifras e información que presento hoy procedentes del informe de mi Oficina suponen un recordatorio sobrecogedor de la magnitud y persistencia de la guerra en Siria.  Esta información muestra ciertas pautas inquietantes año tras año, y revela además que esta guerra sin sentido está lejos de acabar.

El enorme número de muertes de civiles, tanto las documentadas como las estimadas, apunta a que las partes en conflicto no han respetado las normas del derecho internacional humanitario sobre la protección de civiles.

Como he declarado repetidamente, es necesario que las hostilidades acaben de inmediato.

Hasta entonces, hago un llamamiento a todas las partes del conflicto a respetar estrictamente el derecho internacional humanitario así como sus obligaciones en materia de derechos humanos además de a garantizar la protección de los civiles expuestos al riesgo de sus operaciones militares, y que incluya evitar el uso de armas explosivas en zonas pobladas.

Sigo instando encarecidamente al Gobierno de la República Árabe Siria, en línea con las resoluciones S-18/1 y 19/22 del Consejo de Derechos Humanos, a que coopere con los procedimientos especiales del Consejo de Derechos Humanos y con mi Oficina.  Este llamamiento incluye la solicitud para crear una oficina de ACNUDH en Siria con el mandato de proteger y promocionar los derechos humanos y de contribuir con la protección de los civiles así como entender los patrones y repercusiones del conflicto.

También apelo al Gobierno a garantizar el acceso a reparaciones e indemnizaciones para todas las víctimas y supervivientes de esta guerra, y que incluya garantizar mecanismos eficaces de rendición de cuentas y de justicia de transición, donde exista una participación significativa de las víctimas.

Finalmente, insto a todos los Estados, con el respaldo de las Naciones Unidas, a hacer uso de todos los medios a su alcance y de su influencia para acabar con el conflicto ya y apoyar una transición inmediata y sostenible hacia la paz.

El pueblo sirio ya ha sufrido demasiado tiempo.  Al tiempo que describimos la magnitud de esta crisis con más datos, la comunidad internacional debe permanecer unida y mostrar iniciativas más concretas para acabar con las atrocidades y permitir que se haga justicia para las víctimas y los supervivientes.

Les doy las gracias.

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