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Declaraciones

Declaración de la relatora especial de la ONU sobre explotación sexual infantil, Maud de Boer-Buquicchio, sobre su visita a la República Dominicana (8-15 de mayo, 2017)

18 mayo 2017

Santo Domingo, 15 de mayo 2017


Buenas tardes y gracias por venir,

Quisiera agradecer al gobierno de la República Dominicana por haberme invitado a realizar esta visita. Es la primera visita de una experta independiente designada por el Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas para monitorear, reportar y hacer recomendaciones sobre problemáticas relacionadas a la venta y explotación sexual de niños y niñas, así como la primera visita al país de una experta independiente de la ONU desde el 2007. Basada en las experiencias de mi visita, espero dejar las puertas abiertas para otros expertos, mejorando así la promoción y protección de los derechos humanos.

El objetivo de mi visita fue evaluar la situación de la venta y explotación sexual de niños y niñas en el país, así como las medidas tomadas por las autoridades para prevenir y combatir esta problemática, y asistir en el cuidado, recuperación y reintegración de las víctimas.

Durante mi visita de ocho días, me reuní con múltiples actores claves, incluyendo autoridades locales e instituciones de base en Santo Domingo, Dajabón, Puerto Plata, Sosua, Santiago y Boca Chica. Igualmente, sostuve reuniones con representantes del Ministerio de la Presidencia, el Ministerio de Relaciones Exteriores, el Ministerio de Turismo, el Ministerio de Trabajo, el Consejo Nacional para la Niñez (CONANI), el Programa Progresando con Solidaridad de la Vicepresidencia (PROSOLI), el Procurador General, jueces de la Suprema Corte de Justicia y de la Corte de Apelación para la Niñez, representantes de la Policía Nacional y del Cuerpo Especializado de Seguridad Turística (CESTUR), miembros del Congreso, la Defensora del Pueblo, representantes de organizaciones religiosas, ONG dedicadas a la protección de los derechos de la niñez, así como niños y niñas en situaciones vulnerables, y víctimas de abuso. También me reuní con representantes del sector privado, incluyendo el presidente de la Asociación Nacional de Hoteles y Restaurantes (ASONAHORES), y el presidente de la Cámara de TICs, junto a representantes de proveedores de servicios de internet.

Considero que la República Dominicana ha realizado avances significativos en diversas áreas que tienen un impacto positivo sobre la protección de los derechos de la niñez, principalmente en la lucha contra la pobreza extrema, y en el área de educación. Igualmente, reconozco los esfuerzos por las unidades especiales de la Procuraduría General contra el tráfico y el crimen de alta tecnología, para combatir el tráfico y el abuso sexual en línea y la explotación de niños y niñas.
Sin embargo, a pesar de estos pasos y medidas positivas, la dimensión del abuso y explotación sexual infantil en la República Dominicana sigue siendo un tema de mucha preocupación, que requiere de una mayor respuesta urgente, particularmente, en tres áreas: matrimonio infantil, abuso sexual y violencia familiar contra niños y niñas, y la explotación sexual infantil en el turismo.

Matrimonio infantil

El matrimonio infantil, refiriéndose a cualquier unión donde al menos una de las partes es menor de 18 años, es una práctica extendida en el país que afecta principalmente a las niñas. De acuerdo a algunos estudios, el país tiene la tasa más alta de matrimonio infantil en la región de Latinoamérica y el Caribe. Se trata de un crimen que viola los derechos de niñas, incluyendo su derecho a la educación, salud y al desarrollo, y que, en muchas ocasiones, está vinculado al embarazo adolescente.

Hoy día, el país tiene una oportunidad única de combatir este mal en el contexto de la reforma del Código Civil, que data del Siglo XIX. Actualmente, la Honorable Cámara de Diputados debate la reforma de artículos relacionados al matrimonio infantil. En ese sentido, recomiendo al Congreso Nacional aprovechar esta oportunidad histórica para establecer la prohibición absoluta del matrimonio infantil, sin excepciones, como una forma de combatir esta práctica discriminatoria contras las niñas. Por supuesto, esta reforma debe estar acompañada de intervenciones estratégicas, como campañas para crear consciencia dirigidas a las familias, comunidades, instituciones religiosas y autoridades locales.

