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Declaraciones Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos

Conferencia de Prensa de la Alta Comisionada Adjunta de Derechos Humanos de las Naciones Unidas, señora Kyung-wha Kang

DD HH en Paraguay

22 octubre 2011

Asunción, Paraguay (sábado 22 Octubre 2011)

Gracias a todos por asistir a esta conferencia de prensa. Ha sido un verdadero placer visitar Paraguay.

Me gustaría agradecer al Gobierno de Paraguay por su cálida acogida y por la cooperación brindada durante mi primera visita a este país hermoso y hospitalario. A pesar de que ésta ha sido una visita corta, he podido observar que enfrentar el legado de décadas de dictadura es todavía un enorme desafío para el Paraguay. Pero me siento esperanzada por el compromiso que he visto en todos los sectores de la sociedad y del Gobierno para lograr que el Paraguay sea un país donde todas las personas puedan ejercer todos los derechos humanos.

Desde el año pasado, una asesora de derechos humanos del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos ha trabajado en Paraguay para ayudar al país a avanzar en su agenda de derechos humanos. Estoy impresionada por la apertura de las autoridades para trabajar con nosotros y de cómo han aprovechado nuestra cooperación técnica.

Durante los últimos tres días, me he reunido con el presidente Lugo, los ministros de relaciones exteriores, de justicia y trabajo y con el jefe del gabinete social. He mantenido discusiones con el Presidente del Senado y otros importantes miembros del Congreso, la Corte Suprema de Justicia, la Red de Derechos Humanos del Poder Ejecutivo, las organizaciones de la sociedad civil y representantes del sector empresarial. También me he reunido con el equipo de las Naciones Unidas en el país y con representantes del cuerpo diplomático. He visitado una comunidad Maká y me he reunido con líderes indígenas de distintas regiones. Les agradezco a todos por sus francas impresiones y discusiones abiertas sobre la situación de los derechos humanos en el Paraguay.

Reconozco los esfuerzos importantes que se han hecho en el campo de los derechos humanos, en particular con el establecimiento de una Red de Derechos Humanos en el Poder Ejecutivo y la implementación de políticas sociales con un enfoque de derechos humanos. Me alienta el compromiso de los miembros de la Red de Derechos Humanos del Poder Ejecutivo en llevar adelante la agenda de derechos humanos e incorporar este enfoque en cada aspecto del trabajo gubernamental.

Los derechos humanos pertenecen a todos y a cada uno. Hay personas que han dedicado su vida para velar por que no se violen los derechos de nadie. Muchas lo han hecho y lo siguen haciendo con un alto costo personal. En ese sentido, deseo rendir homenaje a todos los defensores y defensoras de derechos humanos que han luchado sin descanso durante la época de Stroessner, así como a las víctimas que trataban de proteger y a través de ellos a todas y todos los que trabajan por los derechos humanos hoy. Su lucha por hacer un país mejor, más justo e inclusivo es lo que ha hecho posible el progreso actual.
El Plan Nacional de Acción en Derechos Humanos representará el compromiso del Estado como de la sociedad civil hacia un pleno ejercicio de los derechos humanos. Exhorto a todos los sectores a trabajar juntos hacia su concreción e implementación.
El Plan Nacional de Educación en Derechos Humanos es otro punto de encuentro.

La educación en derechos humanos es fundamental para asegurar el respeto de todos los derechos, especialmente la no discriminación, la igualdad y la justicia.
Durante mi corta visita he escuchado las dificultades de grupos tales como mujeres, niños, indígenas, representantes de la comunidad LGBTI, personas con discapacidad, personas de la tercera edad y los afrodescendientes. He escuchado como sus vidas diarias se hacen más difíciles por el miedo, la intolerancia y el abuso. Algunas personas sufren incluso ataques físicos. Estoy preocupada de que el proyecto de ley contra toda forma de discriminación, importante marco para proteger a esas personas, no ha sido aun aprobado como legislación. Insto al Congreso a aprobar esta legislación esencial sin más demora.

Las mujeres en particular son sometidas a la discriminación, violencia doméstica, abuso sexual y trata con fines de explotación laboral y sexual. La brecha salarial es también importante. Los niveles de mortalidad materna e infantil y los embarazos precoces están entre los más altos de la región. Invito al gobierno a adoptar medidas concretas para enfrentar estos problemas prevalecientes a través de programas adecuados de educación y la protección de los derechos sexuales y reproductivos, en cumplimiento con los estándares internacionales y las recomendaciones emitidas por los mecanismos de derechos humanos de las Naciones Unidas.

Me gustaría llamar especial atención sobre la situación de las mujeres indígenas, que sufren los efectos combinados de múltiples formas de discriminación, por ser indígenas, por ser mujeres y por ser pobres.

La promoción y protección de los derechos de los pueblos indígenas son una prioridad para nuestra oficina. Nos guiamos por la Declaración de las Naciones Unidas de los Derechos de los Pueblos Indígenas, de la cual Paraguay es signatario, como nuestro marco para la acción. Pero una cosa es haber firmado la declaración y otra es implementarla.

