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Declaraciones Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos

Plataforma sobre personas desaparecidas como consecuencia del conflicto en Kosovo

Personas desaparecidas en Kosovo

29 junio 2017

Declaración del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Zeid Ra’ad Al Hussein

29 de junio de 2017

Distinguido Representante Especial del Secretario General,
Excelencias,
Distinguidos participantes, colegas y amigos:

Estamos reunidos aquí para planificar una acción decisiva en pro de los familiares de quienes siguen desaparecidos tras el conflicto de Kosovo*. Han transcurrido 18 años de aquellos hechos, pero todavía 1.658 personas siguen en paradero desconocido. Sus familias tienen derecho a saber qué les ocurrió a sus seres queridos y, cuando este dato sea pertinente, dónde se encuentran sus restos.

Tenemos un deber solemne que cumplir y es justo y urgente que todas las partes realicen esfuerzos extraordinarios para que por fin se conozcan la suerte y el destino de todos los desaparecidos.

En los debates que ustedes sostengan tratarán de definir las medidas que todas y cada una de las partes pueden adoptar, tanto de inmediato como a largo plazo, para lograr la solución de los casos de desaparición todavía pendientes. Pero esta reunión también ofrece un contexto en el que las familias de todas las partes del conflicto pueden encontrarse y afrontar unidas el pasado que comparten. Y este aspecto es fundamental.

El final de un conflicto puede detener la terrible violencia física inherente a la guerra, pero no alcanza, por sí solo, a borrar los recuerdos y las cicatrices del sufrimiento. Ese final no aborda las penalidades que han de soportar los supervivientes y sus familiares, en particular las mujeres y los niños que han de arreglárselas sin los hijos, maridos y padres que amaban. El pasado, que aún no encuentra solución, gravita pesadamente sobre el presente.

Todas las sociedades han padecido algún conflicto –espasmos de violencia que dividen a las comunidades y los amigos, y trastornan la paz de la vida cotidiana, dejando un rastro de sangre y destrucción. Y no hay una hoja de ruta sencilla para lograr la reconciliación después de esa violencia. Pero el reconocimiento y el examen de las experiencias vividas, y la manera en que el sufrimiento de la gente se refleja en todas las partes en conflicto, conforman un paso de suma importancia hacia la curación, la reconstrucción de los vínculos rotos, la consolidación de una perspectiva de futuro común y la garantía de que habrá una paz sostenible y duradera.

Por desgracia, los conflictos armados proliferan hoy en muchos lugares del mundo y causan un número cada vez mayor de desaparecidos. Algunos son víctimas de masacres; a otros los secuestran y los privan de todo contacto con familiares o amigos; otros han sido desplazados por la fuerza. Miembros de las fuerzas armadas y de las milicias pueden figurar como “desaparecidos en combate”. Sus familias –al igual que las vuestras- han soportado atroces sufrimientos.

La reconciliación duradera debe brotar del interior; no es posible imponerla desde fuera. El dolor y el sufrimiento que genera un conflicto sólo pueden abordarlos sus protagonistas locales y nacionales. Pero las organizaciones regionales de las Naciones Unidas y los Estados Miembros amigos pueden colaborar en esos procesos. Y la incapacidad de hacer frente al problema de los desaparecidos constituye un obstáculo para la justicia y perjudica, a veces durante generaciones, la reconciliación entre las comunidades. Es indispensable la participación activa de todos en un proceso orientado a tratar los casos de las personas desaparecidas, incluso mediante la creación de procedimientos adecuados para ubicar, identificar y repatriar los restos y entregarlos a sus familiares.

A las familias que hoy nos acompañan, les digo: Ustedes tienen derecho a saber, derecho a la verdad y derecho a la justicia. Nosotros tenemos el deber de hacer todo lo posible para facilitar la revelación de esa verdad y la rendición de cuentas. Es preciso decir la verdad e impartir justicia. El Grupo de Trabajo sobre Desaparecidos establecido en el contexto del diálogo entre Belgrado y Pristina debería considerarse no sólo una herramienta importante para el derecho a saber, sino también un paso de avance hacia la justicia. El Grupo ha ayudado a solucionar más de 1.800 casos. Esta labor debe agilizarse, de manera que todos los casos puedan resolverse.

Quisiera detenerme un momento en el asunto de la justicia, porque es fundamental que se exijan responsabilidades por los delitos que muchos de ustedes han padecido. Algunas personas fueron responsables de esos delitos y deben responder de ellos ante los tribunales. Estas medidas son indispensables para evitar la percepción de que la comunidad en su conjunto es responsable de la violencia. No fueron “los serbios” ni “los albaneses” quienes se llevaron a vuestros seres queridos, sino individuos que deben ser identificados y sancionados mediante investigaciones y causas penales. Debo hacer hincapié en que la incapacidad de procesar a los responsables puede generar cinismo y desconfianza hacia las autoridades y un sentimiento colectivo de culpa que resulta profundamente corrosivo para la urdimbre de cualquier nación. No puede consolidarse una estructura estable sobre la base de la amnesia voluntaria.

Al término de la visita que en 2014 realizó a la región, el Grupo de Trabajo sobre las Desapariciones Forzadas o Involuntarias informó de que “habida cuenta del tiempo transcurrido desde que se produjeron las desapariciones forzadas y de la avanzada edad de muchos testigos, parientes y responsables de los hechos, existe una necesidad urgente de que todos los involucrados en la búsqueda de las personas desaparecidas en la región se fijen como prioridad inmediata el establecimiento de la verdad, especialmente en lo tocante a la suerte y el paradero de todos los desaparecidos”.

Esa urgencia está aumentando. Les deseo lo mejor en la enorme tarea que tienen por delante. Espero que esta mesa redonda, con su impresionante elenco de expertos internacionales- contribuya a reforzar la labor que su mecanismo desempeña. Y les garantizo que pueden contar con el pleno apoyo de mi Oficina.

Muchas gracias

* Toda referencia a Kosovo deberá entenderse en pleno cumplimiento de la Resolución 1244 del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas (1999) y sin prejuicio de la condición jurídica de Kosovo.

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