Abuso sexual y violencia familiar

Otro fenómeno alarmante en el país es el nivel de abuso sexual y violencia familiar contra niños y niñas. Estos crímenes están vinculados a la pobreza, disfuncionalidad en las familias y la falta de educación. Existe además una brecha de información y disponibilidad de datos oficiales sobre estos fenómenos, que puede ser atribuida a la ausencia de sistemas de reporte y denuncia accesibles a la niñez, así como a la falta de entrenamiento especial para profesores, educadores y trabajadores sociales para detectar, reportar y referir casos de abuso sexual infantil en las familias. Además, el país no cuenta con centros especializados para asistir a víctimas de la explotación sexual e infantil.

Explotación sexual infantil en el turismo

La industria del turismo es uno de los sectores principales de la economía dominicana. Si bien la mayor parte del turismo es de carácter familiar, hay una cantidad considerable de turistas que visitan al país para aprovechar la vulnerabilidad de mujeres y niñas, y se benefician del llamado turismo sexual, que incluye la explotación sexual de niños y niñas.

Aunque no se cuenta con datos oficiales sobre la dimensión de esta lucrativa actividad criminal, castigable por la ley, es bien sabido que la explotación sexual infantil ocurre en distintas playas del país. Representantes del sector turístico han dicho que esta práctica tiene un impacto negativo sobre la industria, y sobre la reputación del país. En este contexto, representantes de ASONAHORES, y sus ramas provinciales me han comentado que están listos para unir fuerzas con el gobierno, en particular con el Ministerio de Turismo, para implementar acciones integrales para prevenir, reportar y combatir efectivamente la explotación sexual infantil en el turismo.  En ese sentido, muchos operadores turísticos de la institución han firmado el Código de Conducta para la Protección de Niños de la Explotación Sexual en el Turismo, una iniciativa liderada por la industria que busca aumentar la protección de los niños y niñas, a través del entrenamiento de su personal para detectar y reportar casos, entre otras medidas.

Sin embargo, los esfuerzos de prevención solo serán efectivos si son parte de una estrategia integral liderada por el gobierno, a través del Ministerio de Turismo. Esta institución debe reconocer la urgencia de atender a este fenómeno, estableciendo medidas de prevención como fundamento de su plan de turismo. El Memorando de Entendimiento firmado junto a UNICEF y ASONAHORES en 2013 para prevenir y combatir este mal, es una buena base para comenzar a tomar acción en esta dirección. Asimismo, los esfuerzos para detener la explotación sexual deben incluir a los países de origen de los perpetradores potenciales, y al CONANI como actor clave, quienes deben multiplicar y fortalecer las buenas practicas que ya implementan redes locales de prevención infantil en las provincias de Boca Chica y Sosua.

Para combatir efectivamente la explotación sexual e infantil, el gobierno de la República Dominicana debe tomar medidas serias que se traduzcan en la acción a nivel local. En este sentido, recomiendo las siguientes acciones para conseguir un sistema nacional de protección infantil integral y efectivo:

  • Fortalecer el liderazgo del CONANI en el diseño, coordinación e implementación de políticas para la protección infantil efectiva.
  • Empoderar al CONANI para aconsejar al Poder Ejecutivo en temas de derechos de la niñez, coordinar todos los programas relativos a la niñez y asegurar la operación efectiva de mecanismos de protección.
  • Utilizar la Hoja de Ruta Nacional para Prevenir y Eliminar la Violencia Infantil (2015-2018) como política base para prevenir y proteger a la niñez, y adoptar mecanismos de coordinación, monitoreo y evaluación interinstitucional para garantizar su implementación efectiva.
  • Recolectar y analizar data confiable sobre las diferentes formas de abuso, violencia, explotación y venta de niños, y conducir investigaciones comprehensivas sobre la dimensión de este fenómeno, para reforzar las políticas e intervenciones de prevención y protección.
  • Reformar el Código Civil para introducir la prohibición absoluta del matrimonio infantil, sin excepciones.
  • Establecer mecanismos de denuncia y reporte accesibles a la niñez, incluyendo líneas de ayuda gratis y de fácil acceso para niños y niñas.
  • Invertir recursos y adoptar las medidas necesarias, como entrenamientos y mecanismos de rendición de cuentas, para asegurar que la Policía Nacional esté seriamente involucrada en las investigaciones de abuso y explotación sexual infantil.
  • Fortalecer el rol de la CESTUR en la protección de niños y niñas de todas formas de abuso y explotación sexual de parte de turistas.

El abuso y la explotación sexual infantil son crímenes graves—esto lo sabemos todos. Es tiempo de pasar a la acción y asegurarse de que la República Dominicana se convierta en un país libre de esta seria problemática. Esto debe ser una prioridad para las autoridades nacionales, que debe contar con el apoyo de toda la población.

Gracias por la atención.

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