Ayer, visité la comunidad Maká, uno de los veinte pueblos indígenas que todavía existen en el Paraguay, y luego me reuní con un grupo de líderes indígenas de otras comunidades. Escuché de los obstáculos que enfrentan cada día para el pleno ejercicio de sus derechos, la discriminación, sus difíciles condiciones de vida y los problemas relativos a la posesión y propiedad de sus tierras ancestrales. Aliento al gobierno a aumentar los esfuerzos para lograr que los pueblos indígenas sean respetados, su participación en los procesos de decisión esté garantizada y su derecho a la consulta previa ejercido. Los pueblos indígenas también han sido víctimas de desalojos forzosos para dar lugar a la producción de soja. Insto al Gobierno a promulgar una legislación integral y políticas para superar la alta desigualdad en la distribución de las tierras y de esa manera proteger los derechos de los pueblos indígenas y otras comunidades.

Paraguay no es necesariamente un país pobre, pero tiene mucha gente pobre y extremadamente pobre. La lucha contra la pobreza debería estar acompañada por la adopción de políticas sociales con un enfoque de derechos humanos. El desarrollo económico es necesario, pero el desarrollo debe tener un rostro humano. Jóvenes de todo el mundo que han tomado las calles nos recuerdan los vacíos y las injusticias de un crecimiento económico que no traiga aparejado el final de la exclusión y un progreso en el ejercicio de todos los derechos humanos para todos y todas.

Pero un Estado requiere recursos para poder concretar estos objetivos. Los ingresos fiscales en el Paraguay son uno de los más bajos del continente. Exhorto al Estado a que establezca mecanismos de control más efectivos para asegurar que los impuestos sean pagados. También invito al Congreso a asegurar la entrada en vigencia sin más demoras de la ley que establece el impuesto a la renta personal.

Mi equipo se reunió con hombres y mujeres representantes del sector empresarial asociados al Pacto Global y supo de primera fuente de sus esfuerzos y compromisos para promover una cultura de derechos humanos en sus empresas. Nos sentimos alentados por su deseo de contribuir para asegurar un estándar de vida mínimo para todas las personas.

Los delitos deben ser castigados, pero esto no significa que a aquellas personas acusadas o condenadas por delitos se les niegue el acceso a sus derechos fundamentales a la vida e integridad personal, a un debido proceso y a ser tratados con dignidad. Sin embargo, éste no es el caso para la mayoría de aquellos que se encuentran privados de su libertad en este país. La tortura y las condiciones de vida en las prisiones que se equiparan a la tortura o tratos crueles, inhumanos o degradantes son demasiado frecuentes en el Paraguay. Exhorto al gobierno a tomar medidas urgentes para revertir esta situación, de conformidad con las recomendaciones de varios mecanismos de las Naciones Unidas.

Un sistema judicial independiente e imparcial es la primera garantía para el ejercicio de los derechos humanos, y Paraguay tiene innumerables desafíos que enfrentar para superar las debilidades en esta área. El Defensor del Pueblo tiene un importante papel que cumplir para asegurar el acceso a los derechos. Sin embargo, la selección de un nuevo Defensor del Pueblo está pendiente desde 2009, y su capacidad debe ser fortalecida.

El derecho internacional de los derechos humanos reconoce que un Estado tiene la atribución de tomar todas las medidas necesarias en situaciones de emergencia pública para proteger a sus ciudadanos. Sin embargo, me gustaría recordar que todas las acciones emprendidas durante el estado de excepción deben ser conducidas con respeto a los derechos humanos y con controles apropiados dentro de los límites fijados por los principios y estándares de derechos humanos.

Invito a todas las organizaciones de la sociedad civil y a los defensores y defensoras de derechos humanos a continuar denunciando las violaciones de derechos humanos y ayudando a proteger a las víctimas, así como a contribuir a la elaboración de políticas públicas y dar visibilidad a los desafíos que enfrenta el país. Pero también aliento a ustedes, los medios de comunicación a investigar y reportar los temas de derechos humanos y ayudar a la creación de una cultura de derechos humanos, informando, educando y ayudando a la gente común y corriente a ser consciente de sus derechos humanos.

El último año, el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos hizo un compromiso para ayudar al Paraguay a enfrentar los desafíos en el área de los derechos humanos. Mi visita es una confirmación adicional de este compromiso.

Finalmente, me gustaría agradecer nuevamente al gobierno y al pueblo de Paraguay por su cálida acogida. Ha sido un privilegio visitar este país.

Muchas gracias.

FIN

Más información sobre la Alta Comisionada Adjunta Kyung-wha Kang: http://www.ohchr.org/SP/AboutUs/Pages/DeputyHighCommissioner.aspx

Página web de la Oficina Regional para América del Sur: http://acnudh.org

ACNUDH - Página de país:
Chile: http://www.ohchr.org/SP/Countries/LACRegion/Pages/CLIndex.aspx
Paraguay: http://www.ohchr.org/SP/Countries/LACRegion/Pages/PYIndex.aspx
Uruguay: http://www.ohchr.org/SP/Countries/LACRegion/Pages/UYIndex.aspx

Para mayor información y solicitudes de prensa, favor contactar:
En Santiago de Chile, Oficina Regional del ACNUDH para América del Sur: Jennifer Ross: +562 321 7750 / jross@ohchr.org
En Asunción, Paraguay: Iris Rojas +595 972101077 / irojas@ohchr.org
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