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Declaraciones Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos

Declaración de la Alta Comisionada para los Derechos Humanos sobre la salud menstrual

21 junio 2022

50º periodo de sesiones del Consejo de Derechos Humanos
Mesa redonda de debates sobre la gestion de la higiene menstrual, los derechos humanos y la igualdad de género

Excelencias, amigos:

Me complace dirigirme a ustedes sobre un tema que el Consejo de Derechos Humanos debate por primera vez.

En el último decenio, ha surgido en el mundo un movimiento menstrual dinámico y diverso. Este movimiento ha sido decisivo para quebrar el silencio en torno a la menstruación y su reconocimiento como una cuestión de derechos humanos, igualdad de género y salud pública.

En el contexto de las Naciones Unidas, el tema de la salud y la higiene menstrual se aborda cada vez más, incluso en este Consejo. Asimismo, en el marco de los ODS, un primer conjunto de indicadores para monitorear el progreso en materia de salud e higiene menstrual en el mundo entero fue introducido recientemente por el Programa conjunto OMS/UNICEF de monitoreo para el abastecimiento de agua, el saneamiento y la higiene.

En la esfera nacional, los Estados han adoptado distintas medidas para abordar la menstruación, mediante la reducción o eliminación de impuestos a los artículos menstruales, la mejora del acceso de niñas y mujeres a la información y los conocimientos relativos a la higiene menstrual, el apoyo al acceso a productos de calidad o la introducción de días de asueto pagados para las trabajadoras que experimentan reglas dolorosas.

En cada región del mundo, las activistas del feminismo han coordinado campañas e iniciativas de base, incluso a través de las redes sociales, para impugnar el estigma, los tabúes, la desigualdad de género y la pobreza vinculadas al periodo.

Al decir su verdad y hacerse oír, estas activistas han contribuido de manera significativa a aclarar que las experiencias menstruales de las niñas y las mujeres no son homogéneas, sino que están moduladas por factores conexos, tales como la edad, el género, la raza, la discapacidad, la condición económica o social, la migración y otros factores y contextos, tanto en la paz como en situaciones de conflicto, desastre o crisis sanitaria.

Si bien estos logros son otros tantos motivos de celebración, lo cierto es que todavía falta mucho para que la salud menstrual sea una realidad para todas las mujeres.

En el mundo entero, las niñas, las mujeres y otras personas que menstruan siguen enfrentándose a obstáculos que frenan la realización de su salud menstrual, barreras que tienen raíces profundas en el estigma y los estereotipos nocivos relativos a la regla y que refuerzan los sistemas y las sociedades patriarcales y discriminatorias, lo que da por resultado la denegación de sus derechos humanos y un aumento de la desigualdad de género.

Por ejemplo, el estigma que a menudo acompaña a la regla como algo vergonzoso y que debe ocultarse, suele ser causa de que las niñas y las mujeres experimenten la menstruación de manera negativa, lo que repercute en su capacidad para tomar decisiones con fundamento sobre diversos aspectos relativos a su salud menstrual, que van desde obtener más información acerca de su ciclo hormonal y acceder a los servicios de salud sexual y reproductiva, hasta comprender el uso de los productos relativos a la menstruación.

La imagen estereotipada de la mujer que tiene la regla como una persona poco fiable e incapaz de tomar decisiones, puede traducirse en ingresos inferiores y menos responsabilidades, oportunidades y promociones en el trabajo. La carencia en las escuelas de agua corriente o instalaciones sanitarias para cubrir las necesidades de las niñas que tienen la regla puede afectar el acceso y la asistencia a clases.

La prohibición de asistir a ceremonias religiosas y la exigencia de aislamiento, vigentes en muchos contextos, siguen repercutiendo negativamente en la capacidad y el derecho de niñas y mujeres a decidir libremente sobre su participación en la vida cultural, social, pública y económica.

Del mismo modo, la creencia y práctica nociva, vigente en muchas sociedades, de que las niñas están listas para casarse al término de su primer ciclo menstrual, las expone a un riesgo mayor de matrimonio precoz y forzado, de violencia sexual y embarazos prematuros y no deseados, lo que a su vez amenaza sus oportunidades educativas y económicas, constituye una vulneración de sus derechos y pone sus vidas en peligro.

Amigos míos:

La salud menstrual es parte integral de los derechos a la salud sexual y reproductiva. Es un factor decisivo para la realización de todos los derechos humanos de las niñas y las mujeres, en toda su diversidad, el logro de la igualdad de género y la consecución de los Objetivos de Desarrollo Sostenible. Para alcanzar estos objetivos, es fundamental que los responsables de la formulación de políticas, los expertos y otros agentes pertinentes adopten, en lo tocante al ciclo menstrual, una estrategia amplia, multisectorial, capaz de abarcar todo el ciclo vital y basada en los derechos humanos.

Y muy importante también: esa estrategia exige el cumplimiento, por parte de los Estados, de una amplia gama de obligaciones relativas a los derechos humanos, en particular, las que conciernen a:

  • Abordar la estigmatización, los estereotipos nocivos y las normas sociales discriminatorias basadas en el género, así como las prácticas negativas que condicionan la experiencia menstrual de las niñas y las mujeres, comprendidas aquellas que están sometidas a modalidades de discriminación múltiples e interconexas.
  • Fomentar un contexto propicio en el que las niñas y las mujeres, en toda su diversidad, puedan empoderarse y ejercer su autonomía para tomar decisiones fundamentadas acerca de sus vidas y sus cuerpos, incluida su salud menstrual, libres de estigmatización, violencia y discriminación.
  • Velar por que las niñas y las mujeres tengan acceso a la justicia y los remedios en casos de vulneración de sus derechos y su salud sexual y reproductiva, comprendidos los derechos relativos a la salud menstrual.

Les deseo un fructífero debate al respecto.

Muchas gracias.

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